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En La Esquina
Mientras en las
calles se escuchan gritos de protestas por las fallas del gobierno y
sus desatinadas leyes, un grupo sigue promulgando leyes y beneficios
que solo ellos saben el destino final, manifestaciones de todos
tipos recorren las calles de Colombia y los que deben pronunciar
verdaderas soluciones a las problemáticas, solo quieren unas
reuniones de dialogo con sus condiciones.
Por otro lado el Congreso de la República continuará siendo un
escenario de concertación y confrontación política entre el
Ejecutivo y las diversas fuerzas políticas, sin poner la vista en la
sociedad que marcha, colocando en las agendas del día, solo
ponencias alrededor de iniciativas legislativas y en los debates de
control político que desean seguir ejerciendo.
No obstante entre pobladores y estudiantes se debaten otra serie de
inquietudes muy distantes a los que se presentan en ese curul
político, por excelencia de personas alejadas a la realidad social
del país.
Y esto en parte por la decisión del Gobierno del presidente Duque y
sus aliados, que han utilizado mecanismo tradicional de conformación
y ejecución de leyes distantes a los intereses de la población.
congresistas para el trámite legislativo del convenimiento político,
aunque en ocasiones suelen tener algo de rechazo, pero que tanta
realidad será ese rechazo, muchas conversaciones y pocos beneficios
sociales que auguren cosas buenas.
Lo real en la política es el resultado del accionar de la
ciudadanía. Por tanto, tiene necesariamente que ser aceptado y
trabajado por todos los actores sociales, sin excepción. Y es en esa
realidad la que enfrenta el presidente Iván Duque en estos momentos,
desigualdad, ansiedad y descontrol social.
Están ocurriendo fenómenos muy importantes en la política
colombiana, es que ha sucedido un conjunto de anómalos que van más
allá de la elección de un presidente, en realidad un mayor
desequilibrio y descontento popular, que no se puede solucionar con
la pro-mulgación de una simple ley, hay que ponerle mano dura a la
realidad del país, que se está pasando por una coyuntural social sin
precedentes y en cambios constantes.
Lo realmente significativo es ese conjunto de fenómenos políticos
manifestados en las elecciones locales y regionales, que han dejada
plasmadas las decisiones reales de los pobladores de cada uno de los
extractos sociales, que deben ser observados con atención por el
impacto que esto genera.
En la complejidad de la política interna de Colombia se están
manifestando un grupo de fenó-menos políticos, que obligan hacer un
alto y reflexionar sobre lo que se está realizando para fortalecer
la economía y dar paso a unas verdaderas reformas, que permitan a la
sociedad vivir en verdadera paz.
En la panorámica actual política se hace obligatorio tomar en reparo
en otro prodigio social que está sucediendo, los estudiantes están
dando pasos más firmes y hay personeros que los acompañan.
Existe una nueva realidad política en el país, hay que afrontarla y
rediseñar Colombia, donde entren todos y existan verdaderos
beneficios económicos y sociales. |
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¿Para qué nueva Constitución?
Ferley
Henao Ospina
Asistí al
foro sobre “El fenómeno de la protesta social en Colombia” celebrado
en la Fundación Universitaria del Área Andina sede Pereira, a
propósito del Día Internacional de los Derechos Humanos, en el que
excelentes expositores, entre ellos la concejal electa Nancy Henao,
la docente y dirigente sindical Lina Montilla y el abogado y
filósofo Leonardo Huerta, dejaron muy claro que no es a la
constitución de 1991 a la que le falta algo para garantizar los
derechos que nos pertenecen.
Hay
quienes están violando la constitución pese a haber jurado
defenderla y, como consecuencia de esas violaciones flagrantes, los
derechos constitucionales están siendo vulnerados, por acción o por
omisión.
Siendo todas las exposiciones interesantísimas, me atrajo mucho la
de Leonardo Huerta por las precisiones en los aspectos que se
refieren estrictamente al DERECHO A LA PROTESTA en este estado
social de derecho.
Traía en la cabeza algo que me inquietaba mucho: a un oficial de la
policía le preguntaron la razón por la cual había confiscado la
cámara de alguien (se referían a cámara fotográfica o de video), a
lo cual el oficial contestó: “Inicialmente se pensó que se trataba
de estudiantes que estaban haciendo uso de estos elementos para
difundirlo por redes”. ¿Qué parte de la constitución prohíbe
fotografiar o filmar para publicar en redes? ¿Quién, entonces es el
que está violando la constitución?
