El sol - fotosíntesis - energía - futuro del planeta

Por: Iván R. Pulido

El poderoso astro rey del sistema solar, compuesto por hidrogeno gaseoso y plasma, rota un periodo de 24 días en el Ecuador y 36 días en los Polos, es la estrella que da calor a la superficie y atmósfera del planeta, determina el clima, los estados del tiempo, las corrientes oceánicas y el ciclo hidrológico.

El profesor Roger Ultrich como mayor científico en el tema solar, avala en conocimientos la rotación del núcleo del sol cuatro veces más rápido que su superficie, la temperatura de su núcleo en 15 millones de grados centígrados y la de su superficie en 5.500 millones de grados Celsius.

La luz solar es básica para la existencia de vida en el planeta, para el ciclo del agua, para la fotosíntesis y con ella el 99% de la productividad y biodiversidad por el déficit que se generaría del oxígeno que respiramos, el enfriamiento lento del planeta hasta extremos de - 50 grados Celsius y la congelación de todos sus acuíferos.

Durante la fotosíntesis las plantas, mediante la energía lumínica del sol, absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmosfera, se sintetizan las moléculas de las reservas (azúcares) y se libera el oxígeno (O2) que todos los seres vivos requerimos para nuestro consumo.

La luz solar influye en humanos y animales para obtener nutrientes, vitaminas y calor, ejemplo la sintetización de la vitamina D, fundamental para el metabolismo.

Como fuente recomendada de innovación tecnológica cero emisiones efecto invernadero, la energía solar pinta como una de las de mayor eficiencia para mitigar el cambio climático.

Energía es todo lo que significa, capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo, producir un movimiento, generar un cambio, fundamento para hacer funcionar las cosas o el combustible necesario del cuerpo para vivir y ser productivo.

Razón que nos lleva a ver las energías renovables como la mejor solución para la población mundial, en misión a la reducción del uso de combustibles fósiles tóxicos, provocadores de niveles insostenibles de gases de efecto invernadero.

Tal como hoy muestran las tendencias e indiferencias de las potencias mundiales industrializadas, respecto a la situación de cambio climático y afectación del medio ambiente por deforestación e industrialización toxica, han dado pautas a nuevos estudios que afirman ya solo mil millones de años para su lento desvanecimiento, por la sencilla perdida precoz de oxigenación que hoy intoxica nuestra atmósfera.
Puede que la vida en la Tierra tal vez no termine cuando el Sol pierda su energía y se trague la mayoría de los cuerpos celestes del sistema solar, ni tampoco la falta de agua lo ocasione.

Los autores del nuevo estudio, afirman esto sucederá antes de la perdida de la mayor parte del agua que la cubre, debido a que la atmósfera volverá a ser anaerobia rica en metano y baja en oxígeno (O2).
Actualmente, el oxígeno representa el 20 por ciento de la atmósfera de la Tierra, la gran mayoría producido por las plantas del planeta.

Sin embargo, según la investigación, nuestro planeta ya está arrojando oxígeno y expulsará la mayor parte del gas que sustenta la vida de su atmósfera en mil millones de años.

Además, afirman que es poco probable que el oxígeno atmosférico sea una característica permanente para otros mundos habitables en general, situación detectada resultante con pocos signos de vida más allá del Universo.

Los análisis realizados en simulaciones de los sistemas Tierra, incluidos clima, procesos biológicos, geológicos e incluso el brillo del Sol, concluyeron cómo cambian los niveles de oxígeno a medida de su transporte entre aire, agua y rocas.

Ese punto lleva hasta hoy, al final del camino para los seres humanos y las otras formas de vida que dependen del oxígeno, así que estamos inertes ante la búsqueda de otros sitios de refugio para una emergencia que nos obligue a salir dentro de los próximos mil millones de años.

Prevén los entendidos que entre 1000 y 2500 millones de años, se verá incrementada la radiación solar por la acumulación de helio en el núcleo del Sol, lo que conllevará a la pérdida de los océanos y al cese de la deriva continental.

Proceso que proseguirá acentuándose a los 2000 millones de años cuando el incremento de temperatura en la superficie terrestre, cause un efecto invernadero descontrolado, punto en el que la mayor parte de la vida en la Tierra, si no toda, se habrá extinguido.

El ser humano ha jugado un papel clave en el mantenimiento de la biosfera, debido a la afectación de los ecosistemas de la tierra colonizados, situación que ha dado lugar a la consecuente extinción de muchas especies existentes, desde la década de 1950 que se ha llamado extinción masiva o crisis biótica, con una pérdida estimada en 2007, del 10 % del total existentes en la Tierra.

A la velocidad actual, un 30 % de las especies estarán en peligro de extinción en los próximos cien años, resultado de la destrucción del hábitat, introducción de especies invasivas en nuevos ecosistemas, de la caza y del cambio climático.

Más de una tercera parte de la superficie terrestre se ha modificada por acción humana, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha sido incrementada en un 30% desde el comienzo de la Revolución Industrial.2
Las consecuencias de una crisis biótica se presienten a muy corto futuro, podría darse a la desaparición gradual de la biodiversidad y homogeneización de la biota, acompañadas de una proliferación de especies oportunistas como las creadoras de plagas y las malas hierbas.

COMITÉ CENTRAL INGENIEROS AGRÓNOMOS UT 73 B

POR. - I.A. IVAN R. PULIDO G