Por Rafael Urrea

Entre el 6 y el 10 de Noviembre de 2018 se llevó a cabo El Festival de Cortos Latinos, dirigido por Diana Vargas, con invitados de España, Francia, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, Colombia, México, Cuba, Uruguay y Estados Unidos. Este festival se celebró en las sedes del Theater SVA, en el Consulado colombiano de New York, y en el Instituto Cervantes.  

Maravillosas historias, visiones intimistas en su mayoría, contagiadas de la enfermedad del siglo, soledad, pero a su vez entregadas a una lucha constante por recuperar el sentido de la lucha por vivir, de transmitir lo poco que le queda al individuo de esta época, de soledades, robots y gente robótica.

Después de conocer todos los cortometrajes de este Festival, la preocupación sale de la estructura de las historias, de los aciertos y desaciertos de las producciones, para ir directo al dolor del mal del siglo, hasta dónde llegarán estos seres humanos melancólicos y solitarios, en un mundo cargado de pasiones que han dejado atrás el concepto inequívoco de que el mundo ha sido creado por todos y para todos.

Y en medio del ruido de la época, de la moda de las fake news, de los discursos del odio y más odio, aparecen estos directores que aún tienen fe en el cine, que luchan con su lanza de imágenes en movimiento soportados sobre los hombros de no sé qué caballo gigantesco o minotauro pero que se arriesgan, no esperan que estén alineados los planetas, rompen con las estructuras del sueño perfecto y van tras el vellocino incompleto.

De esas historias que jamás se olvidarán hay muchas, de sus talentos nadie puede dudar, son cortometrajes, visiones intimistas en construcción, pero que muestran en algunos casos toda la capacidad narrativa del cine en sus más afortunadas manifestaciones, de esa manera debemos hablar entonces de los más relevantes, los que tocan más el alma o hieren el espíritu cómodo de un espectador desprevenido y complacido, los que discurren por las incómodas fronteras de lo social, lo fantástico, lo apacible y espiritual, lo marginal.

Desfilaron por las pantallas los cortometrajes en orden de desaparición, porque aparecen en la pantalla y desaparecen con el paso de cada fotograma, deseando que ninguno se vaya, pues todos son amados de algún modo y a veces incomprendidos como casi siempre:

De España Madre de Rodrigo Sorogoyen.  Ato San Nen de Pedro Collantes. Cazatalentos, de José Herrera. El escarabajo al final de la calle de Joan Vives, Heridas contra el olvido de Raquel Egea.

De la selección por España, podemos resaltar la potencia narrativa y el discurrir arriesgado del cine de Joan Vives, que en En el escarabajo al final de la calle, presenta una comedia donde se burla de todos los generos del cine, un cortometraje que pasa entre las claves del thriller, para mudarse al documental en tono cómico, y volver sobre sí con una suerte de neo-realismo mágico, que seguramente no existe aún pero está siendo inventado, algo para ver

Visiones íntimas

 FESTIVAL DE CORTOMETRAJES “CORTO CIRCUITO” EN NEW YORK

 Las más relevantes historias de Latinoamérica, España y latinos en Estados Unidos.

Argentina, Cerula de Sofía Carrillo, México, y el corto colombiano Cofee Break, de María Cristina Pérez y Mauricio Cuervo estuvieron seleccionados en la muestra de animación, grandes esfuerzos en un medio donde los avances tecnológicos hacen diferencia, pero que se resiste a esos cambios presentando historias de gran contenido y llenas de magia y fantasía. Asistimos entonces a una gran experiencia, Visiones intimistas,

 cortometrajes con pocos personajes, arriesgados a veces, otras veces no tan afortunados pero que muestran la identidad latinoamericana, dándole a los espectadores una semblanza de su Estado de las cosas su pensamiento, sus dinámicas, temores y luchas. La Niebla de Julia Bonetti de Argentina, El Hilo, de Pablo Polanco y Pietro Bulgarelli de Chile, Plástico, de Sisell Morell de Cuba, Un enemigo de Daniel Drumond, Brasil - USA, La Entreviú de Raquel Bonilla, USA, Lunes, de Andrés Hernández USA, El Sexo de Dios, Luis Camilo USA, Las lecciones de Alberto Ferreras, USA fueron también parte de la Fest, y de este bloque de cortometrajes creo que debemos reconocer el gran trabajo de Sisell Morell, Plástico.

