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Cumpliendo un Ciclo
Recuerdo que los noticieros hablaban de una epidemia causada por un
virus hallado en un meteorito chocado hace miles de años descubierto
en la Antártida, virus que fuera de soportar las altas temperaturas
al ingresar a la tierra, soportó la congelación, pero ahora por el
calentamiento que sufría el planeta quedó al descubierto y por
consiguiente el virus se propagó por el mundo, provocando una
pandemia nunca antes vista.
Primero comenzó con un brote de fiebre inexplicable en la Rusia, no
obraba ningún medicamento, sólo afectaba a los adultos, ningún niño
la padecía, los estudiosos sacaron la teoría, que posiblemente el
virus atacaba a las personas con las hormonas sexuales activas, los
niños estaban a salvo, una gran falacia.
Algunas pocas personas tenían una especie de inmunidad, ellas se
encargaron que la raza humana continuara.
Comenzó la enfermedad con los científicos que descubrieron el
meteorito, de allí pasó al personal médico del hospital, las
familias de los enfermos y así sucesivamente, no lo detuvo nadie, en
tan poco tiempo no hubo ni personal médico para atender a los
enfermos y realmente no había nada que hacer, no se había
descubierto ninguna medicina idónea para combatirlo, muchos personas
morían en sus casas.
La pandemia se extendió a los demás países en cuestión de semanas,
hombres y mujeres murieron y la peor parte la tuvieron sus hijos
pequeños, al no tener adultos que cuidaran de ellos terminaron
muriendo también pero de hambre, de abandono, si un bebe tenía la
suerte de tener un hermano mas grandecito tenía una pequeña
posibilidad de sobrevivir, solo faltaba esperar el paso del tiempo a
ver si sobrevivían la llegada de la adolescencia, un círculo
vicioso.
La televisión, la radio, los teléfonos, la electricidad, todo dejó
de funcionar, no había suficientes personal para trabajar, todo el
avance científico y tecnológico se perdió.
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Las
ciudades, pueblos, cogieron un olor a putrefacto de tanto muerto en
las calles y las casas, los pocos sobrevivientes tenían que alejarse
de los centros urbanos, buscar el campo, alejarse, me adueñé de una
pequeña finca cercana a mi pueblo, el medio de transporte idóneo
para movilizarme resultó ser la bicicleta, allá trasladé mis hijos
pequeños aún y los demás chicos que se me atravesaron por el camino,
llegué a ese pequeño refugio. Tocó empezar de nuevo, aprender a
vivir sin tecnología, sin saber de nadie ni nada, dejar que los
muertos cumplieran su ciclo de descomposición, que el tiempo hiciera
su trabajo.
Se
aprovechó la comida que quedó en los almacenes por un tiempo, pero
luego encontramos visitantes indeseables, las ratas por doquier,
encima de todo y comiendo de todo, lo único que se salvaba los
enlatados, la supervivencia para alguien que solo conseguía la
comida con ir a comprar en un almacén era ya de por si, misión
imposible, los bebés llorando, tantos chicos a cargo, por qué
sobreviví?
Ahora
estoy vieja, algunos chicos a mi cuidado murieron al llegar a la
adolescencia otros sobrevivieron y ahora están en su labor de
repoblamiento y con su muy desarrollado instinto de sobre vivencia,
retrocedimos a la era del hierro si acaso, porque usábamos lo que ya
estaba hecho, aprendimos a cosechar y a vivir en paz.
Las ciudades se abandonaron, estar en el cemento no sirve para
alimentarse, con el tiempo me imagino quedarán enterradas y se
repetirá de nuevo la historia ya enseñada, de reyes, esclavos,
feudales. |
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Tanto que se habló de la sobrepoblación mundial, es irónico, fue por
eso, precisamente que se logró un desarrollo tecnológico admirable,
había mucha gente para trabajar, tal vez las palabras de Dios eran
sabias, “creced y multiplicaos”.
Quizás esto ya hubiese pasado y por ello la existencia de pirámides
y otros desarrollos tecnológicos de nuestro pasado milenario que no
tuvieron explicación en nuestro tiempo, fue logrado por otra
humanidad que de repente fue diezmada como en el presente.
Se
aprovechó la comida que quedó en los almacenes por un tiempo, pero
luego encontramos visitantes indeseables, las ratas por doquier,
encima de todo y comiendo de todo, lo único que se salvaba los
enlatados, la supervivencia para alguien que solo conseguía la
comida con ir a comprar en un almacén era ya de por si, misión
imposible, los bebés llorando, tantos chicos a cargo, por qué
sobreviví?
Ahora estoy vieja, algunos chicos a mi cuidado murieron al llegar a
la adolescencia otros sobrevivieron y ahora están en su labor de
repoblamiento y con su muy desarrollado instinto de sobre vivencia,
retrocedimos a la era del hierro si acaso, porque usábamos lo que ya
estaba hecho, aprendimos a cosechar y a vivir en paz.
Las ciudades se abandonaron, estar en el cemento no sirve para
alimentarse, con el tiempo me imagino quedarán enterradas y se
repetirá de nuevo la historia ya enseñada, de reyes, esclavos,
feudales.
Tanto que se habló de la sobrepoblación mundial, es irónico, fue por
eso, precisamente que se logró un desarrollo tecnológico admirable,
había mucha gente para trabajar, tal vez las palabras de Dios eran
sabias, “creced y multiplicaos”.
Quizás esto ya hubiese pasado y por ello la existencia de pirámides
y otros desarrollos tecnológicos de nuestro pasado milenario que no
tuvieron explicación en nuestro tiempo, fue logrado por otra
humanidad que de repente fue diezmada como en el presente.
Victoria Zapata
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