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Alquiler de niños para pedir limosna, otra bajeza social
Definitivamente en la
humanidad no parecen agotarse las diversas maneras de atentar contra
los derechos humanos de las otras personas, y lo más indignante
cuando se trata especialmente de niños; ya que parece que el abuso
sexual y la violencia intrafamiliar son solo algunos de los flagelos
a los que están expuestos nuestros infantes.
Y todo gracias a que en este último tiempo se ha disparado un
particular fenómeno en el país como lo es el alquiler de niños para
trabajar la mendicidad en las calles, y sometiendo de esta manera a
los menores de edad a un sin número de vejámenes como lo son las
largas jornadas de trabajo, la inclemencia del clima, soportando
frío o caso contrario calores infernales.
Eso sumado a las penumbras que pasan los niños aguantando hambre y
sed, quienes en muchas ocasiones como ya se ha denunciado ; son
además de todo lo anterior maltratados física y verbalmente y muchas
veces drogados para soportar jornadas maratónicas, siendo alquilados
para ejercer la mendicidad por un valor que no supera ni los 30 mil
pesos.
Lo triste del asunto es que el fenómeno parece cada vez más ir en
aumento; toda vez que como hace pocos días, las autoridades
competentes manifestaron que la migración venezolana se ha
convertido en una causante para el auge de esta problemática; toda
vez que personas inescrupulosas se aprovechan de la necesidad de los
venezolanos para realizar este tipo de delitos.
Ante este escenario; ya son varias las denuncias e incluso, diversos
los informes, reportajes e investigaciones que se han realizado
denunciando esta nueva modalidad de explotación tan indignante que
inclusive generó que en la Policía Nacional se organizara en estos
últimos días un grupo especial de investigación y que será exclusivo
para adelantar las respectivas averiguaciones.
Lo cierto del caso, es que se trata de un hecho inhumano y una
barbarie de las que son víctimas niños inocentes y todo por el afán
y la ambición de algunas personas sin corazón con el fin de
conseguir el dinero fácil, pues como ya es sabido y presentado en
los diferentes informes, se trata de un negocio lucrativo que al día
puede dejar de ganancia hasta más de cien mil pesos, es decir, tres
veces más que el pago diario promedio de un colombiano.
Además, la invitación entonces es a la comunidad para que no
contribuyan a fomentar este tipo de actividades, pero la realidad es
que se trata de una recomendación muy complicada de seguir, ello,
teniendo en cuenta que es sumamente difícil distinguir si en una
esquina de cualquier calle de Colombia; se encuentra una señora con
un bebé de brazos que realmente necesita ayuda, o si más bien, se
trata de una impostora, la verdad es difícil identificarlo, más aún
porque lamentablemente los niños son los generadores de lástima y
propician que los peatones se conmuevan más y les entregue dinero a
la supuesta “madre”.
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El bicentenario
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Al secretario de Deportes de Pereira se le volvió costumbre mentir

Por:
Rubén Darío Varela
Hace aproximadamente unos dos meses y medio, en una de sus ediciones
dominicales El Imparcial publicó un informe acerca del pésimo estado
en el que se encuentra el gimnasio al aire libre ubicado en el
parque Olaya Herrera de Pereira.
En aquella oportunidad, se denunció el hecho que más del 50% de las
máquinas de uso se encuentran en deterioro por personas
inescrupulosas que han optado por robarse los medidores de pesas,
vandalismo y poco cuidado de la comunidad.
Ante tal situación, en aquellos días, se consultó la opinión de
Gustavo Adolfo Rivera Muñoz, secretario de Deportes de Pereira,
quien fue enfático en afirmar que justamente en los dos días
siguientes al de la entrevista, un técnico de este despacho se
desplazaría al lugar donde se ubica el gimnasio para la toma de
fotografías y evaluación.
