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Vida Sexual sana entre jóvenes
Cifras oficiales del Departamento Nacional de Planeación, un 12% de
hombres y un 6% de mujeres adolescentes en Colombia tienen su
primera relación sexual antes de los 14 años, y el fenómeno se
presenta en todas las regiones del país.
Si bien el sexo puede ser una parte divertida de la vida, placentera
y satisfactoria, también implica tener plena conciencia de toda la
responsabilidad que conlleva, sobre todo porque la falta de
compromiso y la carencia de conocimientos pueden provocar embarazos
no deseados o enfermedades de trasmisión sexual.
El porcentaje de madres adolescentes se relaciona con el grado de
desarrollo del lugar de residencia y es mayor en las áreas menos
desarrolladas. Las condiciones socioeconómicas constituyen factores
causales muy importantes del inicio precoz de relaciones sexuales
sin protección y, consecuentemente, de embarazos no planificado en
adolescentes. Otro de los factores ambientales asociados al embarazo
en adolescentes es un bajo nivel educativo.
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Un estudio realizado hace pocos años por el CSIC (Centro Superior de
Investigaciones Científicas) y la Universidad Complutense de Madrid
sobre maternidad adolescente, que recoge datos de más de 9.000
mujeres, señala que el riesgo de ser madre adolescente es un 40 por
ciento mayor en las comunidades menos desarrolladas, como Andalucía,
Extremadura y Murcia, que en comunidades con mayor nivel de
desarrollo, como Navarra, Madrid y País Vasco. Estas últimas
comunidades son las que mejor paradas quedan en variables como el
nivel económico y educativo y las que tienen tasas más bajas de
maternidad prematura (14-19 años).
A nivel mundial, según la OMS unos 16 millones de adolescentes de 15
a19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan
a luz cada año, la gran mayoría de esos nacimientos (95%) ocurren en
países de ingresos bajos y medianos.
Esto debería servir de reflexión en esta época de crisis, en la cual
parece que todo vale en materia de recortes sociales. Cuándo
entenderán los políticos que no hay mejor inversión que la
educación; en este caso, la educación sexual. Los temerosos del sexo
pueden pensar que la información sobre métodos anticonceptivos puede
incitar al coito. Sin embargo, la experiencia de sociedades
civilizadas que imparten educación sexual ha demostrado que,
contrariamente a esa presunción, a mayor educación sexual menor tasa
de embarazo adolescente.
Como ejemplo el caso de Suecia, donde disminuyeron de forma notable
tanto los embarazos como las interrupciones voluntarias de embarazo
en adolescentes a partir de la promulgación de la Ley que obligaba a
impartir educación sexual en las escuelas. En España hay una gran
variabilidad en cuanto al acceso a la educación sexual, pero aún
algunas iniciativas son perseguidas con gran virulencia por sectores
ultraconservadores. No logramos entender por qué estos sectores ven
en cualquier alusión a la
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sexualidad el
germen de todos los males, siendo la sexualidad una dimensión
inherente al hecho de ser humano, en la cual es importante una
educación positiva, que nos lleve a ser más saludables, responsables
y felices.
De ninguna manera deben permitirse los recortes de derechos. La
educación sexual es un derecho. Los jóvenes tienen derecho a la
información, es una cuestión básica de salud y calidad de vida, no
se puede actuar como si el sexo no existiera, como si fuéramos seres
asexuados y no personas.
Negándoles educación sexual con bases científicas los
abocamos a buscar respuestas y modelos en lugares muy poco
adecuados. Nosotros somos partidarios de una educación sexual
universal basada en conocimientos científicos, con enfoque de
género, centrada en el proyecto de vida, en las actitudes positivas,
que aporte una visión positiva y saludable de la sexualidad, con
valores de tolerancia y respeto, como se contempla en la Declaración
Universal de los Derechos Sexuales.
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