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Asesinato de niños, otro cáncer que le nace a Colombia

Que Colombia sea un país que desde siempre se ha caracterizado por la violencia, sin lugar a dudas es un tema que no tiene discusión, la historia y la realidad de más de 60 años de conflicto armado, así lo confirman, un hecho que siempre ha estado presente; pero que ese fenómeno de violencia descarnada haya trascendido al cobarde asesinato de niños, constituye un hecho que no tiene justificación alguna.

Asimismo, tampoco se puede ocultar que este fenómeno de violencia triste e históricamente ha florecido en la zona antioqueña colombiana, específicamente en la época de Pablo Escobar a finales de los 80 y principios de los 90, caracterizando a esta región colombiana como una de las más violentas.

Frente a este escenario bien valdría la pena entonces empezar a indagar de mano de expertos e historiadores, razones por las cuales esta región presenta un alto índice de violencia mucho más grande que en otras regiones, violencia que ha trascendido a que en estos últimos días, Antioquia sea protagonista de la noticia nacional de dos asesinatos de niños ocurridos en menos de una semana y que alertó a todo un país.

Cadena perpetua para asesinos y violadores de niños.

Sin lugar a dudas, estos crímenes tan abominables ha generado un rechazo generalizado y ha propiciado que se originen protestas a lo largo y ancho del país, y lo más importante que se abra el debate acerca de la viabilidad de la cadena perpetua para asesinos y violadores de niños en Colombia, una medida que sin duda es la más oportuna de tomar.

No obstante, lo más triste de este asunto es que se volvió una costumbre en Colombia solo referirse al asunto cada vez que asesinan a un menor de edad, ese día se sacan parcantas, el presidente de la República Iván Duque envía mensajes por Twitter y en los medios de comunicación se toca el tema con un amplio cubrimiento.


Sin embargo con el transcurrir de los días, cuando la noticia deja de ser mediática, porque somos un país sin memoria, todo retorna a la normalidad y no se vuelve a tocar el tema, solo hasta dentro de unos días, semanas o meses cuando observemos y escuchemos a los presentadores de Caracol y RCN referirse a un nuevo caso de asesinato contra niños en cualquier lugar de Colombia. Siendo así, cuando suceda otro asesinato; entonces se volverán a prender las alarmas y así sucesivamente sin que se avance en esta iniciativa.

Ya en el transcurso de esta semana fue noticia el hecho que la Comisión I de la Cámara empezara la discusión del proyecto para la creación en el país acerca de la cadena perpetua a violadores y asesinos de niños, una iniciativa que en el Congreso de la República se ve obstaculizada por los militantes de algunos partidos políticos como el Polo Democrático Alternativo y por supuesto las Farc.

La invitación es entonces a que de una vez por todas en Colombia se imponga la pena de cadena perpetua a los violadores y los asesinos de niños, porque de no ser así, este flagelo continuará siendo el pan de cada día en el país que nos tocó vivir, el del ´Sagrado Corazón de Jesús´.
 

Se mueve el juicio contra Uribe

Una promesa que siguen esperando los abuelos

Por: Rubén Darío Varela

Muchos son los abuelos que hoy en día, no solo en Pereira, sino en otras ciudades del país continúan a la espera que el presidente de la República Iván Duque cumpla con la promesa que realizó en los últimos meses, haciendo referencia a que aumentará en un total de 25 mil pesos, el subsidio que actualmente presentan los abuelos de estratos vulnerables, quienes están recibiendo actualmente una mensualidad de 75 mil pesos.

Lo irónico de este asunto es que “supuestamente” esta indemnización se llevó a cabo con el exclusivo fin de subsidiar con medio salario mínimo a esta población vulnerable, es decir, con aproximadamente 400 mil pesos mensuales, siendo este a vuelo de pájaro; la suma de medio salario mínimo, sin embargo la realidad es otra, dura y cruenta a sabiendas que los ancianos solo reciben un total de “mendigos” 75.000.

