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UNA SOCIEDAD EMBOTELLADA EN CORRUPCIÓN

El acontecer diario de la sociedad refleja su administración publica, porque ella es el retrato de la gente de a pie. Esa gran mayoría es la que elige y hace que se mantenga el establecimiento. Sin el apoyo de una mayoría y de la fuerza coercitiva no se puede mantener en el poder un individuo. Hay que conjugar elementos para que las cosas funcionen. La cosa pública no se da si no hay un apoyo social en nuestros días. En el pasado era diferente porque la sociedad solo representaba la mano de obra y no el intelecto administrativo o el poder gubernamental. Por eso funciono todo como unas dinastías que manejaban lo que ellos llamaban naciones o territorio.

Hoy día la historia es diferente. Ya no es una sociedad obrera y limitada intelectualmente sino una sociedad activa, que consume y produce. Y esto la hace acreedora de un poder individual que antes no existía porque el soberano era dueño de la vida de las personas. Y esto se vivió hasta hace poco, quedando hoy por hoy unas pocas naciones que aun manejan ese concepto.

Después de la segunda guerra mundial, lentamente todo comenzó a cambiar y a establecerse unos nuevos parámetros donde el individuo comenzó a ser dueño de si y a establecer su manual de humanidad  y respeto para sí y su entorno. Dejando al descubierto a aquellos voraces criminales en potencia que pretendían asumir los poderes que antes tenían los líderes y enfermos de poder.

Quienes están asumiendo hoy los puestos legislativos y administrativos por voto popular amparados en las leyes democráticas se están viendo enfrentados a una nueva realidad nacida de los avances tecnológicos e intelectuales que la sociedad ha venido adquiriendo por una nueva forma de educación que no se da en aulas o universidades.

El ser humano día a día está entendiendo su rol como humano en su estancia en este planeta y asumiendo su responsabilidad por su entorno y por las nuevas generaciones que vienen. El salto que se ha dado genéticamente todavía no se ha separado de los que se están quedando a tras sin ni siquiera darse cuenta de lo que está pasando.

Los que están dentro de la administración pública apenas están notando que una nueva avalancha de energía detectora de malos manejos está atenta de liberar la información que va almacenando sobre malos manejos y aberraciones administrativas con una alta dosis de corrupción en los manejos de la cosa pública.

Antes el hijo del señor era el heredero del poder y desde su cuna ya estaba predestinado a asumir un rol importante en la sociedad. Su entorno era de personas simples y sin la capacidad de la razonabilidad que hoy ya se ha desarrollado en el intelecto humano. Que le permite dirimir la realidad que antes no existía por esa incapacidad intelectual y falta de conocimiento sobre el manejo de si y de su individualidad.

Todavía se escuchan  discurso encendidos de personajes que arremeten contra otros y siempre están presentando lo negativo del otro con el fin de ganar adeptos y mantenerlos fuera de la realidad.

La realidad es que la sociedad no necesita de esos discursos sino de una hoja de vida que presente la capacidad administrativa y profesional para el cargo que va a desempeñar. Por este error social de no saber elegir al correcto, elijen al que más se asemeja a la persona que uno es. Y es ahí donde está la respuesta de los males sociales.

Si somos corruptos elegiremos corruptos y viviremos en una sociedad a semejanza de nuestra personalidad.

Pensar que otros son los malos y uno no lo es, es bastante cuestionable. La ignorancia no nos hace corruptos es nuestro modo de actuar y vivir. Ese conjunto de normas y costumbres hacen que nuestra idiosincrasia sea reflejada en nuestro entorno. Nuestros hijos son alimentados intelectualmente de lo que ven, oyen y viven. Nadie nace con instintos criminales.

MIRANDO HACIA EL FUTURO

Zahur K. Zapata

En estos días de cambios y expectativas por un nuevo amanecer. Toda una sociedad tiene sus esperanzas que esta hermosa nación sea honrada con la misma magnitud en la que ella es. La historia nacional no ha sido dulce desde sus comienzos, está llena de episodios novelescos que han hecho historia en novelas y cine.

Muchos retos están para ser realizados pero existen enemigos que impiden que las aguas tormentosas alcancen la calma y se pueda navegar con buenos vientos.

Los crímenes del Estado y de los sediciosos están a mano y no podría juzgar con imparcialidad los horrores que se cometieron a miles de personas y que hoy sufren por los arrebatos de ambos bandos.

Pensar que todo se puede arreglar justamente y apartar de la mente de los dolientes lo que pasó. Es no ser realista de lo que sienten los afectados. Es pensar que nunca paso nada. Es continuar paseándose por los cementerios y mirar a los dolientes sin ningún sentimiento. Al igual que los que perdieron sus tierras por la rapiña del Estado y los delincuentes.

