Crisis de salud mental poco reconocida a causa de la Covid-19
La OPS, oficina de las Américas de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), puso en marcha este viernes una comisión de alto rango
para ayudar a los países a abordar los problemas de salud mental en
la región, agravados por la pandemia de covid-19.
"Ante la actual crisis de salud mental, la Organización Panamericana
de la Salud ha establecido una Comisión de Alto Nivel sobre salud
mental y covid-19 para brindar orientación crucial y urgente a sus
estados miembros", dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, en
una videoconferencia.
El grupo, presidido por Epsy Campbell Barr, vicepresidenta saliente
de Costa Rica, y copresidido por Néstor Méndez, secretario general
adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA), debe
elaborar un
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informe con recomendaciones clave para mejorar la salud mental en las Américas,
cuya finalización se prevé para el último trimestre de 2022.
"Tenemos grandes expectativas de que el trabajo de la Comisión conduzca a elevar
la salud mental al más alto nivel de gobierno, proporcionando un catalizador
para una reforma significativa y duradera de los servicios y la atención",
señaló Etienne.
Según datos de la OPS, la pandemia por el coronavirus declarada a principios de
2020 tuvo un impacto "devastador" en la salud mental de la población, con un
aumento de los casos de estrés, ansiedad y depresión, especialmente entre las
mujeres, los jóvenes y los más vulnerables.
A los problemas generados por el miedo, las pérdidas, el desempleo, el
distanciamiento social y la desinformación, se suma la creciente constatación de
consecuencias mentales y neurológicas a largo plazo entre quienes padecieron
covid-19.
Y esto se da cuando los servicios médicos esenciales de salud mental, ya objeto
de una
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baja inversión de larga data, se encuentran entre los más afectados por las
interrupciones de atención médica por la pandemia.
"Los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias y el suicidio
representan más de un tercio del total de años vividos con discapacidad en la
región", señaló Anselm Hennis, director de enfermedades no transmisibles y salud
mental de la OPS.
Pero "casi el 90% de las personas en las Américas no reciben el tratamiento que
necesitan, particularmente para la psicosis aguda", agregó.
Hennis subrayó que el suicidio continúa siendo "un gran desafío" para las
Américas, con cerca de 95.000 muertes anuales por autoeliminación, un alza de
17% desde 2000. Entre los países con mayores tasas de mortalidad por suicidio
están Guyana y Surinam, Uruguay, Estados Unidos, Haití, Canadá y Cuba.
La OPS dijo que la Comisión trabajará en cinco áreas clave: la recuperación de
la pandemia y la promoción de la salud mental como una prioridad; las
necesidades de salud mental de las poblaciones vulnerables; la integración de la
salud mental en la cobertura de salud universal; el financiamiento; y la
promoción y la prevención de las condiciones de salud mental.
Entre los integrantes hay expertos de Belice, Brasil, Canadá, Chile, Estados
Unidos, Guatemala y México. |