El Imparcial-Pagina 6

 

                                                                                                                                  Pereira, Colombia -  Edición: 12.497-77 - Fecha: 04-17-2019

 Pg. 1-13

Share this page

 

Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Director: Zahur K. Zapata - 1981

 

 ADMINISTRACIÓN

 

Publisher

Zahur Klemath Zapata

               
Gerente
Operativo

Natalia Cuervo López

 

    Marketing

 

Director Comercial:

Darwis Urbina

 

REDACCIÓN
 

Jefe de Redacción

Rubén Dario Varela Hurtado

 

Colalaboradores

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Harold Alvarado Tenorio

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Rafael Urrea

 

  

Diagramación

Rafael Zardar

 Roberto Gonzalez

 

Soporte Tecnológico

Darwin Urbina

Aurooj Ali Khan

Sidra Noor

Muhammad Mushtaq

 

 CONTACTO

 

E-mail: director@elimparcial.com.co

     redaccion@elimparcial.com.co

    ventas@elimparcial.com.co
 

Calle. 21 7-68 Segundo piso

 

Tel. (57) 6-348 6207

Pereira, Colombia

1-646-370 6964

New York, USA.

 

 

 

Directora: Julián Chica Cardona

Colaboradores:

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Harold Alvarado Tenorio

Zahur Klemath Zapata

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Carlos Orlando Pardo

Jotamario Arbeláes

-------------

correo@magazinliterario.com

 

El Imparcial es un medio informativo digital que se publica en PF en Internet y pertenece a la red de medios "Network Digital News" de propiedad de ZahurK. 

 

 

 

 

 

 

¿Prima más el dinero que los derechos humanos?

 

   Para nadie es un secreto que la población venezolana atraviesa quizás por el peor momento de su historia, muertes diarias a causa de constantes apagones en los hospitales, falta de medicina, alimento, etc., siendo esta una situación real que no es ninguna novedad a estas alturas del partido.
  
No obstante, el punto álgido de los que muchos poco se atreven hablar, lo constituye el hecho de reflexionar sobre el siguiente interrogante: ¿Qué es más indignante? ¿El hecho de que continúen los atropellos de la dictadura de Maduro, o el hecho de que tristemente prevalezcan intereses económicos internacionales que impiden que se tomen verdaderas cartas en el asunto que contribuyan a encontrar una solución viable a esta cruenta realidad?
  
Lo único cierto es que desde todo punto de vista, es inaceptable que gobernantes de países potencias mundiales como China y Rusia prefieran apoyar la dictadura presente en Venezuela por prevalecer intereses económicos y obstaculizando así una salida internacional.
  
Entonces la pregunta esclarecedora, ¿vale más los miles de millones de dólares que China y Rusia le han prestado a Venezuela que los derechos humanos de personas que a diario no tienen que comer y de niños que fallecen por desnutrición?
  
En definitiva los gobernantes de este país deben analizar, porque el pecado no es solo de Nicólas Maduro, sino de estos dos países ricos que aun con suficientes recursos continúan apegados a una millonaria deuda que ni siquiera tal vez se le pueda pagar.

Piedra en el zapato

  
Este argumento se sustenta no como un simple análisis político, sino basado en los últimos acontecimientos en las reuniones de la ONU (Organización de Naciones Unidas) en donde han sido precisamente los votos de los chinos y de los rusos que tienen bloqueado el accionar de nuevas acciones en contra de Maduro.
   Y es que contrario a lo que se creía, la salida de Maduro no está para nada fácil porque a la hora de la verdad, el denominado cerco diplomático no ha surgido efecto, Maduro sigue aferrado en el poder y continúan en Venezuela los crímenes de lesa humanidad sin que se pueda hacer nada y todo gracias al apoyo ruso que sigue apoyando económicamente y militarmente a Venezuela.
   En síntesis, los prestamos de china y rusa son un obstáculo y el hecho de que el usurpador Maduro sigue con el respaldo no solo militar, sino de grupos al margen de la ley y además de milicianos, la solución de Venezuela no parece llegar pronto, al contrario cada vez parece más lejana, y lo más lamentable es que los venezolanos ante tanto habladuría a nivel internacional y nada de hechos concretos se están acostumbrando a su nefasta realidad.
   Es hora entonces de tomar cartas en el asunto, pero cómo hacerlo, si hasta las mismas organizaciones de protección internacional se ven impedidas por poderosos miembros que han interpuesto el dinero antes de la conservación de vida. Este es lamentablemente el accionar de nuestro mundo, el mismo en el que se interpone el dinero, el poder, los intereses económicos y de negocios por encima del pueblo.
   Cuando será entonces que veremos libre a nuestro hermano país de Venezuela, ¿el día que China y Rusia reciban el dinero prestado? ¿El día que recapaciten los militares? ¿El día que Estados Unidos se decida a realizar una intervención militar en territorio venezolano? ¿El día que Maduro recapacite? ¿El día en que los venezolanos provoquen una guerra civil y decidan unirse a Colombia para poder crecer como una sola nación para el bien de una sociedad que son los mismos y solo los separa intereses políticos. ¿Cuándo?
 

