CHARLAS
CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel
Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
EL DHAMMAPADA (4)
Namasté para
todos. Deseo enviarte un saludo Sammasati, esperando que tú y los
tuyos estén bien, felices y en paz. Continuamos con la Cuarta
entrega del Sexto Capítulo denominado El Dhammapada, del libro
inédito “Charlas con un Maestro Sammasati”.
El Maestro sentado en su cálido hogar, continuó explicando el
Dhammapada a su joven discípulo. Había pasado ya un tiempo desde que
habían comenzado a estudiar este sagrado texto y el discípulo había
aprendido mucho sobre la sabiduría del budismo.
En esta cuarta entrega, el Maestro terminó de explicar los versos
del primer capítulo del Dhammapada y comenzó a hablar del segundo
capítulo, titulado La Vigilancia. El Maestro explicó al discípulo
que la vigilancia es una de las cualidades más importantes para
aquellos que buscan la iluminación. Debemos estar siempre alerta y
atentos a nuestras palabras y acciones, ya que estas tienen un gran
impacto en nuestro mundo interior y en el mundo exterior.
El Maestro leyó algunos de los versos del segundo capítulo para
ilustrar esta idea. Uno de ellos decía: La mente es difícil de
dominar, veloz como un relámpago. Los sabios la controlan como el
conductor a su caballo. El Maestro explicó al discípulo que nuestra
mente es como un caballo salvaje que necesita ser domado y
controlado. Debemos ser vigilantes y estar siempre atentos a
nuestros pensamientos y acciones para no ser arrastrados por ellos.
El discípulo escuchó atentamente las palabras del Maestro y se
comprometió a ser más vigilante en su vida diaria. Sabía que esta
cualidad era esencial para avanzar en su camino hacia la
iluminación.
31. Adepto: Maestro, sígueme explicando del Dhammapada, por favor.
32. Maestro: Estos son los cinco últimos versos El primer capítulo
del Dhammapada que se titula “Caminos Contrarios”.
16. Es feliz en este mundo y es feliz en el mundo venidero: el
hombre que hace el bien es feliz en ambos mundos. Está contento,
siente un gran contento cuando ve el bien que ha hecho.
17. Se aflige en este mundo y se aflige en el mundo venidero: el
hombre que hace el mal se aflige en ambos mundos. «He hecho el mal»,
se lamenta, y no para de lamentarse en la senda de la aflicción.
18 Se alegra en este mundo, y se alegra en el mundo venidero: el
hombre que hace el bien se alegra en ambos mundos. «He hecho el
bien», se alegra, y no para de alegrarse en la senda del gozo.
19. Si un hombre dice muchas palabras sagradas, pero dice y no hace,
este hombre necio no puede gozar de la vida de santidad: es como un
pastor de vacas que cuenta las vacas de su amo.
20. Mientras que, si un hombre dice solo unas pocas palabras
sagradas, pero vive la vida de estas palabras, libre de pasiones y
odio e ilusión –con visión correcta y una mente libre, sin desear
nada ni ahora ni en el tiempo venidero–, la vida de este hombre es
una vida de santidad.
33. Adepto: Maestro, por favor continua entonces con el segundo
capítulo.
34. Maestro: Como ya te dije anteriormente, El Dhammapada es uno de
los textos más importantes del budismo y es considerado como una de
las principales fuentes de enseñanza del buda. Para nosotros, la
escuela Sammasati, es nuestro texto guía. El segundo capítulo del
Dhammapada se llama La Vigilancia y se compone de 31 versos que
enseñan la importancia de estar siempre alerta y atentos a nuestras
acciones y pensamientos. En este capítulo, se nos aconseja ser
conscientes de nuestras palabras y acciones, ya que estas tienen un
impacto profundo en nuestro mundo interior y en el mundo exterior.
El mensaje principal de este capítulo es que debemos ser vigilantes
en todo momento, ya que nuestra propia mente puede ser nuestro peor
enemigo si no estamos atentos a nuestros pensamientos y acciones.
35. Adepto:
Gracias Maestro, cuéntame ahora los cinco primeros versos de este
segundo capítulo del Dhammapada
36. Maestro: Estos
versos hacen un fuerte llamado la importancia de la vigilancia y la
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atención plena. Se nos dice que la vigilancia es la
senda hacia la inmortalidad, mientras que la negligencia es la senda
hacia la muerte. Aquellos que están vigilantes nunca mueren,
mientras que aquellos que no lo están ya están como muertos.
Los versos también
hablan de la importancia de tener una mente clara y de ser sabios y
vigilantes. Los que tienen estas cualidades pueden experimentar el
gozo de la vigilancia y avanzar por la senda de los Grandes.
