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Pereira, epicentro de tecnología
Sin lugar
a dudas, el siglo XXI ha venido siendo marcado por el auge de la
revolución tecnológica y por ende, Pereira no ha sido la excepción,
motivo por el cual, hoy en día en diversos informes recientes, el
Ministerio de las Tics ha anunciado que la ciudad ocupa los primeros
lugares en habilitación de zonas WiFi.
Y es que el hecho de contar con los denominados Punto Digital,
ubicados en diferentes sitios estratégicos de la ciudad, han
contribuido enormemente para que cientos de pereiranos y extranjeros
cuenten con un fácil acceso a la navegación en Internet.
Siendo así, no es muy exagerado afirmar que Pereira ha sido
epicentro tecnológico de Latinoamérica, ello, teniendo muy en cuenta
que existen antecedentes que brindan un fidedigno testimonio de una
de las ciudades en donde se han registrado los más grandes gestas
cívicas, no en vano, gracias a este tipo de iniciativas se construyó
el Aeropuerto Internacional Matecaña.
De esta manera, en el impulso de estas gestas cívicas, no solo las
grandes obras quedaron en la historia, sino también las grandes
revoluciones tecnológicas de la comunicación como la antigua Telecom
que marcó el inicio de un proceso acelerado de modernidad en esta
materia.
Ahora bien, teniendo muy presentes estos antecedentes, otro de los
argumentos que evidencian el auge tecnológico pereirano, se presenta
en la inclusión de Pereira como una de las ciudades de Colombia en
donde se presenta un gran número de innovadores tecnológicos.
Sin duda alguna, una prueba fehaciente de ello, es la reciente
creación de SENNOVA, (Sistema de Investigación, Desarrollo
Tecnológico e Innovación, un programa del Servicio Nacional de
Aprendizaje de Risaralda, SENA, iniciativa con la que se pretende
fortalecer los estándares de calidad y pertinencia en las áreas de
investigación, desarrollo tecnológico e innovación en los
estudiantes.
No obstante, este es tan solo uno de los casos por citar de los
programas de emprendimiento tecnológico que existen en la ciudad en
planteles educativos como la Universidad Tecnológica de Pereira,
entre otros.
Nueva forma de economía
Otro aspecto importante a tener en cuenta en la revolución
tecnológica de Pereira, no deja de ser la denominada “Economía
naranja”, un término que está de moda en este tiempo y que impulso
el actual presidente de la República, Iván Duque, la cual consiste
en promover la economía del país a través del desarrollo y la
innovación de negocios y proyectos tecnológicos en el Internet.
Este nuevo modelo económico que promueve la independencia económica
de las empresas y fomenta el emprendimiento personal, es una
alternativa financiera que día tras día emprenden los pereiranos en
busca de sacarle provecho a la nueva economía basada en las nuevas
herramientas tecnológicas.
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Republiqueta:
Bananera, cafetera o coquera.
Por:
Leonardo Franco Arenas
Las
declaraciones del Canciller Trujillo, hacen claridad de cómo va a
ser el manejo de las relaciones con Estados Unidos; lo anterior,
ante la injerencia en asuntos de política interna del país, por
parte del embajador Whitaker.
A propósito del Canciller, donde quedó aquel prohombre, jefe de la
hermandad derechista de la Nación, que voz en cuello denostaba en
contra de Rusia y China, cuando supuestamente hablaba en “pro” de
Venezuela y protestaba por la injerencia de estás potencias en temas
nacionales de la hermana República. Parecía un venezolano del común,
más auténtico que la Hallaca, la arepa venezolana o el lago de
Maracaibo. El latinoamericano emérito, adalid, líder de nuestro
continente.
Que pantomima tan mal montada. Primero, muy pocos colombianos,
escasamente algunos que hacen parte de su corriente política le
creyeron y hasta lo aplaudieron, solo faltó la arenga de Paloma
Valencia. Segundo, de cuando acá un oscuro canciller de una
Republiqueta tercermundista va a encarar a dos de las superpotencias
mundiales; como dicen las comadres, “con que ropita” o peor aún, “y
este quien es”. Tercero, hablando del tema del intervencionismo
norteamericano; con esta genuflexión ante el embajador gringo, con
esta bajada de caña a un tema tan delicado (por respeto a la
soberanía del País), por esa tragada del más asqueroso sapo sin
pestañear, nadie le cree esa actitud de patriota con Venezuela.
