El rol de la tecnología en la farmaceútica
Cuando vemos que la industria de la salud y los medicamentos
evoluciona constantemente y se desarrolla bajo un manto de estricta
calidad, las tecnologías asoman como una alternativa de ayuda a la
operación de esta compleja industria. En momento en que la
producción de medicamentos y la gestión hospitalaria tienen poco
control sobre los costos, la logística asoma como una opción para, a
través de la eficiencia, reducir costos y rentabilizar la industria.
El mundo farma y la industria de la salud, en general, es una de las
más sofisticadas y tecnologizadas del mundo. El que sea considerado
uno de los mercados más caros, fundamentalmente por la sensibilidad
de los productos y su naturaleza, obliga a los actores involucrados
a operar bajo los más altos estándares de calidad y eficiencia.
Hoy los productos farmacéuticos son las mercancías más
reglamentadas, caras y frágiles que existen en el mundo, lo que
obliga a una manipulación cuidadosa, condiciones específicas (trazabilidad-temperatura),
en otras palabras, requiere de una logística de excelencia.
De acuerdo a un estudio presentado en el blog estadounidense
Business Pundit, la industria farmacéutica asoma entre las que mayor
cantidad de dinero mueve en el mundo. Se calcula que este mercado
mueve unos 700 mil millones de dólares anuales. Con un negocio en
constante desarrollo se destacó a las 10 empresas con mayores ventas
el año 2016, entre las que asoman: Pfizer, Bayer AG, Novartis AG,
Merck&Company Inc, Sinopharm Group Co Ltd, Sonafi SA,
GlaxoSmithkline PLC, Gilead Sciences Inc, Roche Holding AG y
AstraZeneca.
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Las dimensiones de este mercado nos permiten dilucidar sus
principales características. La industria farmacéutica y la
logística propiamente tal tiene dos grupos de características
definidas y centrales: de Calidad y de Servicio; ambas engloban las
principales preocupaciones y desafíos que tienen los actores.
La primera de ella (características de calidad) agrupa, por ejemplo,
el control de lotes y de caducidades, la trazabilidad, las
normativas vigentes a nivel mundial y locales, elevado costo de la
no calidad, el tratamiento específico por productos (temperatura
controlada, psicotrópicos, incompatibles, etc.). En el segundo grupo
(características del servicio) asoman la prontitud y urgencia del
suministro, tamaño de lote, servicio por tipo de clientes
(laboratorios, canal farmacéutico, hospitales, clínicas, etc.),
estacionalidad, elevados niveles de stock para asegurar el
abastecimiento, obsoletos y devoluciones y elevado costo del error y
las memas.
Es ante esta ‘obligación’ de calidad de servicio y eficiencia, es
que el mercado farma y la salud han puesto su mirada en las
soluciones tecnológicas, las que asoman como una aliada para
enfrentar los desafíos que la operación del día a día les impone. El
paciente, la consulta, el procedimiento y el medicamento son sólo
algunos de los actores que entran en juego en este mundo; un mundo
con una operación de sumo cuidado por lo sensible que es su factor
en juego: La vida humana.
Trazabilidad y temperatura
Lo que comenzó como un valor agregado o un sello diferenciador es
hoy un factor clave para el desarrollo y éxito de este mercado, dado
que se ha transformado en una cualidad de confianza y calidad. Así,
la trazabilidad se ha convertido en un elemento central para la
industria farmacéutica.
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Las características de los productos y en muchos casos su delicadeza
hacen que la operación logística que los rodea sean rigurosa. Bajo
esa lógica, conocer cada uno de los pasos que se da con los
medicamentos e insumos, por ejemplo, es fundamental y ya de
perogrullo.
Con la entrada en vigencia de la Norma Técnica 147 de “Buenas
Prácticas de Almacenamiento y Distribución de Productos
Farmacéuticos de uso Humano”, en septiembre de 2013, tanto
productores como los diferentes actores de la cadena de
abastecimiento se vieron obligados a redirigir el foco de su
operación, desde la rapidez de entrega y el control de los costos
(eficiencia) operativos, hacia el principio del resguardo de la
calidad y seguridad del producto, en toda instancia y hasta su uso
final.
Esto factor afectó el diseño de almacenamiento y distribución
propiamente tal, debido a características como la humedad, la luz y,
especialmente, la temperatura se transformaron en una preocupación
para la industria.
La Temperatura es otro de los pilares de esta esta industria en
cuanto a su operación logística, el cual está directamente
relacionado de variables, tales como las zonas geográficas y
condiciones climatológicas a las que se ven expuestos los productos,
desde su fabricación hasta su distribución al destino final
(paciente).
En tanto, estos requerimientos de temperatura pueden variar desde la
condición de refrigeración hasta la de temperatura controlada,
dentro de los siguientes parámetros: Condiciones normales de
almacenamiento: en locales secos, bien ventilados, a una temperatura
entre 15 y 25°C (en determinadas condiciones climáticas hasta 30°C).
Condiciones de refrigeración sin congelar entre 2 y 8°C. Condiciones
de refrigeración por debajo de 8°C. Condiciones de congelación entre
-5° y -20°C. Condiciones de Congelación potente por debajo de -18°C. |