Las violaciones se habían comenzado a consumar desde antes de
iniciarse las marchas. Una semana antes del 21 de noviembre fueron
escudriñados los lugares, talleres, viviendas donde pudieran estar
personas que piensan (artistas: pintores, escultores, poetas,
escritores, etc.) como si pensar fuese un delito. Desde entonces,
bajo el supuesto Foro de Sao Paulo y otros supuestos más, se han
violado nuestros derechos.
Las protestas han sido pacíficas, me consta, he estado en muchas de
las que se han organizado en Pereira y siempre han sido pacíficas
pese a que ha habido provocación. La marcha de las antorchas, por
ejemplo, que partió de la Plaza de Bolívar y se encontró en el
viaducto con la que partió de Dosquebradas, no fue disuelta como
debe disolverse una marcha, el Esmad taponó los dos extremos del
viaducto y mandó gases al centro para dejar a los manifestantes sin
más salida que enfrentarse. Esa no es la función de la autoridad.
La
autoridad no está para provocar, sino para disuadir y si es posible
convencer a los manifestantes que se retiren. En la forma pacífica
de resolver el problema está su mérito.
Así podría seguir explicando lo que pasa con este paro que lleva dos
semanas y que tiene como fundamento las verdades que todo el pueblo
colombiano conoce: La agenda que le aprobaron al actual presidente
los 10 millones de ciudadanos que votaron por él es la siguiente:
“No
aumentar los impuestos”, “subir los salarios”, “no subir la edad de
jubilación”, “proporcionar más empleo”, “no hacer Fracking”,
“proteger el páramo de Santurbán”, “el que la hace la paga” “luchar
contra la corrupción”, “cumplir fielmente la constitución”.
Ninguna de estas promesas de campaña es lo que se está cumpliendo,
al contrario, todas se están haciendo al revés. |
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Todas son
razones justificadas para protestar, la primera de ellas es la
indignación de quienes lo eligieron porque se sienten engañados y
las demás porque violan los principios fundamentales de los
ciudadanos que están consagrados en un ESTADO SOCIAL DE DERECHO.
Entonces, ante las voces que se han elevado para solicitar que se
cambie la constitución, lo que tenemos que decir es lo siguiente:
Para garantizar los derechos que nos corresponden, lo que se
necesita no es cambiar la constitución, sino hacer que Sí se cumpla
la del 91, imponiendo severas sanciones a los que juraron cumplirla
y ahora la están violando.
Regentes del Mal
Enrique
J. Marrero
Las causas que más resultan crueles en la sociedad y en la política
en Colombia son las equivocaciones que hay tan grandes en educación,
atención social y una economía con desatinos, esto va unido con que
no se incentiva a los jóvenes para que estudien y se preparen
profesionalmente.
Del mismo modo no se aplican planes reales sobre ayudas sociales que
lleguen a los que mantienen mayor índice de desigualdad social,
unido a esto una inestabilidad económica que amenaza con
desestabilizar el bolsillo del colombiano.
Otra de las causas puede ser la pérdida de valores al interior de
cada familia, la cual es la base de la sociedad y que si no se le da
una mirada y actuación inmediata se pierden valores y cultura.
Un factor predominante es la violencia, Pobreza y Mala distribución
de riquezas, en las reestructuraciones de las leyes se les sigue
dando mayores auxilios a los grandes empresarios para reinversión.
Pero
las medianas empresas y los que quieren ser empren-dedores luchan
por obtener una oportunidad, que en la gran maría de los casos,
nunca llega.
Nos tendríamos que preguntar, ¿Qué hace en realidad el gobierno por
la pequeña industria?, que por demás está decir que es el mayor ente
empleador en los poblados pequeños.
El conformismo y la corrupción, forman parte del día a día de la
población, que mira con desprecio, pero a su vez con resignación
como se llevan los recursos que deberían ser destinados a la mejora
constante del país en todos sus aspectos.
Sin
embargo ya es cultura y no extraña que los altos dirigentes se
encuentren embarrados de corrupción e inmoralidad.
No es un
apto novedoso que los políticos usen el estado en beneficio propio,
que las obras se demoren meses más de lo acordado e incluso
soliciten reinversión. No es nuevo que las instituciones públicas
sean usadas por contratistas como medios para enriquecerse a sí
mismos.
La
situación que vivimos en la actualidad no es nada nuevo, realmente
ha venido creciendo desde épocas anteriores; solo ha cambiado en el
cinismo de los políticos y colocando fisonomías nuevas, se
convierten en los diferentes regentes del mal.
Lo peor que le puede suceder a una sociedad es la apatía y falta de
conocimiento del poblador, que no ha tenido sentido de propiedad por
el país y es apático completamente a sus dirigentes, esto sucede en
Colombia, de este modo seguirán ejerciendo estos regentes.
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