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                                                                                                                                 Pereira, Colombia -  Edición: 12.527-107 - Fecha: 08-04-2019

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Las marchas no revivirán al último muerto
 

Colombia se ha caracterizado por ser un país de constantes marchas de protestas, ya sean de estudiantes, docentes, sindicatos, trabajadores, enfermeros, cafeteros y todo los que puedan protestar.


Sin embargo la realidad en la mayoría de veces, poco o quizás nada afecta el quehacer colombiano con este tipo de movilizaciones. La idiosincrasia marcha al mismo ritmo que los muertos que se amontonan en la historia familiar.


Las críticas al establecimiento han existido por décadas y han pasado presidentes, gobernadores y miles de senadores por el Congreso y en vez de mejorar el panorama se oscurece más. Los cientos de miles de muertos hacen una cadena unida con los dolientes que daría la vuelta al mundo sin soltarse de las manos.


Los convenios de paz, más los acuerdos entre ambas partes es un juego de ajedrez que siempre quedan en tablas los protagonistas y los dolientes siguen rumiando su dolor viendo pasar al asesino protegido por el que ellos le pidieron protección.


Los muertos continúan no por manos del Estado ni por los rendidos sino por manos de quienes no perdonaron a quienes les causo tanto dolor.


Aquí caen en este proceso líderes comunitarios, abanderados de causas justas y todo aquel que no tiene la protección del establecimiento, porque el mismo establecimiento vive al hilo del filo la navaja.


Cuando el país se estaba formando, hubo tanta traición que el mismo Bolívar abandonó la lucha y murió en medio del camino hacia el exilio.


Hoy siglos después de iniciada la jornada de separación del pueblo americano de España, seguimos separándonos a mache, a bala y bombas de todas las dimensiones.


Hoy los que hacen las leyes amparados por una constitución que es más bien un tratado de ideas y no una simple constitución que integra y blinda al pueblo para que se mantengan unidos y prosperen en estas tierras fértiles, redactan leyes para quedarse con el esfuerzo de millones de ciudadanos que producen y sostienen a los elegidos en democracia y que los esclavizan a través de impuestos para sostener la burocracia.


Nadie se da por enterado, pero todos saben para dónde van los dineros y cada uno de todos tratan de quedarse con algo porque es parte de la cultura ancestral que es casi imposible apartarse de ella.


Por eso se eligen criminales y maleantes porque es lo más cercano y familiar que se conoce. Así todos podemos robar juntos, mientras otros protestan y al final elijen a los mismos.


Las marchan seguirán al igual que la caravana de hormigas y nada cambiará hasta que no haya caído el último viviente que espera que llegue el fin de la especie humana.

 

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Fiestas inclusivas y abundantes en conciertos

Por: Rubén Darío Varela

La ciudad de Pereira celebra sus 156 años de existencia y los pereiranos nos preparamos para participar en las denominadas Fiestas de la Cosecha a celebrar a finales del mes de agosto. La verdad es que en estos últimos años, muchas han sido las críticas que ha recibido la organización de estas fiestas y específicamente por dos razones en particular, una porque ya no se hace el tradicional reinado que anteriormente se realizaba y la segunda razón hace referencia a la suspensión de las cabalgatas.
Pese a que estos dos espectáculos le roban vida a las fiestas, la verdad es que hay que admitir que por lo menos este año, la administración municipal ha realizado un esfuerzo demasiado grande con tal de realizar unas fiestas culturales, variadas y lo más importante con inclusión social, motivo por el cual hasta un concierto cristiano está incluido en la parrilla de programación.
Además, cabe resaltar el hecho que son en total 20 conciertos que se realizarán durante todo el transcurso de las Fiestas de la Cosecha y los cuales se realizarán en sectores poblados de la ciudad como Villa Santana y San Joaquín en Cuba.
De igual manera, se debe de tener en cuenta que pese a que muchos critican la organización de las fiestas, es de aplaudir que en esta ocasión se contará con la participación de artistas de talla nacional e internacional como Willy Colon, entre otros.
Lo cierto del caso es que no todo debe ser crítica y sin duda alguna, uno de los aspectos a tener en cuenta es que lo más importante es que la celebración de estas festividades se lleven a cabo de una manera muy organizada y que no se presenten alteraciones de orden público.
Ante esta preocupación, el alcalde de la ciudad de Pereira, Juan Pablo Gallo ya ha venido anunciando ante los medios de comunicación el hecho de contar con los hombres más que suficientes para que presten seguridad en todos y cada uno de los eventos que se van a realizar.
En fin, solo resta esperar que todo salga bien y que no se presente ningún hecho que lamentar en la celebración de las festividades y que todos, absolutamente todos
 

   

los pereiranos, niños, jóvenes, adultos y hasta los adultos mayores seamos partícipes de las diferentes actividades que se realizarán en el marco de la celebración de los 156 años de historia de nuestra ciudad.

 

DRAGANDO ILUSIONES

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal
 

La eterna batalla de varias generaciones de barranquilleros por volver y mantener su ciudad como puerto marítimo y semejarse históricamente a Cartagena, está resultando cara. No sé hasta cuando seguirá el esfuerzo y exactamente cuánta es la suma que por décadas se ha invertido y seguirán gastando en canalizar el último tramo del rio Magdalena para que los grandes barcos entren hasta el pomposo terminal marítimo de Barranquilla. Pero suponemos los cachacos que esa botadera de millones en tamaña ilusión los asemejará en breve a Manizales tirando la milmillonada en el aeropuerto de Palestina.
Por estos días, y por enésima vez y con la plata de Cormagdalena y con la de Findeter, (es decir plata de todos los colombianos que pagamos impuestos, no solo de los dueños de los puertos establecidos a lado y lado de las orillas del rio), han conseguido que las condiciones para la navegación sean de 8,8 metros. Así y todo los barcos entre 180 y 200 metros de eslora deberán navegar con luz día, mientras que los menores de 180 podrán hacerlo hasta de noche. Tan emocionante logro se debió a cuatro días seguidos de la draga “Lelystand”, contratada por Cormagdalena. El de Findeter se adjudicará esta semana y pagarán entre 26 mil y 28 mil millones por sacar en lo que queda del 2019 y en todo el 2020 unos 700 mil metros cúbicos de sedimentos.
Si las cifras invertidas allí con los impuestos de los colombianos han servido para desarrollar el progreso y la economía de Barranquilla, el Atlántico y el Magdalena, deberían contárnoslo en tablas comparativas de inversión y rendimiento. Pero seguir contratando dragas para sostener ilusiones fatuas tal vez resulte siendo una exageración parroquial o un capricho demasiado costoso.
 

 

 

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