Ahora lo serio, durante muchas décadas de los siglos XIX y XX,
Colombia fue considerada una República bananera, expresión
despectiva hacia aquellos países centro americanos, considerados el
patio trasero de los Estados Unidos. Aquí se ponían o se imponían
los gobiernos, se dictaban las leyes y se exprimía la precaria
economía a su favor. Guerras civiles, ocho de proyección nacional y
unas cuarenta regionales (Guerras y constituciones o viceversa.
Biblioteca Nacional de Colombia). Monocultivo, café en la región
andina, banano en toda la costa Atlántica. Violencia y religión
(País del sagrado corazón de Jesús)
República cafetera, transición de unas décadas, creación de la
federación de cafeteros, Pacto cafetero (OIC), fortalecimiento del
gremio, precios altos del grano, bonanza cafetera en el gobierno de
López Michelsen. Beneficiados los grandes productores y las
multinacionales tostadoras. Violencia y discurso social.
República coquera o narco Estado como la llamaron algunos, durante
muchos años existió el maridaje entre los poderes del país y estos
ricos emergentes con dos desenlaces a cuál de
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ellos más
trágico y costoso para Colombia. Uno, la guerra desatada por la
mafia al querer apoderarse del poder político, asunto en el que no
cedieron los políticos y se armó la de Troya. Sangre, los “buenos
contra los “malos”.
Dos, la cooptación y el manejo del estado por las mafias, el real
narco estado. Aún estamos en el mismo. Un Estado del miedo, manejado
desde la sombra y en el cual desde la embajada de la autopista El
Dorado con 48 en Bogotá, deciden los destinos de esta Republiqueta,
lo vemos a diario.
LLEGÓ LA HORA
Gustavo
Álvarez Gardeazábal
Abril 24
2019
Los balances sobre la seguridad pública no pueden mostrar cifras más
asustadoras. Las que publicó SEMANA hace 8 días deberían tener
meditando al par de tercos que nos gobiernan, Duque y Uribe, sobre
el capricho de seguir negándose a la realidad. El gobierno anterior,
que tanto detestan, les dejó armadas las conversaciones con los
Elenos en La Habana. Uribe y Duque resolvieron que esas charlas en
busca de la paz no pueden hacerse. Pretendieron montarles un cerco
diplomático a los delegados del ELN para que Cuba los entregara
encadenados y fracasaron como en tantas otras cosas. Casi lo mismo
pasó con los autodenominados gaitanistas y llamados por la Policía
como “Los del Golfo”. Las conversaciones entre abogados y delegados
estaban caminando para que ellos se sometieran a la justicia. A
Uribe y a Duque se les olvidó esa posibilidad y ahí los tienen,
agarrados con los Caparrapos y haciendo pactos o batallas con los
disidentes de las Farc y con los Elenos en distintas regiones (cada
vez más numerosas) en donde el estado no ejerce, los uniformados
constitucionales no se ven y el Ministro de Defensa parece más un
vendedor de cacharros metafóricos. En Guaviare, en vez del estado
llegaron los exfaruchos que quieren seguir cultivando coca y
exportando perica para conseguir tanta plata como sus antiguos jefes
y el asunto se volvió a perratear.
Uribe y Duque no quieren sentarse a conversar .Tampoco parecieran
tener ejército para mandar a la batalla. Las negociaciones que tanto
le encantaban a Uribe cuando era el más hábil vendedor de caballos
viejos de Colombia, han pasado al olvido. Pero, como están las
cosas, no queda más que sentarse a seguir buscando la forma del
diálogo para frenar este despelote porque la guerra que quiere Uribe
no se libra ni con este Ejército ni con este presidente y mucho
menos con tantos frentecitos armados desparramados por todo el país.
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