Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 12.961-541

Fecha: Sábado 13 de agosto de 2022

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

 

¡Qué sigan arrestando a los alcaldes corruptos!
 


Durante el transcurso de esta semana, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales ha sido tendencia la noticia de la captura de seis alcaldes de diferentes municipios del departamento de Caldas como Aguadas, La Merced y de Alcalá en el Valle del Cauca en donde fue detenida la alcaldesa de este municipio, Gloria Estela Raigoza.


Todas estas capturas están relacionadas con el hoy detenido senador Mario Castaño, quien patrocinaba actos de corrupción en los mandatos de estos alcaldes capturados. Lo más preocupante de esto es que de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, estas capturas solo representan el inicio de una investigación que abarca muchos funcionarios y otras alcaldías.


Frente a este escenario y refiriéndonos de manera especial al impacto de esta realidad en Risaralda, ya es bastante preocupante el hecho que actualmente tres municipios del departamento como Balboa, Pueblo Rico y Dosquebradas, estén en la mira de las autoridades, razón por la cual se hace necesario que desde la Gobernación de Risaralda se tomen las medidas necesarias para investigar esta situación de manera paralela a la Fiscalía.


El hecho que estas redes de actos de corrupción también toquen a nuestro departamento de Risaralda es bastante preocupante, más aún porque además de los alcaldes, la Fiscalía General de la Nación ha manifestado que además de estos otros funcionarios se encuentran implicados.


Esta red de corrupción debe terminarse de una vez por todas y se deben prender las alarmas para evitar que este tipo de situaciones continúen presentándose, razón por la cual todas estas investigaciones deben ser mucho más estrictas para dar mejores resultados y acabar de una vez por todas con la red de corrupción en Colombia.

La petición que realizamos desde el periódico El Imparcial no solo está dirigida a las autoridades para que agilicen las capturas de estas personas corruptas en Colombia, el llamado que también realizamos es para que una vez estas personas sean capturadas y condenadas no reciban un trato preferencial en la cárcel.


Hoy en día es triste observar como personas que le han hecho tanto daño a la sociedad con la corrupción y que incluso son capaces hasta de hurtar el alimento de los niños, reciben un trato preferencial en el interior de los centros penitenciarios con derecho a televisor, visitas constantes, neveras, entre muchos otros privilegios que no deberían de existir, todos ellos merecen estar en igualdad de condiciones de los ciudadanos condenados por hurtar un celular.
 

   

 

El capital y la seguridad social

 

Por Zahur Klemath Zapata
zkz@zahurk.com

 

Los capitales económicos siempre habían estado en manos de los gobernantes porque eran quienes poseían el poder y sostenían a la sociedad que vivía a su alrededor. En la actualidad hay pocos gobiernos que ejercen ese poder y dan a sus ciudadanos el bienestar basados en la riqueza del país, como los emiratos árabes.  

 

Colombia es un país con un potencial económico extraordinario pero mal manejado, dilapida a diestra y siniestra todo su potencial económico en la corrupción y en mala administración.  Esto impide que el país crezca y se desarrolle como una nación próspera y de alto bienestar ciudadano.

 

La cascada de impuestos es como si fuera las del Niagara y jamás llegará a ningún sitio lo recaudado donde debe ir, pero si a los bolsillos de los que apoyan a los políticos. Esto es una verdad que todo el mundo lo sabe y hace lo menos para evitar que esto suceda. Siguen votando por los mismos corruptos que han estado ahí amamantados por ese círculo vicioso.   

 

La seguridad social existe a medias en Colombia, todos sufren sin importar su condición económica por la mala atención y los defectos que ella tiene. No hay conciencia sobre este asunto, a pesar que se han creado organismos intermedios como el Sisben, pero realmente la población está desprotegida  por la carencia de un verdadero sistema de seguridad social.  

