Efectos de la cafeína en el cerebro y el cuerpo
El ingrediente activo del café es la cafeína, la
droga psicoactiva más utilizada en el mundo. Una de las cosas que
rara vez se menciona sobre la cafeína es que, de hecho, es una
droga. De hecho, es la droga psicoactiva más comúnmente usada en el
mundo, y es por eso que probablemente no la consideramos como una
droga. Funciona a nivel químico ofreciéndonos ese impulso de energía
que tanto deseamos por las mañanas. Pero, ¿cómo funciona realmente
todo el proceso científicamente y por qué algunas personas necesitan
más café para mantenerse despiertas que otras?
La cafeína en sí misma es un potente estimulante con algunos efectos
positivos y otros negativos. Hace que la mayoría de nosotros nos
sintamos más alerta, despiertos y atentos, pero demasiada cafeína
también puede ser contraproducente.
1. Contrarresta los efectos de la adenosina
Es normal cansarse a medida que avanza el día: nuestros cerebros
producen de forma natural una molécula llamada adenosina desde el
momento en que nos despertamos y hasta que nos dormimos. Los
científicos piensan que esto nos ayuda a acostarnos por la noche, ya
que esta sustancia química tiene el poder de adormecernos.
En el nivel químico, la cafeína es estructuralmente similar a la
adenosina, de modo que, cuando tomamos café, la cafeína se une a los
receptores de adenosina de nuestro cerebro, impidiendo que tengamos
sueño. Después de que la cafeína provoque un aumento en la actividad
de los receptores de adenosina, la glándula pituitaria responde
liberando hormonas. Estas hormonas a su vez hacen que las glándulas
suprarrenales produzcan adrenalina. Esta hormona causa lo que se
llama la respuesta de «lucha o huida», haciendo que el cerebro y el
cuerpo de la persona estén listos para defenderse en caso de
emergencia. Por lo tanto, nos pone en estado de alerta y podemos
trabajar más rápidamente.
Para aquellos de nosotros que regularmente tomamos café en grandes
cantidades, nuestros cerebros desarrollan más receptores de
adenosina, por lo que se necesita más café para mantenernos
despiertos. Eso también ayuda a explicar por qué nos convertimos en
sujetos exhaustos cuando tratamos de “desintoxicarnos” del café, ya
que tener más receptores de adenosina significa que absorbemos más
en nuestros cerebros. Esta es la razón por la que nuestra taza de
café matutina puede convertirse repentinamente en dos: cuantos más
receptores tengamos, más cafeína necesitaremos para cubrir los
receptores.
2. Aumenta el nivel de adrenalina
La la cafeína excita nuestras células cerebrales, lo que es como si
le dijera a nuestro centro de control hormonal de la glándula
pituitaria que nos encontramos en una emergencia. La glándula
pituitaria a su vez le dice a las glándulas suprarrenales (ubicadas
sobre los riñones) que inunden el cuerpo con adrenalina.
Es de este modo como la cafeína incrementa el suministro de
adrenalina, lo que aumenta la frecuencia cardiaca, bombea más sangre
al cuerpo y abre las vías respiratorias. En este estado de
excitación, tendemos a ser más irritables, ansiosos y nuestra carga
emocional es más elevada. Si bien eso puede ser útil para huir de
alguien o para defendernos en una pelea, la agresividad hace poco
bien en situaciones más delicadas, como negociar en una reunión o
responder a un mensaje de texto.
Además, la cafeína evita que la dopamina se reabsorba en el sistema,
dejando que este neurotransmisor que nos hace sentir bien permanezca
en nuestro cerebro durante más tiempo. En el lado negativo, este
efecto de la dopamina es también el que provoca que el café sea tan
adictivo, así que tenlo en cuenta la próxima vez que estés mirando
esa segunda (o cuarta) taza de café.
3. Mejora nuestro estado de ánimo
Como estimulante del sistema nervioso central (SNC), la cafeína no
solo aumenta el estado de alerta, sino que también puede mejorar su
estado de ánimo.