No es borrón y cuenta nueva sin resarcir a los afectados. Y más en este caso que lo que se ha hecho es premiar a los delincuentes, ignorando el fondo del conflicto. No será nada fácil para quienes asuman el mando y la administración de una nación que tiene casi de todo pero adolece de verdaderos estadistas.

Colombia sufrió el fenómeno Aguirre. Los de la base y los últimos en llegar, hoy son los que luchan por asumir el mando por los miles de hombres y mujeres que murieron dando la pelea por cambiar el país, equivocados o no, pero se enfrentaron al establecimiento en busca de un mejor bienestar para todos.

Esa base de nuevos no tiene la capacidad de realizar los ideales que se dieron y que hoy es historia porque el mundo evolucionó hacia una nueva realidad al ritmo de la tecnología y la autonomía sociedad. La base se quedó rumiando en el pasado como Maduro y su banda.

Desde que Nariño publicó los derechos del hombre, ha habido muchos cambios en la conducta humana. Y esos derechos simples que se publicaron, hoy nuestros derechos van más allá de una simple democracia que nos obliga a mantener a un establecimiento que no representa el verdadero bienestar de la sociedad que los eligió.

Desde esta tribuna solo se pueden abrir ventanas y mostrar el panorama en que se está viviendo. Pero es la misma sociedad la que ella misma tiene que asumir su propia responsabilidad y autonomía y no quienes ellos creen que eligen democráticamente, porque esa democracia solo beneficia a los elegidos y la sociedad paga para que los obliguen a pagar el mantenimiento de los elegidos.

Hay un largo proceso desde aquí, para entender que el ser humano ya no es una salvaje o que está en proceso de reconocerse como otra identidad autónoma y libre, que habita este planeta en convivencia con otras especies que viven su propia realidad. En este proceso humano vivimos como sociedades que establecen sus leyes para el mutuo entendimiento y no para esclavizar al otro.

El problema que tenemos ahora, es que la ponzoña de grupos políticos, si así se puede llamar, siempre están en campaña para asumir un cargo que les permita parasitar de quienes los eligen. Y el resto seguir las ordenes de los están a cargo y orden a todo el mundo que paguen o si no, como en las monarquías, a la cárcel y lo pierde todo.

No podemos apartar ese cáliz de nuestra mano en este momento porque es sagrado. Hay que comenzar a prepararse, educarse e informarse y a estudiar cómo vamos cambiar todo este desorden establecido para que se vaya estableciendo un nuevo orden que sea beneficioso para todos sin recurrir a la violencia. Así en esta reeducación social al final todos podrán usufructuar lo que hemos sembrado.

EL ESTADO PRINCIPAL CALDO DE CULTIVO DE LA CRIMINALIDAD

Gustavo Pérez González

Cristo no fue a ninguna universidad y creo la más grande doctrina universal, capaz de partir la historia de la humanidad en dos.

Todos los grandes males que padece hoy la humanidad, los hemos heredado de los grandes acartonados egresados de las más prestigiosas universidades del mundo, llenos de diplomas, maestrías, diplomados, doctorados y demás arandelas académicas posibles.

Estamos aferrados a descalificar los sabios naturales que tenemos,  los minimizamos, los desechamos con xenófoba maldad, cuando es en ellos, donde están las grandes soluciones a todos los males que los presumidos profesionales nos crearon, con el cuento de que usted no es profesional. Ja que equivocados están.

De que nos sirven miles de profesionales frustrados, si no tenemos respuesta laboral inmediata, a esas carreras en las que con descarnados sacrificios se logran graduar. Educamos con rumbo fijo a la nada,  esa es nuestra miserable realidad;  un país como Colombia con tan solo 3500 empresas generando empleo y de mala calidad,  no va a ningún Pereira.

Tenemos que abandonar la ruta del facilismo zángano desestabilizador, que la pereza de  la clase política actual tiene vigente,  que no es otra, que vivir del tributo por todo de un pueblo desempleado, incapaz de tributar,  de la venta de la totalidad del patrimonio público al capital privado inversor.

Olvidando que el único vehículo que existe para movilizar el verdadero desarrollo económico y social de los pueblos,  es la fuerza del trabajo humano, vinculada a la producción de diversos bienes y servicios para tener que vender, obtener abundante riqueza colectica  y pública,  generar empleo masivo creciente de buena calidad, un tejido social e institucional sanos,  creciendo en orden conviviente,  prósperos y en paz.

No es vendiendo las empresas industriales y comerciales del Estado, las de economía mixta, ni todo el patrimonio público, como se construye una sociedad. Es trabajando todos sin descaso como hormigas, en comunidad.

Es simple: con semejante deuda pública contraída y un pueblo en su mayoría en el paro, lo único que logramos  es crimen organizado e inseguridad.