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Preparando los batidos caseros
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Paso
3: Añadir ingredientes para espesar
Añade otros ingredientes que aporten cremosidad al smoothie para que
tenga la textura adecuada. Además, puedes escoger ingredientes que
aporten nutrientes como yogur, kéfir, helado, crema de cacahuete o
de almendras, semillas de chía o copos de avena.
Paso 4: Endulzar y aromatizar
Añade endulzantes, hierbas, especias o frutas para darle sabor a tu
gusto. Puedes endulzarlo con azúcar, stevia, edulcorantes, miel o
sirope de ágave.
También
puedes optar por aromatizarlo con vainilla, hojas de menta picadas,
dátiles o canela. Esta última es una buena opción para endulzarlo
sin añadir calorías
Paso 5: Añadir propiedades nutritivas
Para terminar el smoothie, puedes añadir alguno de los conocidos
como "superalimentos" con grandes propiedades nutritivas como polen
de abeja, espirulina, germen de trigo, semillas de lino, bayas de
Goji o cacao puro en polvo.
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En esta oportunidad, El Imparcial le muestra cómo preparar
deliciosos batidos caseros siguiendo pasos de recetas caseras. Tenga
en cuenta que los batidos de frutas son una opción muy saludable y
pueden formar parte de nuestra dieta, por ejemplo, reemplazando el
desayuno o la merienda o como aperitivo y complemento de otras
comidas.
Son fáciles y rápidos de preparar, además de ofrecer una gran
variedad de ingredientes para prepararlos. Los smoothies son
refrescantes y nos ayudan a hidratarnos, lo que los convierte en
nuestros aliados durante el verano. Además, es una preparación muy
nutritiva que nos aporta vitaminas, minerales, antioxidantes,
proteínas y grasas saludables.
Sigue los siguientes
pasos:
Paso 1: Elegir la fruta
Elige como mínimo 2 tipos de fruta diferentes, ya sean frescas o
congeladas: plátano, pera, sandía, melocotón, kiwi, piña, cerezas,
mango, aguacate, frambuesas, arándanos... Las frutas estarán peladas
y troceadas. Si además quieres
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preparar
un batido más saludable, apuesta por el verde añadiendo vegetales
como espinacas o rúcula.
Paso 2: Escoger una base
Añade 1 o 2 vasos de líquido, como leche, leche vegetal (de soja,
arroz, almendra, avena...), zumo de frutas, café frío, té verde
helado, leche de coco o agua. Debes tener en cuenta que cuanto más
zumo contenga la fruta añadida anteriormente, menos líquido debes
poner.
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