El Imparcial-Pagina 2

 

                                                                                                                               Pereira, Colombia - Edición: 12.469-49 - Fecha: 08-29-2018

 

 

 

Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1982

Director: Zahur K. Zapata - 1982 –

 

 ADMINISTRACIÓN

 

Publisher

Zahur Klemath Zapata

               
Gerente
Operativo

Raphael Klemath

 

REDACCIÓN
 

Jefe de Redacción

Rubén Dario Varela Hurtado

 

Colalaboradores

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Harold Alvarado Tenorio

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Rafael Urre

 

    Marketing

Director Comercial:

John Gonzalez Gonzalez

  

Diagramación

Rafael Zardar

 Roberto Gonzalez

 

Soporte Tecnológico

Aurooj Ali Khan

Muhammad Mushtaq

 

 CONTACTO

 

E-mail: director@elimparcial.com.co

     redaccion@elimparcial.com.co

    ventas@elimparcial.com.co
 

Calle. 21 7-68 Segundo Piso

 

Tel. (57) 6 - 348 6207

Pereira, Colombia

 

 

 

Directora: Alejandra Valencia Zapata

Colaboradores:

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Harold Alvarado Tenorio

Zahur Klemath Zapata

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Carlos Orlando Pardo

Jota Mario

-------------

correo@magazinliterario.com

 

El Imparcial es un medio informativo digital que se publica en PF en Internet y pertenece a la red de medios "Network Digital News" de propiedad de ZahurK.  

 

PREÁMBULO

 

Pereira esta a cumplir un año más de su fundación. En este recorrido histórico y de crecimiento hay todo un raudal de empeños con logros y fracasos. Pereira tiene una larga historia a pesar de ser una ciudad joven en relación con Cartago o Bogotá, u otras ciudades en el territorio nacional. Pero las ciudades no se miden por su vejes, se mide por los hechos que en ella se suscitan. Por sus personajes, que son al final los que la hacen, los que le dan lustre dependiendo el grado de grandeza de ellos. Podemos hablar de estos personajes que son al fin y al cabo los que le dan brillo a la ciudad.
De Pereira se podría hacer una lista de esos personajes, buenos y malos, de mediocres o brillantes de todos los sitios. Pero lo más importante es que una ciudad sin esos personajes es una ciudad a medias. Sin personalidad. A través de sus años, si sus habitantes tienen la capacidad de añejar y madurar para que ella se vaya estableciendo como una ciudad de garra y presa, entonces si se le puede llamar una ciudad y no un barrio de un Estado llamado nación. 

Este tejer de la historia lo hacen todo tipo de empresas afincadas en ella y que le dan lustre en el universo en el que vivimos. 
Porque Pereira no ha sido realmente importante. A pesar de que es importante. Por lo mal gobernada que ha sido a través de su historia.

Han existido un sinnúmero de personajes en el gobierno que han parasitado de la ciudad y aún continúan. Y siguen apoyados por la mediocridad de miles de ciudadanos que su ignorancia y su falta de amor propio los lleva a continuar apoyándolos.
Gobernar no es fácil, se necesita una gran dosis de conocimiento y sabiduría para poder dirigir una sociedad por el camino correcto sin perder la ecuanimidad cuando se esta en el poder. Lo interesante aquí es que personajes que han vivido de afuera a la ciudad son los que la han hecho grande, porque le han dado a la ciudad un soporte económico, intelectual y humano.

No podemos hacer una lista de supermercado para colocar sus nombres. Las obras están ahí a pesar que fueron rechazados por una casta, como decía el poeta, Luís Carlos Gonzáles. 

Lo que cuenta es que podemos contar que aquí si paso algo, y continúan haciendo sus obras a pesar de que el gobierno se quiera quedar con todo.
El otro día repasaba la constitución de Colombia, a pesar de que nos es una gran constitución, por las fallas y errores conceptuales que tiene, quienes la hicieron no eran filósofos, ni tratadistas, sino gente del montón.

 

En ella hay el artículo 1 que es bueno que lo ejerciten en la ciudad y en el departamento. Este solo artículo les da una gran posibilidad a todos los ciudadanos y por si solo es una constitución.


ARTICULO 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general
.
 