 

 


ENVIDIA Y VENGANZA

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Si algo nos caracteriza a los colombianos es que hemos construido mucho de lo que tenemos ejerciendo la envidia y la venganza y, aunque no se crea, disimulándolas. Si hubiésemos superado la envidia por el bienestar ajeno no estaríamos creyendo que lo de cada uno es lo peor y lo del otro lo mejor. Y, aunque duela admitirlo, sobre la envidia polarizamos y nos enfrentamos. Por algún maldito gen, no hemos podido aceptar jamás que otro lo pueda hacer mejor .Tal vez por el mismo ancestro, cuando damos una opinión sobre lo bueno o malo del sujeto observado o juzgado, siempre se nos refuta comparándonos con otro o, lo que puede ser peor, tildando al que califica, de pertenecer al bando enemigo del calificado. En Colombia una opinión neutra es rechazada. Una opinión propia un es delito.

De la misma manera, desde épocas precolombinas y después en los hombros de los conquistadores españoles y en las andas de las torturas de la inquisición eclesiástica, hemos ejercido la venganza como única forma de compensar lo que no somos, lo que hemos perdido o para disimular lo mal orientados que hemos estado. El que la hace la paga, ha dicho una y otra vez quien hoy nos gobierna. Y la mayoría de compatriotas ha creído que esa frase presidencial no es una exageración ni una forma miserable de entronizar la venganza como elemento ordenador de la sociedad.

Probablemente la religión católica, con sus cuentos del cielo y el infierno, del premio y el castigo, abrió las puertas para que actuáramos como los judíos o los musulmanes e implantáramos aquello de diente por diente, ojo por ojo. No importa de dónde provenga. Lo cierto es que nos estorba muchísimo y que bajo ningún punto de vista pareciera que quisiéramos modificar nuestra actitud. Hicimos un país sobre la envidia y la venganza y hoy nos está resultando demasiado costoso admitirlo y más caro todavía, intentar modificarlo.

 

EL MIEDO
 

El miedo no lo venden en las farmacias. El miedo es muy personal. Tanto, que se vuelve absolutamente respetable. Hay sicólogos que hacen distinciones entre miedo y temor. Consideran que el miedo es casi irracional y es inherente a la gran mayoría de los seres humanos y surge ante la percepción de un peligro. El temor es para tales sicólogos una emoción artificial que hace evitar
 

   

o huir de situaciones de peligro imaginario. Es temor entonces aterrorizarse por un sapo o una culebra que finalmente ni van a picar ni van siquiera a atacar. Y es miedo esconderse ante la inminencia de la muerte o huir para poder disminuir los efectos de esa posibilidad. Cada quien, entonces, reacciona a su manera, unos con mayor velocidad, otros con más agresividad. Todo depende de lo que en Colombia llamamos “ flojera”.Solo cuando el miedo se torna en colectivo y en contagioso se abren las puertas del pánico. Muchos gobernantes y jefes religiosos han creado miedos y temores y sobre ellos han construido su poder. Muchas religiones, por no decir que casi todas, han construido sus pedestales asustando a sus creyentes.

 

Así pasó con el infierno. Así está pasando ahora con la realidad nacional. Desde Bogotá han sembrado miedos y temores sobre la provincia. Los malos y los bandidos han sido crecidos desde los escritorios bogotanos. El poder de manejar la información y los hilos burocráticos ha servido para ello. Muchas veces entonces las estigmatizaciones son fruto del miedo sembrado desde esos cenáculos santafereños. Ante la incapacidad de entender al provinciano, negro o indio, montañero o costeño, han preferido sembrar el miedo sobre sus actuaciones. Los resultados los estamos viendo por estos días. Hay quienes exigen respeto a su miedo para disimular su incapacidad. Hay quienes se incapacitan o encaprichan para no tener que confesar que sienten miedo. Descubrirlos es uno de los oficios del periodismo de opinión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    ©Editorial Elimparcial.com.co | Nosotros |

    © 1948-2009 - 2019 - El Imparcial - Periodical Format - La idea y concepto de este periódico fue hecho en  Periodical Format (PF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (PF) sin previa autorización escrita de ZahurK