 

La verdad en todo esto es que si un país está organizado y distribuye sus recaudos económicos equitativamente, puede cubrir a toda la población con los servicios de salud, educación y vivienda sin tener que sacrificar el bienestar social.  Pero cuando la corrupción democrática está por todas partes es imposible establecer organismos que velen por el bienestar de la sociedad.

 

Los políticos nunca le han puesto atención a estas demandas sociales, porque ellas no generan utilidad económica como hacer reparaciones locativas, que llaman inversiones y ventas de los bienes del establecimiento. Todo esto desaparece sin que la sociedad pueda defender sus intereses sociales. 

 

La riqueza de un país se mide por el bienestar que tienen sus ciudadanos, su infraestructura educativa y desarrollo tecnológico. Lo demás son inversión que proporciona otro tipo de crecimiento a nivel mundial que los hace ver como potencia económicas. 

 

Colombia puede tener lo mejor de lo mejor si sus administrados le ponen atención a lo existente y abren mercado internacional y venden trayendo esos capitales para enriquecer la nación. Esto quiere decir que esa riqueza es de todos sin ser un país socialista porque todos tienen la posibilidad de invertir y crecer individualmente según sus capacidades de crecimiento.

 

 

 

Crónica de Gardeazábal # 473

MULA,TRANSISTOR, MOTO Y CELULAR


Por: Gustavo Alvarez Gardeazábal


Audio: https://www.spreaker.com/episode/50895724

Ningún político, caudillo o presidente de la república ha sido capaz de causar la revolución que todos estamos esperando desde el 7 de agosto de 1819.Tan solo López Pumarejo, en su primer período con las leyes de tierras y empleos puso límites, zapatos y cesantías, y César Gaviria cuando les cambió de oficio a 12 millones de campesinos para que solo 12 familias pudieran importar todos los alimentos que antes se cultivaban en los valles y montañas colombianos.

Los demás, nada. A todos les ha dado miedo o no se han sentido capaces.

Pero las cuatro grandes revoluciones que verdaderamente han generado los gigantescos cambios en la estructura social colombiana han sido la aparición en su orden de la mula, el transistor o radio de pilas portátil, la moto y ahora el celular.

Con la mula se pasó de la Colombia indígena y selvática a un país con caminos de herradura, a montañas sembradas de café, a productos agrícolas cargados hasta los puertos y entonces volver productivas las tierras enmontadas.

Con el transistor, que apenas llegó promediando el siglo pasado, la Colombia rural y montañera, de pueblitos y caseríos, empezó a advertir que la verdad no la tenían los periódicos de Bogotá o Medellín sino la radio, pero que además poseer esos radiecitos de pilas daba estatus en cualquier conglomerado donde se viviera y como con él llegó la mano transformadora de Radio Sutatenza de monseñor Salcedo y la educación comenzó a asomarse donde ni el estado ni los periódicos llegaban, el cambio de mentalidad del colombiano fue inducido prodigiosamente.

Y cuando llegó la moto y la brecha social entre ricos y pobres había aumentado desproporcionadamente y tener un vehículo motorizado de 4 llantas era el que daba dignidad y estatus, la moto le dio la mano a esos millones de colombianos que fueron descubriendo cómo podían evolucionar, ahorrar y hacer más fácil y cómoda la vida sin tener que pagar el pasaje.

Los campesinos también se beneficiaron. Descubrieron que teniendo moto podían trabajar en sus parcelas y vivir en el poblado cerca de la educación, la salud y la diversión. La facilidad con que se financia ahora una moto ha revolucionado el mercado y las calles, y debe obligar a que las ciudades todas planifiquen su desarrollo urbano para darle cabida a las motos y que no nos volvamos un rosario de Calcuttas.

Y no tengo que decir a mis lectores y oyentes lo que ha significado como gran revolución el celular y los cambios mayúsculos y veloces que está precipitando el Internet. Piénselo y verá que no es exageración. Que esas si fueron revoluciones.


El Porce, agosto 12 del 2022

 

 

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