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De la
barbarie y el acostumbramiento
En Colombia se vive de
indignación en indignación hasta que uno se muere indignado".
(Andrés Felipe Giraldo)
Las imágenes
desgarradoras de un menor desesperado, gritando de dolor por el
asesinato de su mamá, líder social en Tierralta Córdoba, debe mover
este anestesiado sentimiento de solidaridad y repudio ante estos
crímenes por parte de los colombianos.
Semana tras
semana la estadística macabra de este tipo de asesinatos selectivos
a líderes sociales en nuestro país crece. Córdoba, Sucre, Cauca,
Chocó, Antioquia, Eje cafetero y un largo etc. etc. Porque esta
extinción sistemática se siente en casi todas las regiones de
nuestra Nación.
La zona rural es
donde se siente con mayor dramatismo, en las áreas de recuperación
social que buscan reescribir su historia, tras años de ser el centro
de la confrontación armada.
Antes de que esta
situación se recrudeciera, vivimos una tregua, alcanzamos los
colombianos a vislumbrar una luz de esperanza para superar esa marca
de violencia histórica que nos caracteriza; las muertes violentas de
líderes y lideresas, los falsos positivos habían retrocedido
drásticamente ante esa realidad que se estaba imponiendo en
Colombia, La Paz. Con el cambio y la transición hacia el nuevo
gobierno, la estrategia cambió radicalmente, la guerra sucia está de
nuevo a la orden del día, se ha hecho evidente y los dueños de la
guerra se apropiaron nuevamente de espacios de poder e impunidad.
Aquí nos han
manejado el cuento manido de “los buenos somos más”, esta es una
frase que hay que recapitularla, desde aquella perentoria de “los
buenos muchachos”, que no resultaron tan buenos; hay que ser
cuidadosos con el tema.
Lo anterior no es
cierto, tal como la quieren hacen ver, es lo que se ha aprendido a
repetir cuando se voltea la cara para otro lado e ignorar estas
arremetidas de la barbarie, así, quedamos absortos en las pantallas
de TV, en las redes sociales, en noticias frívolas, en realities y
fútbol, mientras tanto, a nuestro lado son mutilados los derechos de
personas que de varias formas luchan por reivindicar el derecho de
las víctimas, vivas, muertas o muertas de terror, de los
desplazados.
El conflicto
armado en Colombia ha dejado innumerables y profundas heridas en
todos los actores, hoy, aquellos que trabajan en la restitución de
tierras principalmente, en temas de resocialización de la población
que retorna a sus espacios naturales; también aquellos que por
décadas han denunciado los atropellos a los cuales han sido
expuestos, todos ellos están siendo masacrados.
Lo más grave es
que este espectro de víctimas se ha ido ampliando, hoy día, amas de
casa, trabajadores, jornaleros, campesinos, indígenas,
afrodescendientes, estudiantes entre otros, son las nuevas víctimas
de estos grupos, antes solo eran líderes sindicales, defensores de
derechos humanos, abogados de colectivos de defensa social, líderes
LGTBI, políticos sobre todo de provincia.
Quien encarna el
poder del Estado en este país es el ejecutivo, quienes entonces son
los responsables de parar esta matanza a la que asistimos
impertérritos desde hace dos años de manera creciente. A los
colombianos quien debe darnos explicaciones de este impresionante
desangre.
Estas muertes no
pasan de ser hoy una simple estadística, la impunidad se pasea
campante por todas las esferas del Estado colombiano, aquí no pasa
nada. El comandante del ejército ha sido acusado junto a otros
generales por Human Right Watch por los falsos positivos y supuestas
nuevas directrices desde el alto mando para lograr buenos resultados
en la confrontación armada, ¿ha pasado algo? No, y creemos que no va
a pasar.
Solo podemos
atinar a decir, “Que paren la barbarie” ¡Ni uno más! “
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Del
ahogado el sombrero
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LAS 3
DEL TINTERO
Gustavo
Álvarez Gardeazábal
Junio 23
2019
LO DEL
LLANO: UNA MUESTRA DE DESGOBIERNO
La crisis
que genera la siempre endeble carretera al Llano podría ser la mejor
manera de corregir el desgobierno que nos inunda. Si desde la Casa
de Nariño se nombrara un coordinador general de las acciones a
realizar y este organizara un gran puente aéreo para pasajeros,
subsidiado por el estado para que no exploten las compañías aéreas
las necesidades de los llaneros. Si así mismo se organizara otro
puente aéreo en aviones de las FAC para llevar y traer alimentos de
primera necesidad. Si con el mismo ímpetu se decretara un horario de
uso para las carreteras del Sisga y de Sogamoso, con patrullas
motorizadas de policía y equipos permanentes de reparación de las
dos vías, mientras dure la emergencia, para que en horas nocturnas
se traiga el ganado y la carga, y en las diurnas transiten los buses
y automóviles, y se diera también un subsidio a cada pasaje para
amainar el golpe de la crisis. Si todo eso se hiciera, se sentiría
que hay gobierno.