En las difíciles condiciones de vida de dos cubanos, En Plástico, Sisell Morell logra transmitir las grandes preocupaciones del pueblo Cubano, condenado por el anacronismo, y esas preocupaciones las encarnan dos vendedores de cajitas de plástico. La clásica picaresca encarnada en dos muchachos rebeldes llenos de problemas, que venden cajas de plástico para el arroz y las viandas de casa, Plástico es más que una comedia sobre las carencias de un par de muchachos que venden la novedad para las familias pobres El polietileno ellos no vendes las 5 cajitas y las otras dos más que le enciman a las señoras, ellos venden un discurso libertario, que la vida está en la oportunidad de una puerta cerrada, de una malla de gallinero, de un camino donde se alimentan del aire y el paisaje, donde la obsesión de los hombres no es la belleza sino volver a jugar con su hijo. Es el hombre latinoamericano por excelencia, vendido ya como las cajitas al sistema, a la máquina arrogante, por eso ellos mismos lo dicen, cómpralo, cómpralo, nosotros somos los dueños de la fábrica, maravillosos instantes nos dejó este festival de Corto circuito inolvidables historias, personajes tan grandes como las grandes pantallas, donde no existe el glamour sino la poesía, no los efectos especiales sino la magia verdadera, no la belleza, sino el encantamiento, gracias Diana Vargas, Miguel Rueda y Jenn Saavedra, fue una maravillosa invitación.

y no creer, en este pueblo lleno de  intrigantes y de gente obsesionada con la muerte, ante las visiones en el fondo del pescado, la gente reaccionará porque no se cumple la profecía. 

Otro cortometraje que fácilmente sería tema para un largometraje es Ato San Nen de Pedro Collantes, donde un aparente descuido o error, o la certeza de que todo puede ser posible nos conduce por las coincidencias forzadas de un viajero Japonés que llega a la casa de una mujer solitaria y a pesar del poco tiempo discurren por la pantalla, y esas soledades ahondadas por la distancia idiomática.  Ati San Nen, es un llamado al riesgo de hacer lo que se desea, y en ese camino, un punto de giro puede atormentar el espíritu y hasta unirnos para siempre, el final inesperado, pues el tono de comedia inicial nos engaña, pero nos hace pensar que en esa gran frontera del idioma quedan siempre algunos intersticios.

COLOMBIA EN EL ZOOM

Se dice que en el cine, no debería haber zoom, pero a Colombia, le ha correspondido en este Festival de Corto Circuito, una mirada de plano detalle, y ha sido afortunado el encuentro con varios jóvenes representantes de nuestro cine en estas latitudes, donde la exigencia es alta y la crítica no perdona, en la selección ZOOM COLOMBIA compartimos la experiencia de ver los cortometrajes Maria de los esteros, de Eugenio Gómez, Proyecciones de una hermosa Criatura de Estefanny Rios, Descanso o Coffee Break María Cristina Pérez y Mauricio Cuervo, La memoria de los peces de Christian Mejia Carrascal, Guacherna LGBTI, cuando la guerra se convierte en carnaval de César García, Palenque de Sebastián Pinzón.

