8 -

 

COLUMNISTAS

 

Pereira, Colombia - Edición: 12.908-488

Fecha: Martes 12-04-2022

 

Del miedo y odio… A la reconciliación… Un paso

Iván Pulido R.

 

El odio caracteriza nuestra época, común denominador de cualquier charla ciudadana, producto de la obsesión del que no puede debatir con la razón o del frustrado, de fácil práctica, cuya meta es acabar con el oponente y el acoso, difamación e irrespeto los medios más adecuados para ejercerlo.

 

Se mimetiza de lo individual a lo colectivo fácilmente, en discursos, medios digitales o escritos, se vuelve personal, lleva a enemistades, distancia amigos y puede hasta romper familias.


La palabra odio implica aversión, antipatía hacia algo o alguien cuyo mal se le desea, persigue al humano en los temas religiosos, políticos, racistas, territoriales, etc., de fácil recordación histórica mundial los conflictos entre católicos y protestantes, blancos y negros, nazis y judíos, judíos y palestinos, rusos y americanos, ingleses y argentinos, capitalistas y socialistas; y de memoria nacional,  los asesinatos de Jorge Eliecer Gaitán, Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa, Álvaro Gómez Hurtado, Rodrigo Lara Bonilla, José Raquel Mercado, Carlos Pizarro León Gómez, Jaime Garzón, caídos por incitación al miedo del comunismo, promovido por castas políticas opositoras del momento,  por el solo hecho de pensar diferente, dando al traste ese sentido de la soberanía del pueblo que no es el que identifica a la democracia colombiana.  

 

Se volvieron la envidia y el temor centro de la discusión, tras efecto de la irracionalidad de quienes incitan a pelear, a odiar la paz y a la clase trabajadora que lucha por un cambio social, económico y de tranquilidad que le mejore su calidad de vida.  

 

Lo peor de todo es que el miedo persigue al odio, no tiene lógica que el actuar en búsqueda del bienestar común, se convierta en irracional, ni que esa voluntad opositora insista y prefiera restablecer la guerra, inculcando la aversión, frialdad, envidia, odio y retorno al pasado.

 

No se puede permitir más una Colombia permeada por la osmosis de la envidia,  pregón del odio, pedagogía del temor y fanatismo que invitan a pensar que los contrarios estorban y sobran, razones de tan sangrientas desapariciones de lideres y lideresas de izquierda  y derecha por transcurso de varias décadas, sin beneficios ni purgas reparadoras.  

Es Colombia el único país que habla del postconflicto y sus retrocesos, en medio del conflicto, dos pasos adelante y uno atrás, resumen de una cadena de venganza histórica de actores, rebelados al concepto de la racionalidad del entendimiento, por esa gesta de envidia, rencor y odio.  
 
Al respecto Aristóteles, bien definió al hombre como animal esencial, social, racional y político, que a nuestro criterio al imbuirle resentimiento,
 

 

 

venganza, soberbia y odio incita a absurdas actuaciones y equivocaciones; que solo la reflexión lleva a no ejecutarlas.


El miedo ha descompuesto la libertad por la ambición del poder, nuestra propuesta acudir al raciocinio de la conciencia, suena vergonzoso e incoherente q
ue quienes prediquen equidad, democracia y paz, las promuevan incitando al fanatismo, miedo, envidia, venganza y odio.
 
No hay más que pensar, la oportunidad está dada, el equilibrio social, político y económico de la Nación nos espera, la unión como básico camino, el propósito existe, no más venganza, envidia y odio, ya ha sido suficiente sin logro alguno; antes bien, resultamos polarizados, cada ala en lo suyo, arrasado desde 1.990 el  agro colombiano, importando casi la totalidad de nuestros alimentos, inflación y carestía por la pandemia del Covid 19 fuera de tono, sin fertilizantes por la guerra Rusia Ucrania para las siembras y un rampante dólar a $3.800,oo.   
 
Proponemos todos a remar al mismo puerto, conocemos el error cometido por varias décadas, concluimos que la envidia, venganza y odio no han sido las coordenadas indicadas para el horizonte buscado?, el trabajo en equipo es magnífica solución, no más radicalismos de izquierda o derecha, se perfilan luces al final del túnel: la productividad del sector agropecuario, base para el aseguramiento de la paz; borrón al odio, hora de reescribir la historia que nos merecemos para una Colombia enfocada al bienestar, seguridad y tranquilidad de todos sus ciudadanos.

La semilla del odio, fructifica en violencia, pobreza, venganza y muerte; quien piensa diferente no es terrorista ni estorba, afinemos a la construcción, al respeto, a la racionalidad, a la resciliación, al perdón, abracémonos y restauremos la confianza nacional. 


INGENIEROS AGRÓNOMOS POR UN MEJOR MAÑANA AGRARIO

 

¡Tres que se van pero deciden!

 Álvaro Ramírez González.


Haciendo justicia debería también referirme a Luís Pérez, a Enrique Gómez y a Milton Rodríguez, que van también a la primera vuelta presidencial.

Pero no me referiré a ellos en este artículo, porque ninguno de los tres, registra nada en las encuestas. Su votación será insignificante.

Rodolfo Hernández aparece en el tercer lugar después de Petro y Fico con un registro del 12%.

Eso puede representar muy cerca de 2 millones de votos, dependiendo del número de votantes que acudan a las urnas el 29 de mayo.

Sergio Fajardo aparece en el cuarto lugar con un 9% de intención de voto.

Eso pueden ser 1.5 millones de votos.
 

 


Ingrid Betancur aparece en quinto lugar con un registro del 1.5 % de la votación.

Eso supone unos 240 mil votos.

Ninguno de los anteriores tiene posibilidad de pasar a la segunda vuelta presidencial.

O sea que desaparecerán de la contienda el 29 de mayo.

La pregunta es:
¿Para dónde van a coger esos votos en la segunda vuelta?

Son más de 3.7 millones de votos que pueden definir el ganador.

Rodolfo Hernández calificó a Petro como “el peor Alcalde que ha tenido Bogotá.”

“Donde lo dejen un año más, acaba con Bogotá”, puntualizó Hernández.

Sergio Fajardo al empezar este debate presidencial, afirmó que “Petro a kilómetros!”

Ingrid Betancourt fue más dura con Petro, acusándolo de ser socio de sus secuestradores y de recibir en el Pacto Histórico a Piedad Córdoba acusada recientemente de haber alargado un cautiverio por más de 5 años.

Pero sin duda alrededor de esos tres candidatos que desaparecen en primera vuelta hay seguidores para Fico y para Petro.

¿Cuántos para cada quién?
Ahí está la clave.

Yo pronostico así:

10% (370 mil) no vota por ninguno de los dos.
60% (2.2 millones) votarían por Fico
30% (1.1 millones) votarían por Petro.

Total: 3.7 millones

Hoy la diferencia entre Petro y Fico para la primera vuelta es de 7% que equivale a 1.2 millones de votos.

Faltan 6 semanas para esa fecha electoral.

La candidatura de Fico está creciendo exponencialmente; en cambio la de

Gustavo Petro está estancada en los mismos registros.

Eso tiene toda la lógica del mundo.
Petro es candidato hace un año.

Fico es candidato presidencial apenas desde marzo 13.

No es equivocado entonces, afirmar que en los votos de los que se van en la primera vuelta está la definición de quien será el próximo presidente de Colombia.


¿No les parece?

 

alragonz@yahoo.es

 

 

  

 

 

  

 

 

EL IMPARCIAL

Submit

 

 

©El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 348 6207 

 

    © 1948-2009 - 2022 - El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK