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LOS ÚLTIMOS PASOS DE FIN DE AÑO

365 días es un número muy llamativo y del cual estamos acostumbrados a consumirlos en nuestros programas laborales.

Los gobiernos tienen su forma peculiar de administrar el tiempo y valorarlo según sus criterios políticos. Pero el mundo comercial del que viven los políticos de sus impuestos lo ven diferente. A menos días laborales mayor la perdida de utilidades. Y esto no lo analizan los hacedores de las leyes.

Organizar un país y que sea bien conducido y productivo se necesita de perdonas bien adiestradas y con experiencia administrativa. Esto no lo hace el político nuevo sino aquel que haya demostrado buenos manejos en la cosa publica. La hoja de vida administrativa de un potencial candidato es importante conocerla.

No son 365 días en los que va a estar al frente de una administración sino muchos más dependiendo de su calidad y su buena gestión.

Lo que ha venido sucediendo es que la falta de conocimiento del electorado en estos quehaceres vienen eligiendo las personas equivocadas a puestos que requieren un alto conocimiento administrativo.

Las ciudades viven continuamente en manos de gente mediocre, pero buenos parlanchines que se deslizan como lagartos entre las piedras.

Todo esas malas administraciones se pueden corregir si la sociedad avanza en un mayor conocimiento en quien va asumir los cargos y no aquellos que ofrecen cuanto no tienen para poderse apoltronar en puestos que al final desangran a toda la comunidad.

Todo esto es complicado en una sociedad que su nivel de raciocinio esta limitado y que quienes conocen de ellos se aprovechan de esta gente que vive de migajas de pan, como quien dice comida para hoy y hambre para mañana.

Estamos a pocos pasos o días para culminar esta temporada en el escorial donde todo esta consumado y solo queda el humo de lo ya consumido.

El 2019 y sus 365 día no será muy diferente de lo que ha pasado hasta ahora, a pesar que hayan protestas y gritos, piedras, llantas quemadas, muertos y negociaciones como las que se han llevado en el pasado.

La respuesta siempre ha sido, con los muertos que llegan después de que la calma llega aparentemente.

El señalamiento de estrato social es humillante a la condición humana

Por Zahur K. Zapata

Cada vez que escucho la palabra estrato social, 1, 2, 3, 4, etc. me hace sentir que quines acuñaron este termino son unos esclavistas, o gente miserable que quiere aprovecharse de la buena fe de la sociedad.

Una sociedad que acepte este trato, esta aceptando que la maltraten y abusen de ella. Que la condiciones a una vida donde se desprecia su condición humana y que su capacidad de entender la realidad de que es ser un ser humano esta fuera de su alcance.

Lo que me llama más la atención es pensar en esos cientos de miles de personas que han alcanzado avanzar en el conocimiento, en libertades, en derechos y en razonar equilibradamente, acepten este trato que denigra de la condición humana.

Nadie esta sobre nadie, ni esta obligado a asumir responsabilidades por otros. La sociedad es un conjunto de fuerzas llegadas de todas las direcciones que bien dirigidas nadie tiene porque estar de bajo del otro.

Hemos avanzado increíblemente en el conocimiento de nuestra naturaleza que no podemos permitir que un demente pretenda situarnos en escalas para poder manejar nuestro bienestar.

El bienestar humano no puede estar en individuos que no tienen la capacidad de ofrecer nada mejor que un número, como si aún estuviéramos en la era hitleriana cuando se tatuaba el número para distinguirlo de los demás.

Según el estrato te califican y te condicionan a vivir. Haciendo esto que la sociedad se divida y asuma un señalamiento que le impide realizar su verdadera condición humana.

Algunos pensaran que esto esta bien porque los de estrato bajo van a recibir mejor tratamiento del Estado, pero la realidad es que el Estado los mantiene en mayor pobreza y olvidados hasta que vayan a llegar las elecciones.

Los de los estratos más alta caen en las manos inescrupulosas quienes los explotan y viven de ellos por considerarlos más afortunados económicamente.

A la hora de la verdad todos tienen que trabajar y pagar el impuestos del IVA donde no existe estrato social, pero si va para la misma bolsa de donde los políticos se aprovechan de ella.

Hay tantas cosas mal hechas en un país donde la microeconomía reina. Y el establecimiento se endeuda a nombre de una sociedad que no tiene control de quines la gobierna y la manejan.

Hablar aquí parece inútil, porque todo cuando se diga, se escriba nada hace que las cosas cambien para bien. Es como si existiera una complacencia entre ambas partes para continuar viviendo en un mundo donde se le ofrece poco a cada un o de los ciudadanos.

El ser humano pertenece a un solo estrato, el estrato humano.

CUAL ABADESA

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Diciembre 3 2018

Las abadesas mantenían el orden en los conventos sancionando con suspensión de alimentos, aislamiento en la celda y pérdida de funciones asignadas a todas aquellas monjas que fuesen encontradas en disputas personales o hubiesen llegado a los golpes o el maltrato entre ellas. Para lograrlo, la madre abadesa no necesitaba juicio alguno ni oír a las partes enfrentadas en sus versiones. El poder divino concedido por el obispo o por el papa le otorgaba esa gracia de condenar disciplinariamente sin escuchar las razones y argumentos que provocaron los incidentes. Y si por alguna razón anterior existían divergencias o antipatías con alguna de las causantes, la suspensión, el aislamiento y la pérdida de funciones era más fulminante y evidenciaba la venganza.

700 años después en Colombia, el Procurador Carrillo ha actuado cual la madre abadesa en el caso del alcalde de Bucaramanga y, con una celeridad infinitamente sospechosa, lo suspendió ipso facto en el ejercicio del cargo por haberle pegado a un concejal mientras discutían. Alegando quizás la misma inquina de la monja medioeval, no le concedió al alcalde de Bucaramanga la opción de defenderse ni recurrir su medida y, en una evidente coordinación, vimos que el gobernador de Santander nombró a su reemplazo en forma casi inmediata. Como el Procurador no le informó tampoco a los congresistas que lo eligieron toda la verdad sobre los compromisos profesionales que mantenía hasta unos días antes de ser escogido, como además, movido por sus temores, interpretó la ley para negar a Santofimio que le revisaran en la JEP su condena y ahora dispone cual madre abadesa de un alcalde, me temo que están dejando crecer un pequeño monstruo vestido con el hábito del liberalismo inquisidor cuando todos creíamos que apenas llegaba a ser el monaguillo de Gaviria.