Esto se debe al mismo efecto de bloqueo de la adenosina que nos hace
estar más alerta explicado en el punto anterior. Al bloquear los
efectos relajantes de la adenosina, la cafeína permite que la
dopamina y la glutamina (otro estimulante natural producido por el
cerebro) se incrementen, lo que nos hace estar más alerta, menos
aburridos y proporciona una
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mejora del estado de ánimo.
Curiosamente, algunos estudios han encontrado una
conexión entre el consumo de cafeína y un menor riesgo de depresión,
especialmente cuando se consume en forma de café. La investigación
incluso ha sugerido que la cafeína disminuye el riesgo de
suicidio, al menos para los hombres. Sin embargo, al menos uno de
estos estudios solo encontró esta conexión con el café con cafeína,
no con el té, aunque otros encontraron el mismo efecto para el té
también.
4. Produce activación de los lóbulos frontales
El Dr. Florian Koppelstaetter y sus colegas de la Universidad Médica
de Innsbruck en Austria, presentaron un estudio en 2005 que mostró
que el consumo de cafeína activa los lóbulos frontales del cerebro.
Estas áreas son responsables de la memoria y la atención a corto
plazo. Por lo tanto, la cafeína puede aumentar estas funciones en
una persona.
5. Mejora nuestra memoria
Al parecer la cafeína mejora ciertos tipos de memoria, especialmente
la capacidad de recordar listas de palabras e información directa,
en algunos (pero no todos) los estudios. Algunas investigaciones
muestran que ayuda a que esos recuerdos también se «peguen» a
nuestro cerebro, lo que hace más fácil recordar esa información más
adelante. Sin embargo, esta mejora parece ser más fuerte para las
personas que aún no están “enganchadas” a la cafeína.
Un estudio reciente también indica que los extrovertidos logran
mejores resultados en la memoria de trabajo con la cafeína que los
introvertidos. Esto puede explicar por qué algunos estudios han
observado un efecto más significativo que otros. Stephen Braun,
autor del libro «Buzz: la ciencia y el saber del alcohol y la
cafeína«, explica que las reacciones a la cafeína varían enormemente
de un individuo a otro: mientras que una persona puede desarrollar
un alto nivel de reacción, a otra prácticamente no notará sus
efectos.
6. Aumenta nuestra capacidad de atención
Una de las razones más comunes por las que las personas bebemos café
o té con cafeína es para ayudarlos a concentrarnos en una tarea, y
no es de extrañar: uno de los efectos mentales más claros de la
cafeína es un aumento en la capacidad de concentración,
especialmente para alguien que está fatigado.
La investigación muestra que los conductores comerciales que
recorren largas distancias tienen una probabilidad
significativamente menor de caer rendidos si consumen cafeína de
cualquier forma: café, té, pastillas o bebidas energéticas.
Sin embargo, la mayoría de las personas también están familiarizadas
con el nerviosismo de la cafeína, y saben que puede ser difícil
enfocarse en cualquier cosa después de consumir demasiada.
7. Disminuye las funciones del hipocampo
Los efectos a largo plazo de la cafeína no son tan agradables. El
Dr. Han Me y colegas de la Universidad Nacional de Pusan en Corea
informaron en un estudio publicado el 2005 que el consumo a largo
plazo de bajas dosis de cafeína disminuye las funciones del
hipocampo. Esta área en el cerebro es responsable de la memoria y el
aprendizaje a largo plazo. Los autores concluyeron que, aunque la
cafeína podría mejorar el estado de alerta de la persona durante un
corto período de tiempo, en realidad a largo plazo ralentiza el
aprendizaje y la memoria a través de la disminución de la función
del hipocampo.
8. Disminuye el apetito, pero por poco tiempo
Una taza de café probablemente disminuirá nuestro apetito durante un
breve período de tiempo, pero hay poca o ninguna evidencia de que la
toma de la cafeína como un hábito regular pueda mantener a raya el
hambre o ayudar con la pérdida de peso.
La mayoría de los estudios que analizan el efecto de la cafeína
sobre el apetito han sido poco significativos o se han realizado
sólo en animales, lo que hace difícil determinar si los resultados
obtenidos se aplicarían de igual forma a las personas de una forma
más genérica.