 

EL VOTO DE OPINIÓN TIENE QUE CONTINUAR UNIDO,
VOTANDO CON RESPONSABILIDAD

 

Gustavo Pérez González

El principal error cometido por la clase política colombiana en las últimas tres décadas, consiste en haber renunciado al trabajo colectivo y público, al poner en movimiento el desarrollo económico y social al gobernar.
Acabaron con las empresas industriales y comerciales del Estado. Desaparecieron toda intención de empresas de economía mixta, se dedicaron a vender la totalidad del patrimonio público hasta hacer de esto una política pública de Estado, renunciaron a la producción de bienes y servicios, implantando el desempleo masivo creciente, condenando al grueso de la nación a carecer de ingresos permanentes, de capacidad de consumo y de tributar.
Se dedicaron a vivir del tributo por todo, del endeudamiento público desaforado y del despilfarro del erario público, hasta hacer a La Real Majestad Soberana del Estado, inviable, intimidante, lejos de toda confianza y credibilidad.
Invirtieron todos los principios morales y éticos, sacaron a Dios de las aulas de clase y a la urbanidad, la cívica, las escondieron del grueso social alcanzando un tejido social e institucional enfermos, que no sabe que quiere ni a donde llegar; oscilante, tambaleante, gaseoso, amorfo y díscolo, lejos de toda realidad.
Despojaron a las empresas de servicios públicos domiciliarios de la condición inamovible de instrumentos alimentarios de todo proceso vivo y activo, las endeudaron hasta hacerlas inviables, las rodearon de costosas nóminas y contratación paralela y lo peor, las vendieron al capital inversor, que lejos de todo compromiso sano, desbordaron los costos facturados hasta hacerlos impagables, acabando con todo equilibrio factico productivo. Perdiendo todo margen de utilidad posible, haciendo inviable todo proyecto productivo a emprender, arruinando los existentes, acabando con cuanta oportunidad posible hubiera para crecer.
Como negar que hicimos de estos, fuentes directas generadoras de riqueza y alta rentabilidad al servicio del interés particular, que obtiene descomunales utilidades año, arruinando por completo el bienestar social, colocando en peligro la vida misma de la comunidad e impidiendo crecer en orden conviviente y en paz.
Como negar que la clase política de Risaralda hizo exactamente igual, perdiendo la vocación industrial que teníamos, creando un holocausto laboral imperdonable, obligando a más de 450 empresas a cerrar, quebrar o abandonar la ciudad y la región. Hoy Pereira luce oscura, siniestra, acechante y sombría.
Los costos facturados y la mala estratificación impiden mostrar la ciudad iluminada. Todo lo hermoso que tenemos para mostrar pasa desapercibido, en medio de la oscuridad. Los altos costos facturados no dejan prender los bombillos. ¡Como por Dios! Curiosamente los barrios pobres parecen un altar de corpus, claro subsidiados, no pagan mayor cosa y producen tristeza en vez de riqueza y bienestar.
Como creer que podemos seguir respaldando en las urnas tanta maldad. El voto de opinión tiene que continuar unido, votando diferente y con responsabilidad de cara al futuro.

 

 

 

EDIFICIO VENEZOLANO
 

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El 7 de agosto de 1956, por alguna razón que nunca se investigó ciertamente, explotaron varios camiones cargados de dinamita que llevaban desde Buenaventura la carga para Bogotá y habían pernoctado en Cali, frente la estación del ferrocarril de la calle 25. Fueron miles los muertos, tampoco se supieron cuántos exactamente, y centenares las casas y establecimientos destruidos totalmente por la onda explosiva. Los sobrevivientes, sin techo y sin comida, fueron mantenidos mas por la generosidad cristiana de aquellas épocas que por verdaderos organismos de socorro. Pero resultó ser tan impactante a los ojos del mundo la tragedia que el gobierno venezolano, presidido entonces por el general Marcos Pérez Jiménez, en un acto de solidaridad con su congénere Rojas Pinilla, dispuso en Cali la construcción de un edificio de 12 pisos al finalizar la avenida Sexta, en frente de Chipichape. Los caleños le bautizaron como “ El edificio venezolano” y así quedó por años aunque muchos de los que allí viven todavía preguntan por su nombre.


Ese gesto de Venezuela lo olvidaron las nuevas generaciones que administran a Cali y por estos días, cuando llegan los interminables desfiles de refugiados venezolanos huyendo de la dictadura de Maduro y tuvieron que acomodarse en el parque frente a la Terminal de Trasportes, donde les facilitaron unas carpitas, prefirieron desperdigarlos por toda la ciudad en pretendidos y temporales refugios o montarlos en buses que los llevaron a la frontera de Rumichaca.


Decirle a Cali que es una ciudad ingrata, es llover sobre mojado, esa ha sido su gran característica. Pero decirle al señor Armitage y a su combo que den un ejemplo de gratitud similar a la del Edificio Venezolano, ni es demasiado ni lo pueden tomar como una pócima de cianuro periodístico.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

    ©Editorial Elimparcial.com.co | Nosotros |

    © 2009 - 2018 - El Imparcial - Periodical Format - La idea y concepto de este periódico fue hecho en  Periodical Format (PF) que es un Copyright de ZahurK. -

    Queda prohibido el uso de este formato (PF) sin previa autorización escrita de ZahurK