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Acuerdo entre Estados Unidos y Los Talibanes, en “Stand By” |
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Elecciones bolivianas, con sabor a democracia condicionada
En la medida de sus posibilidades, el “gigante altiplano” busca
cerrar un capítulo de violencia, represión e intolerancia eligiendo
nuevo presidente.
Dentro del clima de inestabilidad política provocado por el golpe de
estado contra el gobierno de Evo Morales, la presidenta encargada de
Bolivia, Jeanine Añez, anunció la celebración de elecciones
nacionales para el próximo 3 de mayo del corriente año.
A
menos de dos meses de la fecha prevista, al tiempo que son
constantes los enfrentamientos entre gobierno de facto y oposición,
se desdibujan cada vez más argumentos que buscaron justificar la
salida del masismo del poder.
Hace pocos días, la Organización de Estados Americanos (OEA) tuvo
que cuestionar el informe del MIT sobre la inexistencia de fraude
electoral durante los comicios de octubre último, en los cuales se
había impuesto Morales sin necesidad de ir a segunda vuelta.
Para colmo, si bien la administración Añez logró vetar la
participación del ex presidente como candidato al Senado, no pudo
implementar la proscripción de su partido, el Movimiento al
Socialismo y por ende, de la designación de Luis Arce como aspirante
presidencial de esa importante fuerza política.
En tanto Morales, quien debió viajar de manera reciente a Cuba
debido a motivos de salud, permanece exiliado en la Argentina junto
al ex vicepresidente, Álvaro García Linera, hecho que a simple vista
pone en evidencia las condiciones actuales de la democracia
boliviana.
Transparencia en juego
A través de recientes declaraciones, Evo Morales cuestionó las
garantías de los futuros comicios por los motivos citados con
anterioridad, además de señalar la injerencia de la OEA y del propio
gobierno boliviano, a fin de impedirle volver a la presidencia.
Por su parte, en contraposición a las nunca probadas acusaciones de
fraude, corrupción e intentar perpetuarse en el poder, García Linera
quiso referirse a lo que el mismo denominó como “cuestiones de
fondo”, al explicar la rotunda negativa de los sectores
representados en Añez, de impedir a cualquier costo la inclusión
social, la implementación de políticas nacionales y la
democratización del país en general. |
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Carlos
Alberto Ricchetti
En medio de los recientes diálogos, surge la inevitable comparación
con la guerra de Vietnam y la posibilidad de evitar un previsible
epílogo innecesario.
A fin de dar termino con una guerra de desgaste que al parecer no le
conviene a ninguno de los actores del conflicto, hubo un principio
de entendimiento para detener las hostilidades al menos por un plazo
de siete días.
El acuerdo incluyó no sólo una drástica disminución de las acciones
armadas, sino la eventual liberación por parte de Afganistán de
prisioneros, lo cual fue establecida de forma tácita y por lo tanto,
estaría en duda ya que ese país no hizo parte de las negociaciones.
La reacción no se hizo esperar. Poco de negar dicha posibilidad el
presidente afgano, Ashraf Ghani, se reanudaron los ataques
provocaron una considerable cantidad de bajas.
Inconveniencia
"Estamos
luchando en una guerra medio siglo después por razones similares a
otra guerra que perdimos medio siglo antes", fueron las palabras del
analista estadounidense Antony Cordesman en referencia a Vietnam, la
única guerra pérdida por Estados Unidos durante todo el siglo XX.
Adiós al ex secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuellar
Pasará a la historia por haber sido un hábil negociador, junto a su
característico hablar pausado, reflexivo y sin mover casi los
labios.
En las últimas horas y a través de un breve comunicado familiar, se
informó acerca del fallecimiento de quien fuera en vida el único
latinoamericano que presidió la entidad que agrupa a la mayor parte
de las naciones del mundo entero.
A los 100 años de edad y tras una semana donde se agravaron sus ya
permanentes quebrantos de salud, Pérez de Cuellar dejó de existir el
pasado miércoles 4 de marzo a las 8.09 |
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Para
Cordesman es importante considerar que los norteamericanos luchan
dentro de un escenario bélico similar al experimentado en el
sudeste asiático, a excepción del aspecto geográfico.
“Los Talibán, igual que hizo el Vietcong (o Frente Nacional de
Liberación de Vietnam y las Fuerzas Armadas de la República
Democrática de Vietnam), utiliza la guerra de guerrillas, se esconde
y forma parte de una población que Estados Unidos no conoce ni
comprende”, aseguró.
¿Cortina de humo?
Otros especialistas consultados se mostraron más escépticos con la
suerte de los marines en suelo afgano, al tildar el supuesto acuerdo
de una “búsqueda” de la administración Trump para “limpiar la imagen
guerrerista de su gobierno”, promoviendo un diálogo destinado al
fracaso.
de la
noche (Hora peruana).
Trayectoria
Asumió el cargo que lo haría famoso en 1982, teniendo en su agenda
en calidad de pendientes la resolución de escenarios tan complejos
como los
suscitados a raíz de la crisis libia, la invasión de Estados Unidos
a Granada, el asesinato del presidente egipcio, Anwar el-Sadat o la
recordada Guerra de las Malvinas que involucró durante 74 días a la
Argentina y al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Oriundo
de Lima, ocupó varios cargos políticos tras graduarse como abogado.
Estos incluyeron los de ministro de Relaciones Exteriores del Perú,
además de ser designado embajador plenipotenciario en Francia,
Polonia, la desaparecida Unión Soviética y Suiza.
Tras recalar en las Naciones Unidas estuvo al frente del organismo
hasta 1991, luego de realizar sin éxito los esfuerzos tendientes a
evitar la primera coalición contra Irak.
Candidatura
En el campo político, fundó el partido “Unión por el Perú” con el
cual se presentó a la Presidencia en 1995, siendo derrotado por
Alberto Fujimori quien en ese momento aspiraba a su reelección.
Hacia mediados de 2004 decidió retirarse de la vida pública. |