Pero referirse a este tema, sin duda alguna es caer en la repetición de la repetidera, ello, teniendo en cuenta que se trata de una denuncia que se ha publicado muchas veces, incluso por este medio de comunicación, siendo así, en esta ocasión la crítica se refiere a una PROMESA QUE NO SE HA CUMPLIDO POR PARTE DEL PRESIDENTE DUQUE.

Y más triste todavía, es el hecho que esta promesa de aumento que a la fecha no se ha cumplido y que esperan ansiosamente los abuelos, es de tan solo 25 mil pesos, es decir, los ancianos a quienes se les debería entregar medio salario mínimo mensuales vigente están esperanzados en el aumento de esta pequeña cifra ¡No es una situación desconsoladora!

Ahora bien, ya son varias las quejas de los actos de corrupción que han venido ocurriendo con este subsidio, a sabiendas que en realidad existen pruebas en las que se constata que en varias administraciones municipales del país ha existido alteración en la lista de beneficiarios.

Además, se ha comprobado que personas que pertenecen a estratos más altos se han visto privilegiadas con esta lista y han terminado por quitarles el cupo a personas que realmente si lo necesitan y que viven en extrema pobreza.

¡Por favor! No jueguen más con nuestros ancianos y que el presidente la República, Iván Duque Márquez se ponga serio de una vez por todas y le diga a los colombianos cuando se dará ese incremento que aunque a mi juicio parece ser insignificante, los abuelos lo esperan.

Y es que la triste realidad es que son muchos los abuelos abandonados en Pereira y en

otras ciudades del país que incluso aunque no parece creíble dependen de este subsidio para poder alimentarse, motivo por el cual es denigrante el hecho que además de recibir una miseria de dinero, esperar un incremento que no llega, los abuelos también se vean en la obligación e incómoda situación que no les paguen a tiempo.

Ya es hora que desde ya se empiecen a consolidar estrategias que contribuyan a que en las próximas administraciones no se hagan los de la oreja corta y de verdad aumenten pero de manera considerable este subsidio que aunque es muy poco y no debería de ser así, realmente si es de gran ayuda para estos ancianos.

BOMBILLO ROJO

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Aunque el sanedrín que rodea al expresidente Uribe no haya dejado de ser el costurero con que pareció iniciar su periplo como partido político ,debería por estos días analizar lo que está sucediendo en su interior y las significativas manifestaciones que han ido adoptando sus feroces enemigos, despertando sentimientos antiuribistas cada vez más generalizados.

Algunos episodios podrían obligar a ese análisis: 1. La aparición de pasacalles en varios municipios del oriente antioqueño, siempre tan cerreramente uribista, advirtiendo que no votarán más por el atropello y no lo harán por ningún candidato del Centro Democrático. 2. La mayúscula rechifla de que fue objeto el mismísimo senador Uribe en el parque de Itagüí el pasado domingo cuando presentaba a Guerra, su candidato a la gobernación y a doña Rosa, la pretendiente a la alcaldía de ese municipio y 3. El tremendo bajón que ha sufrido en las encuestas de Cali la popularidad del presidente Duque (apenas llegó al 19 %) y paralelamente el desmoronamiento de la candidatura del Chontico Ortiz desde cuando el senador Uribe le dio su apoyo público descartando al candidato que habían acordado.
Esos tres factores vistos independientemente pueden ser compensados con la marcha avallasadora de Ramos en Medellín o con el aumento del número de concejales que se ve venir en varios municipios. Pero si se miran en conjunto y se valoran junto al aire divisionista que ha ido creciendo en las huestes uribistas en departamentos como Valle, Risaralda y Huila. Y si a todo esto se le suma el alto significado que encierra el rechazo en Antioquia donde Aníbal Gaviria tiene todas las de ser gobernador por encima del candidato de Uribe, habría que pensar que se han prendido bombillos rojos en el rebaño del expresidente y que así sus enemigos no lleguen a ser más que ellos, van a explotar mediáticamente los resultados.