Un efecto positivo de la pandemia: se incrementó la lactancia en
Bogotá
Todos los años, desde 1992, del 1 al 7 de agosto se celebra a nivel
mundial, por disposición de la Organización Mundial de la Salud y
Unicef, la Semana Mundial de la Lactancia Materna, para apoyar todos
los esfuerzos orientados a fortalecer las medidas para proteger,
promover y apoyar el derecho a la lactancia materna en toda la
Región de las Américas. ¿Cómo está Bogotá con relación a esta
práctica?
“Bogotá tiene una meta distrital de mantener por encima del 65% la
práctica de lactancia materna exclusiva a menores de seis meses. A
corte del mes de junio la proporción estaba en el 66% de acuerdo con
el Sistema de Vigilancia Alimentario y Nutricional, lo que significa
que la mayoría de los menores en Bogotá, en edad de lactancia, está
recibiendo este alimento irremplazable por su contenido nutricional,
inmunológico y afectivo, e iremos avanzando para que eventualmente
el 100% de los recién nacidos la reciban”, comenzó por explicar
Iliana Curiel, directora de Salud Colectiva de la Secretaría
Distrital de Salud.
Que la capital este un punto porcentual por encima de la meta
trazada es importante, pero lo que realmente llama la atención es
esta cifra a la luz del porcentaje de mujeres que lactaban antes de
que la llegada del covid-19. ¿La razón? La pandemia se tradujo en
una serie de cuarentenas y aislamientos que prolongaron la
permanencia de las personas en sus casas, y ello aumentó en forma
sustancial el número de mujeres que brindan leche materna a sus
hijos.
“En la pandemia la práctica de la lactancia materna presentó un
aumento significativo, a raíz de los confinamientos y de la
disposición de las madres a tener que quedarse en casa y al
teletrabajo.
Eso permitió que los bebés que nacieron en el marco de la emergencia
sanitaria estén más protegidos, puesto que recibieron la lactancia
materna con mayor duración. Eso se vio reflejado en el aumento del
indicador, puesto que nosotros teníamos una línea
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base
del 59%, hoy la tenemos en el 66% y esperamos no solo que se
mantenga sino que siga creciendo. Este fue uno de los indicadores
que mejoró gracias a la pandemia”, precisó Curiel.
No solo un tema de salud pública
Punto aparte, y sin perder de vista la forma en la que varió este
indicador bajo la lupa de la emergencia sanitaria, la directora de
Salud Colectiva llamó la atención sobre la necesidad de pensar en la
lactancia no solo como un tema de salud pública, sino de muchos
otros factores sociales y económicos relacionados con garantizar la
estabilidad laboral, e incluso educativos, sobre todo en lo que
atañe a los primeros días de esta actividad.
“Muchas madres se ven obligadas a dejar de dar leche porque tienen
que trabajar para subsistir. No es solo un tema de salud pública.
Nosotros, como promotores de la lactancia materna, agradecemos este
hecho puesto que dar leche materna es la intervención de salud
pública más costo-efectiva, que se traduce en bebés sanos y
saludables, y lo que nos permitirá, a largo plazo, que tengan menor
riesgo de presentar enfermedades crónicas no transmisibles”, indicó
la directora de Salud Colectiva.
Añadió que la mayoría de las mujeres quieren dar leche materna pero
les impiden hacerlo, en un comienzo, “pautas de educación, y eso es
algo que hemos visto claramente desde la pediatría.
Hay que romper mitos y hay que educar a las madres lactantes para
que lo hagan y se mantengan haciéndolo. Y como ya lo mencioné, la
gran barrera de la lactancia materna y la razón por la cual la
mayoría de
las mujeres suspenden esta práctica, es por las licencias de
maternidad, sobre todo cuando los tipos de contratación son por
prestación contractual u otro tipo que no implica continuidad
laboral”, precisó.
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Objetivo de Desarrollo Sostenible
Ahora bien, considerando que la lactancia se relaciona con varios de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en Bogotá se están
implementando diversas estrategias encaminadas a aumentar esta
práctica, en especial en las Salas Amigas de las Familias Lactantes
del Entorno Laboral.
Se trata, explicó la directora Curiel, de espacios en donde la madre
lactante extrae, recolecta y conserva la leche materna durante su
jornada laboral y la transporta de manera segura hacia el hogar,
para que sea suministrada, asegurando la producción continua de
leche y permitiendo que su hijo la reciba.
Esta estrategia, vale referirlo, tiene como fin alcanzar la duración
óptima de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis
meses de vida, y de manera complementaria hasta los dos años y más.
“Se han venido implementando en las instituciones de salud, en
entornos laborales y en las instituciones amigas de la mujer y de la
infancia. Bogotá viene trabajando en eso para poder apuntarle a las
metas”, indicó.
Banco de Leche Humana
Por último, y con relación al Banco de Leche Humana del Distrito
Capital, ubicado en la Subred Sur Occidente, durante el primer
semestre de este año se registraron 233 mil mililitros de leche
recolectada, se beneficiaron 318 neonatos, y durante el mes de julio
las madres activas fueron 35.
“Esta es una estrategia para la supervivencia neonatal infantil, con
la cual se promociona, protege y apoya la práctica de lactancia para
suministrar leche humana donada que beneficia a neonatos
hospitalizados. Hay condiciones en las que un bebé está
hospitalizado pero, por ejemplo, la mamá está entubada o en una
unidad de cuidados intensivos porque tuvo un embarazo de alto
riesgo, así que tener un banco de leche humana favorecerá su
supervivencia con estas estrategias”, finalizó.
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