Efectos del maltrato infantil en el cerebro
El maltrato infantil es un problema grave que afecta a millones de
niños en la actualidad. Esto suele relacionarse con una sociedad que
normaliza la violencia como un método de crianza para corregir
“malos comportamientos”. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que
la crianza con violencia es innecesaria y los efectos del maltrato
infantil en el cerebro son severos.
A nivel superficial, puede parecer que el maltrato no tiene ninguna
consecuencia. Sin embargo, las heridas se encuentran en el interior
y con el paso del tiempo, pueden irse profundizando. Por esa razón,
es esencial comprender los efectos negativos del abuso infantil.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un cuarto de los
adultos a nivel mundial experimentó maltrato físico en la infancia.
Cabe destacar que estas cifras son estimaciones basadas en encuestas
demográficas de diferentes países. Sin embargo, no reflejan con
exactitud el alcance de esta problemática a nivel mundial y en
realidad, podría ser más grave.
Además, se estima que cada año al menos 41.000 menores de 15 años
mueren por homicidio. Los expertos consideran que estas estadísticas
podrían ser mayores, ya que muchas muertes se atribuyen a accidentes
de forma errónea.
Partiendo de lo anterior, es posible afirmar que la violencia
infantil es un problema de escala mundial. Asimismo, resulta
complejo de explicar, debido a que participan múltiples variables
tanto individuales como grupales.
Por ejemplo, como se dijo al principio, puede ocurrir que sean
patrones familiares que se repiten. Como también podría deberse a
algún trastorno mental que padece el cuidador.
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Efectos
Sin importar cuál sea la causa de la violencia, los efectos del
maltrato infantil en el cerebro son notables. Y, mientras más se
prolongue el abuso, más profundas serán las alteraciones que cause
en el desarrollo. A continuación, veremos las consecuencias más
importantes que tiene el abuso en la infancia.
1. Aumenta el riesgo de consumo de drogas
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) publicó en
2019 un artículo sobre el maltrato infantil y sus efectos. A través
de investigaciones con neuroimágenes, se descubrió que el abuso
altera las redes neuronales en la corteza cerebral. Por un lado,
ocasiona que los centros encargados de la conciencia emocional sean
mucho más activos de lo normal. En consecuencia, las emociones toman
dominio sobre el comportamiento racional.
Por otro lado, los centros que participan en el control de impulsos
permanecen tienen poca actividad sináptica. Entonces, como resultado
del abuso, las personas se vuelven más susceptibles a actuar según
sus emociones y se reduce su control de impulsos. De esta manera,
aumenta el riesgo de caer en el consumo de sustancias.
2. Alteraciones en el desarrollo cognitivo
Amores-Villalba y Mateos-Mateos (2017) publicaron una revisión sobre
la neurobiología del abuso infantil. Así, encontraron que uno de los
efectos del maltrato infantil en el cerebro, eran déficits
importantes en el desarrollo cognitivo. Por una parte, afecta de
forma importante la capacidad de memoria y atención, sobre todo en
casos de abuso sexual y psicológico.
Sumado a esto, altera el desarrollo normal del lenguaje, con más
profundidad en casos de negligencia emocional y abandono. Siguiendo
esta línea, se observa que los menores maltratados también presentan
un índice cognitivo menor al esperado para su edad.
De igual manera, la evidencia señala que las funciones ejecutivas
(juicio, planificación, autocontrol, toma de decisiones, etc.) están
alteradas. Por lo tanto, se puede observar que el maltrato infantil
tiene consecuencias graves sobre el desarrollo cognitivo global.
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3. Problemas para afrontar situaciones estresantes
Marques-Feixa et al. (2021) realizaron un estudio sobre los efectos del maltrato
infantil en el cerebro. Más específicamente en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal,
una región importante en el afrontamiento del estrés.
Los resultados arrojaron que los adultos que experimentaron abuso infantil,
tienen menor actividad de cortisol. Recordemos que el cortisol es una hormona
que se segrega en situaciones estresantes y activa diferentes mecanismos para
enfrentarlo. Por ende, si no se segrega lo suficiente, la capacidad de responder
a situaciones de potencial peligro se reduce.
4. Mayor prevalencia de problemas de salud mental
Las investigaciones señalan que el abuso infantil produce cambios importantes a
nivel morfológico y neuroquímico en el cerebro. De este modo, se observa que
quienes sufrieron maltrato, son más propensos a desarrollar trastornos mentales.
Entre los problemas más comunes se hallan la ansiedad, la depresión y problemas
con el control de impulsos.
Prevenir el maltrato
Como ya se mencionó, el abuso infantil es un problema de escala mundial y que es
difícil de abordar por múltiples factores. Prevenir los efectos del maltrato
infantil en el cerebro requiere de intervenciones desde diferentes ámbitos. Por
ejemplo, es fundamental que los padres reciban formación sobre la crianza de los
hijos y cómo garantizar un desarrollo sano.
Al mismo tiempo, se requieren acciones más eficientes para evaluar la situación
de menores en situación de riesgo. Pero, esto por sí solo posee sus propios
retos, como falta de fondos por parte del gobierno o leyes que limitan esta
posibilidad.
Por otro lado, cuando el maltrato ya ocurre, es esencial brindar atención para
el menor. De esta forma, es posible amortiguar las consecuencias que pudiera
tener sobre su salud. Esto abarca tanto atención médica como psicológica.
Para finalizar, es importante que los padres evalúen sus estilos de crianza. El
castigo no es una alternativa saludable para enseñar buen comportamiento, mucho
menos si implica violencia física o psicológica. La recomendación de los
profesionales es llevar una crianza basada en el respeto con límites y refuerzo
positivo.
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