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Nuevo sistema
tecnológico ayuda a combatir la pérdida de la memoria
¿Qué es la pérdida de la memoria y cómo puede ayudar la
tecnología para su mejoría? un grupo de científicos de
diferentes disciplinas presentaron durante el evento virtual de
Biogen, conocido como NS Innovation Latam 2021, un proyecto que
puede ayudar a responder estas preguntas.
El ingeniero de software Martín Menchón presentó un proyecto en
colaboración entre la Facultad de Ciencias Exactas UNICEN, la
Universidad de Barcelona, y la Universidad de Twente, en el que
también participaron Estefanía Talavera, José Massa y Petia
Redeva.
Menchón explicó que la pérdida de la memoria es un problema
bastante habitual, que puede ser a corto o largo plazo, con
aparición repentina o paulatina, con efectos transitorios o
permanentes. “Normalmente, las causas suelen ser el
envejecimiento o una lesión en una zona critica, causada por un
accidente o un ACV (accidente cerebrovascular) pero también
pueden estar relacionadas con la salud mental”, detalló.
¿En qué consisten los tratamientos? Según el especialista, se
basan en el apoyo de los familiares que acompañan al paciente,
junto a la realización de exámenes médicos para determinar el
estado de la persona y ciertas medicaciones que pueden ayudar a
la mejoría. “Pero también podemos utilizar la tecnología, y en
específico el análisis del comportamiento humano”, reveló.
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¿Cómo analizar el vasto comportamiento humano y qué utilidad
puede tener para ayudar en los problemas de memoria?
Menchón explicó que existen una gran variedad de sensores que
permiten “extraer información de la vida de una persona”, como
los smartphones, los smartwatch y los anteojos inteligentes. Se
trata de grandes aliados que permiten entender el estilo de vida
de las personas, para ayudar al monitoreo diario de la salud y
llevar un registro de actividades: “Todo esto nos permite tener
una mejora en las asistencia, en la rehabilitación y terapia”.
Para dar cuenta del avance de estas tecnologías, Menchón figuró
que el primer prototipo de cámaras wearables (vestibles, que se
pueden llevar en diferentes partes del cuerpo), surgió en 1998,
y en lo años posteriores fueron avanzando y disminuyendo en
tamaño, hasta incluso poder incorporarse en anteojos.
En 2013, Google lanzó el dispositivo de realidad aumentada
Google Glass. Este año, Facebook lanzó sus primeras smart
glasses, los Ray-Ban Stories, que incluyen dos cámaras y
permiten la conexión con un smartphone para llevar adelante todo
tipo de acciones: desde grabar videos y tomar fotografías, hasta
compartir contenidos y atender llamados telefónicos.
Xiaomi lanzó sus gafas inteligentes solo días después que
Facebook. Además de todas las facilidades de los primeros, la
marca incluyó la proyección de información sobre el cristal.
Para el trabajo en cuestión, el equipo utilizó cámaras vestibles.
Participaron siete personas, que las utilizaron durante 15 días,
y se capturaron imágenes cada 30 segundos.
En total, se tomaron más de
100.000 imágenes. Así, lograron detectar ciertos eventos que se
repiten a lo largo de los días, como horarios de trabajo y ocio.
Para lograrlo, realizaron un estudio en el cual utilizaron un
tipo de dispositivo especial que ha estado en creciente
desarrollo en el campo de la medicina. “Gracias a la mejora de
los sensores fotográficos, su tamaño es reducido tamaño para ser
incluidas en los smartphones”, y además aumentaron en calidad.
“Con toda esta información recolectada, podemos identificar de
modo automatizado
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diferentes patrones o rutinas. Nos
basamos en cuatro aspectos: la detección actividades en las
imágenes, los objetos presentes en ellas, los lugares en los
cuales se desarrollan, y la fecha y lugar, para ayudar a
establecer patrones diferenciados”.
¿Para qué sirve esta información? Entre otras cosas, para “el
reconocimiento de interacciones sociales, la detección de
rutinas nutricionales, e identificación de momentos relevantes
del día”. Así, el método puede ser de gran ayuda para los
especialistas: gracias a estos dispositivos, se puede extraer de
modo objetivo datos importantes de la vida de las personas.
“Un terapeuta no puede analizar por sí mismo 100.000 imágenes y
encontrar una serie de eventos en particular. Con este método,
puede tener información sintetizada de lo que está haciendo el
paciente, permite obtener métricas del usuario, duración y
frecuencia de cada actividad”, puntualizó Menchón en la
presentación. Así, se pueden detectar, por ejemplo, patrones de
comportamiento de distinto tipo.
Además, detalló, existen estudios que determinan que “la
estimulación por medio de imágenes propias de la vida funcionan
mejor que imágenes no relacionadas” y que esto “puede ser
aplicado en la terapia de reminiscencia, que consiste en pensar
y hablar sobre los recuerdos o reflexionar sobre el pasado”.
Toda esta información, capturada por estas cámaras, constituye
lo que denominan como “visión egocéntrica”. Se trata de fotos
tomadas desde el punto de vista de una persona, como si fuera a
través de los propios ojos, a diferencia de las imágenes más
comunes, que suelen ser en tercera persona.
El quid de la cuestión es que los dispositivos que existen
actualmente detectan diferentes cosas pero por separado.
“Nuestra solución es incorporar todos los datos” para permitir
un análisis de las rutinas a largo plazo.
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