LOS ARMITACHES SON LA NUEVA PESTE EN CALI
La
genialidad del alcalde Cali Maurice Armitage no cesa de dar
demostraciones ni siquiera ahora que entra en la recta final de su
período.A la manera poco eficiente como importó desde Bogotá un
Secretario de Seguridad unió un secretario de Movilidad, también
llevado desde la capital del país, y ninguno de los dos dio pie con
bola. Al de Movilidad le hicieron un debate en el Concejo Municipal
el pasado miércoles donde salieron a relucir costos y estupideces
del presunto programa de agilización del tráfico en Cali. Los
concejales nos contaron que Armitage se ha gastado 60 mil millones
en adquirir taches, bardillas y tubulares que colocadas en unas
calles, ya estrechadas por el MIO, no vuelven expedito el tránsito
sino que generan la ira de los caleños. Es de tal magnitud lo
sucedido que los habitantes de la ciudad llaman a todos esos
estoperoles y adminículos de estorbo como “los armitaches”.
LA GUERRA DE LOS DECAPITADOS
Ha
llegado a tal extremo el amodorramiento de la sociedad frente a la
utilización del crimen atroz como herramienta de poder y venganza
que en mi Tuluá natal, donde hemos vivido todas las guerras, se ha
desatado una nueva: la de los decapitados y a nadie parece
sorprenderles. Quizás porque la metodología de cortar cabezas es
fruto de la influencia que últimamente tienen los mexicanos en el
negocio de la droga colombiana. Quizás porque para la Policía la
batalla no pasa de ser entre un par de bandas, las de La Inmaculada
y las de La Santa Cruz, que ni jefes tienen. Es tal el
amodorramiento que a ningún político en campaña le produjo reacción.
Se evadió el tema y las autoridades, curiosamente, minimizaron la
noticia de que un par de horas después de encontrar las cabezas
cortadas mataron otros dos, a bala, a quienes les atribuían el mismo
oficio de los decapitados: distribuir minidosis de alucinógenos a
domicilio. O no quieren armar el rompecabezas como es debido o lo
quieren decapitar para que no se conozcan los verdaderos
explotadores de la guerra.
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¿Y dónde están los
centros de desarrollo infantiles?
Por:
Rubén Darío Varela
Con justa
razón fueron varios los concejales de Pereira que hace pocos días no
dudaron en manifestar su inconformismo ante el informe presentado
por el secretario de Educación de Pereira, Daniel Perdomo acerca del
avance de los cuatro nuevos centros de desarrollo infantil que están
contemplados construirse de acuerdo al Plan de Desarrollo de la
capital risaraldense.
La molestia de algunos de los corporados se refería en su mayoría a
la falta de cifras exactas que hacían énfasis específicamente a la
cantidad de los niños y niñas que en la actualidad están siendo
beneficiados con estos proyectos educativos.
Y la verdad es que los concejales que realizaron esta afirmación
tienen algo, o mejor mucho de razón, porque no es posible que a
estas alturas del partido, tan solo se haya construido este plantel
educativo en Salamanca.
La pregunta del millón entonces es: ¿En dónde está la “platica” con
la que supuestamente se construiría los otros tres centros de
desarrollo infantil? Vaya uno a saber.
Lo cierto del caso es que son muchos los inconformismos, no solo por
parte de los concejales, sino de la comunidad en general acerca de
los vacíos y elefante blancos de la educación.
Es hora que en este país se entienda de una vez por todas que la
educación es el factor primordial de la sociedad y que por lo tanto
se debe velar por cuidar sus recursos y mejorar la calidad de vida
de los niños.
Nuestro futuro se encuentra en manos de los infantes y no es justo
que por unos cuantos “vivarachos”, no se garantice a los futuros
profesionales de Colombia un bienestar y una sana educación.
Ahora bien, tras esta crítica se hace más que urgente y necesario
que la administración municipal intervenga lo más pronto posible con
el objetivo de agilizar las construcciones de estos centros de
educación.
Además, se debe de tener en cuenta que estas obras son prioridad
teniendo en cuenta que se llevarán a cabo en diversos sectores
vulnerables de la ciudad que beneficia principalmente a niños de
bajos recursos económicos y que tienen derecho a una buena
educación.
Por otro lado, hay que recordar que no solo basta con la creación de
estos centros de desarrollo para niños menores a los 5 años de edad,
también es de suma importancia llevar a cabo una serie de
iniciativas de control y supervisión de calidad con el fin de
asegurarse que los niños reciban calidad en atención integral.
Ello, sin duda alguna quiere decir que se hace necesario que todos
estos niños reciban una atención oportuna en psicología, ambientes
educativos que sean idóneos, es decir, no solo con la entrega de la
estructura de la obra se está cumpliendo, este es solo el pilar de
un arduo proceso de formación educativa.
Sin embargo, no solo en Pereira sino en Colombia aún se continúa
teniendo la errónea percepción que se está aportando a la educación
a través de la construcción de este tipo de edificaciones aun a
sabiendas que el contenido educativo continúa siendo muy deficiente.
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