“En realidad la reparación de la máquina de ejercicio que hace falta
no es muy costosa y oscila entre 300 y 500 mil pesos, aspiramos que
antes que concluya la siguiente semana ya se encuentre reparado este
gimnasio pero el llamado es para que todos contribuyamos a cuidar
los espacios deportivos con los que cuenta la ciudad”, fue la
versión de Muñoz.
No obstante, dos meses y medio después de aquella publicación, El
Imparcial verificó que el estado de este escenario deportivo
continúa igual y que no se ha hecho ninguna reparación. Sin embargo,
lo más triste del asunto es que de nuevo se recurrió a la versión de
Rivera Muñoz, quien en esta ocasión manifestó que dicha construcción
se realizará en septiembre, dado al hecho que hace parte de un
proyecto de reconstrucción de 20 parques.
Lo más insólito de este caso es que en la anterior entrevista
Gustavo Adolfo Rivera nunca hizo referencia a este proyecto, y más
raro aun, lo constituye el hecho que en esta última versión, indicó
una inconsistencia, manifestando que el proceso de desembolso de
recursos estará listo antes de un mes, y cuando se le preguntó el
nombre de los “famosos parques”, simplemente indicó que se realizará
un estudio con el fin de determinar cuáles requieren la reparación.
¡Por favor!, la pregunta del millón es ¿Será que es posible que en
este corto lapso de tiempo se identifiquen los escenarios deportivos
de los parques y se arreglen?, eso no se lo cree ni él
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mismo, y
a mi juicio me parece una falta de respeto que de nuevo haya tenido
la intención de continuar diciendo mentiras y prometiendo
reparaciones de obras con fechas cuando realmente no va a cumplir
con las mismas.
En
conclusión, es muy meritorio que los funcionarios públicos cada vez
que se dirijan a los medios de comunicación lo hagan con la verdad,
porque la realidad es que hubiese sido preferible manifestar que
dicha reparación aún no está contemplada llevar a cabo con
prontitud, en vez de realizar falsas promesas que no va cumplir ni a
corto, ni a mediano ni mucho menos a largo plazo.
AUN HAY TIEMPO

Gustavo
Alvarez Gardeazábal
Por estos
días y a raíz de la duquedesidia con la carretera Buga-Buenaventura,
que completa 8 meses con un derrumbe en cercanías del lago Calima, y
que ya se comió la mitad de la doble calzada, han reiniciado en el
Valle del Cauca la campaña para solicitar que la Anla le de licencia
ambiental a una carretera que tercamente quieren construir entre
Mulaló y Loboguerrero alegando que economizarían 52 kilómetros entre
Cali y el puerto ya que hoy deben ir hasta Mediacanoa y empatar con
la sufrida Buga-Buenaventura. Dicen que como tal sería un gran
aporte al desarrollo de la región. La argumentación es parcialmente
cierta porque la otra verdad del cuento no la echan.
Efectivamente esos 52 kilómetros son los que se ganan trazando una
diagonal, pero no advierten que la carretera que pretenden hacer
será de una sola calzada, que la velocidad de los camiones que la
utilicen sería máximo de 30 kilómetros por hora y que como es una
montaña endeble no tendrá margen de berma suficiente para esquivar
el obstáculo cuando uno de esos camiones se vare. Además, y por eso
el Anla no ha dado la licencia, el trazado pasa por unas fuentes de
agua muy escasas dada la aridez del terreno, alrededor del municipio
de La Cumbre y de la vereda Pavas, convertidos por la existencia de
tales aguas en unos verdaderos oasis.
Bastaría hacer una regla de tres de las que nos enseñaron en el
colegio y comparar lo que valdría construir la segunda calzada de la
carretera actual entre Mulaló y Mediacanoa y lo que vale la nueva.
Pero especialmente hacer la cuenta sobre el tiempo que gastarían
camiones viajando a 80 kilómetros por hora en esos 52 kilómetros que
dizque ahorrarían y lo que tomaría los que vayan a 30 por hora en
recorrer los 32 kilómetros de la nueva carretera. Todavía hay tiempo
de repensar el asunto y de no irla a embarrar.
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