De la muestra ZOOM COLOMBIA cabe resaltar y en esto me arriesgo a conciencia, la aparición de un talento exquisito, Eugenio Gómez. Maria de los esteros es un cortometraje que tiene todos los componentes de una buena película, no definida claramente en lo argumental, expone con gran capacidad el tema del desplazamiento forzado de las comunidades del Chocó,  con una gran dosis poética, y que el cortometraje  vaya a veces desde los puntos de vista

 experimental, vuelvo a las novedades, nada nuevo habrá en el arte, pero sí un arte nuevo, recrea en torno a la mítica figura de la Marilyn Monroe de Andy Warhol o se inspira claramente en ella, una especie de Arte sobre el arte, Y un rostro detenido tridimensional, padece las torturas de las maquinarias de la belleza, pero esas maquinarias, son tintas, óleos cayendo en cascadas de color sobre el rostro congelado en el tiempo que se resiste a irse, porque no hay mano que pueda más que herirlo, mutilarlo. Una crítica concreta a la desfiguración cotidiana del cuerpo de la mujer, desde una figura mítica que no resistiría ni el roce del pétalo de una rosa, ni de un pincel.

Cómo no hablar de La memoria de los Peces el cortometraje de Christian Mejía, cortometraje que hace memoria de la masacre de pescadores y comerciantes que cayeron en manos de los paramilitares en Nueva Venecia y Cataca. Aníbal regresa al pueblo de Nueva Venecia, a recordar a sus muertos,pero el recuerdo perenne es poderoso, salta al río para convertirse en un pez, un mito como el del Mohán, como el del Hombre caimán, pero de regreso al río, donde el dolor por sus

 seres queridos se multiplica y se hace poderoso, porque la historia de esos muertos está en La memoria de los peces.

Dejamos la página de Zoom Colombia para ir más allá a la cinematografía latinoamericana, donde aparecen directores como José Rezende, de Brasil con su cortometraje Anderson. En Anderson del Brasileño Rodrigo Rezende Meireles, asistimos a un argumental de tono documental, un trabajo que narra los problemas del desarrollo de un hombre con parálisis, sus pasiones, sus deseos y hasta sus ilusiones como hombre, su hablante personal está animado por el deseo de ser un ser humano normal a pesar de todo.

Rezende hace un bello retrato, donde la pasión por la vida florece a cada segundo y donde demuestra que el mundo no es perfecto para nadie. Un hincha de fútbol apasionado ese es Anderson, pero es también un buen hermano, un amador de su pasado con su familia, compartir la pasión por el fútbol en familia le da el coraje para

documental no extravía su sentido, al contrario lo llena de posibilidades, ese susurro de María, que puede ser nuestra patria atrapada en una ciénaga como el mismo Iván de la infancia... de Tarkovsky, o esos pasos que pisotean nuestra memoria y la acechan con sangre, savia de árboles, viejos árboles son nuestros hermanos que huyen de la muerte, y Eugenio Gómez los hace ver, a los asesinos sin rostro. para qué ver esas caras, si el acecho de sus botas militares deja una huella eterna, para qué verlos. Veamos a María y sus voces, a las mujeres en medio de la selva gritando sus cotidianidades, salve María, María de los esteros.

Y hay que hablar de Estefanny Ríos y su cortometraje Proyecciones de una hermosa criatura, en donde el lenguaje

seguir. Y en el juego de la vida a pesar de contar con tan pocas fichas para el juego, Anderson es un ganador.

Otro gran cortometraje del Director Alejandro Zuno de México, Oasis un argumento centrado en el mundo de dos mujeres decepcionadas y solitarias, en medio del estupor de la noche, la verdad de las diferencias y lejanías de dos seres que podrían ser uno mismo, pero que el destino marca y traza sobre sus vidas la indeleble presencia del deseo, la decepción, la tristeza, el odio, la soledad, y otra vez el deseo, en una arriesgada y preciosa interpretación actoral de Norma Pablo y Morganna Love.

Irma de Alejo Schettini y Germán Tejeira de Uruguay, La Ballena escarlata de Jimmy Cho, Colombia, El niño y la noche de Claudia Ruiz de