9. Ayuda a que algunos medicamentos actúen más rápidamente
Si alguna vez ha tenido migrañas o sufres fuertes dolores de cabeza
habitualmente, probablemente hayas tomado medicamentos como el
ibuprofeno o el paracetamol para contrarrestarlo. Otros más
específicos combinan uno de estos dos activos con cafeína
Esto se debe a que hay cierta evidencia de que la cafeína ayuda a
ciertos medicamentos a aliviar el dolor, por ejemplo el paracetamol
y la aspirina, presentan efecto más rápido, duran más y son más
efectivos.
En un estudio realizado en el 2007 por el departamento de
Farmacología de Universidad de Erlangen-Nuremberg, en que algunos
sujetos tomaron pastillas con una
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combinación de cafeína y paracetamol, otros solo
paracetamol o solo cafeína, y los últimos un placebo, se encontró que aquellos
que tomaron ambos compuestos juntos notaron una disminución más fuerte en los
síntomas del dolor, un efecto que también tendió a durar más tiempo.
10. Potencia el rendimiento deportivo
La cafeína es una de las sustancias más habituales que se utiliza para mejorar
el rendimiento deportivo.
Si se dosifica correctamente, puede proporcionar a los atletas mejoras de
rendimiento notables, siempre y cuando no lo utilicen en exceso en su vida
diaria.
11. Puede dar ardor de estómago
Aunque una taza de café caliente puede parecernos una bebida reconfortante
cuando sentimos frío o estamos cansados, la cafeína también aumenta los niveles
de ácido en el estómago. Esto puede provocar acidez estomacal pero es
especialmente perjudicial si padecemos úlceras.
12. Permanece en el organismo durante mucho tiempo
¿Alguna vez te has preguntado por qué una taza de café que hemos tomado por la
tarde o incluso al mediodía, nos mantiene despiertos por la noche?
Al parecer para que desaparezca de nuestro cuerpo tan solo la mitad de la
cafeína ingerida, deben pasar entre 5 y 6 horas, por lo que una taza de café que
hayamos tomado a las 4 p.m. podría hacernos sentir la mitad de sus efectos a las
10 p.m. Si eso es suficiente para mantenernos despiertos y bastante alerta hasta
tarde, por lo que es buena idea planificar en consecuencia.
13. Beber café puede alargar la vida
Dos recientes estudios han encontrado evidencias de que las personas que beben
mucho café tienen menos probabilidades de morir prematuramente.
Los investigadores han analizado la dieta y la salud de miles de personas y han
sugerido que los bebedores habituales de café son menos propensos a morir de
enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes, entre otras afecciones.
Sin embargo, el café descafeinado parece transmitir muchos de estos mismos
beneficios para la salud sin los efectos contraproducentes de la cafeína, por lo
que incluso si estás buscando reducir su consumo, puedes seguir aprovechándote
de sus beneficios.
Adicción a la cafeína
El café es una de las bebidas más populares en el
mundo, gracias a su sabor y propiedades “energizantes”. Gracias a la
cafeína, las personas pueden conseguir un poco de energía extra para
cumplir sus actividades. Sin embargo, el consumo de esta sustancia
puede generar dependencia en las personas, en cuyo caso hablamos de
adicción a la cafeína.
Cabe destacar que este tipo de adicción es un riesgo para personas
de todas las edades. Esto se debe a que la cafeína no se encuentra
solo en el café, sino en otros productos como bebidas de cola o
alimentos. Por lo tanto, es importante empezar a cuidar el consumo
de esta sustancia para evitar sus efectos negativos.
La cafeína es una sustancia que está presente en diferentes especies
de plantas. Tiene un sabor amargo y se usa con diferentes fines,
tanto alimenticios como medicinales. La cafeína se encuentra en el
café, el té, chocolate y se usa en otros productos como gaseosas o
comida. En el ámbito terapéutico, la cafeína tiene propiedades que
ayudan a dilatar los bronquios y se halla en medicinas para el
resfriado.
En el sistema nervioso, la cafeína se comporta como un antagonista y
se une a los receptores de adenosina. Si se consume en cantidades
moderadas, la cafeína no tiene efectos negativos sobre la salud. No
obstante, vivimos en una sociedad que promueve el consumo excesivo
de cafeína, tanto en alimentos como bebidas.
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