Aquellos que avanzan por esta senda con fuerza inagotable y en
profunda contemplación, finalmente alcanzan el NIRVANA, la paz
suprema y el infinito gozo.
Además, el texto menciona la importancia de tener fe, controlar
nuestras acciones y pensamientos, y vivir la vida de perfección. El
hombre que hace esto se eleva gloriosamente y construye una isla
para su alma que las aguas no pueden inundar. En resumen, este texto
nos llama a ser vigilantes y a vivir nuestras vidas de manera sabia
y atenta para alcanzar la paz y la inmortalidad.
Estos son los primero cinco versos del segundo capítulo del
Dhammapada:
1. La vigilancia es la senda de la inmortalidad: la negligencia es
la senda de la muerte. Aquellos que están
vigilantes nunca mueren: aquellos que no están vigilantes ya están
como muertos.
2. Aquellos que con una mente clara han visto esta verdad, aquellos
que son sabios y están
siempre vigilantes, sienten el gozo de la vigilancia, el gozo de la
senda de los Grandes.
3.Y aquellos que, entregados a pensamientos elevados y en profunda
contemplación, con fuerza inagotable
avanzan por la senda, al final alcanzan el NIRVANA, la paz suprema y
el infinito gozo.
4. El hombre que se eleva en la fe, que siempre recuerda su alto
designio, cuya obra es pura, y que cuidadosamente
considera su obra, que controlándose a sí mismo vive la vida de
perfección, y que siempre,
para siempre, está vigilante, este hombre se elevará gloriosamente.
5. A través de la elevación en la fe y en la vigilancia, a través
del control de sí mismo, y la armonía
consigo mismo, el hombre sabio construye una isla para su alma, que
las aguas no pueden inundar.
37. El adepto escuchó atentamente las palabras del Maestro y asintió
con entendimiento. Sabía que la vigilancia y la atención plena eran
cualidades esenciales para avanzar en su camino hacia la
iluminación.
En la próxima entrega continuaremos con la Quinta Entrega del Sexto
Capítulo, no te la pierdas.
Inteligencia
Edgar-Cabezas
La inteligencia de
comprender ideas, adaptarnos al entorno, aprender de las
experiencias de otros, superar obstáculos y tener la capacidad de
organizarnos y planificarnos individual, social y naturalmente, de
cuerpo-mente, es lo que los “transhumanistas” denominan “wet ware”,
término usado para describir la personificación de conceptos de la
encarnación física conocida como sistema nervioso central y la
construcción mental conocida como la mente. “Wet ware” una
abstracción de dos partes de un humano vista desde los conceptos
informáticos de “hard ware” y “soft ware”. La inteligencia natural,
artificial, racional, emocional flexibilizando y equilibrando la
mente en el estado de bienestar sublime.
El canto de sirena orquestado por trompetas celestiales, la
ralentización de la vejez gracias al sistema de salud, la eterna
juventud y un paso hacia la inmortalidad. La razón aplicada
coordinando todas las inteligencias, incluso la propia, para asumir
la herencia ontológica y filogenética; el hecho humano y el destino
“ontotécnico” en el que el cuerpo se posiciona como el espacio
físico y simbólico de la singularidad que elimine el envejecimiento,
mejore la inteligencia y desarrolle habilidades y destrezas
musculares a este ser humano defectuoso e incapaz, al que la
inteligencia artificial lo mejora, para que el cuerpo deje de ser un
lugar de especulación y se vuelva el lugar de la mejora.
La bioterapia del
amor propio: “nadie te
querrá como tú te
quieres, ilumina el huevo filosofal que eres, sé tú mismo, la
meta la pones tú”. Las técnicas de flexibilidad de la mente, la
meditación, la psicología, el marketing y la informática generando “influenciadores”;
el movimiento de atención plena manteniendo la calma mientras el
ordenador nos dice qué es lo mejor para nosotros en este día, el
mundo feliz al
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instante sin intermedios ni pausas, a la
velocidad del pensamiento para anticipar,
adaptar y moldear el futuro practicando hoy.
Habitar el círculo de la
respiración desde el vientre, inhalar-exhalar manteniendo el labio superior
pegado al labio inferior, los dientes del maxilar superior friccionados por los
dientes de maxilar inferior, la lengua puesta en el límite donde se hunde el
paladar para no babear cada vez que la perturbada mente amenaza los disturbios
propios de la psicología indeseable, el sufrimiento del cuerpo y el
confinamiento en el planeta tierra. Mejorar la condición humana aprendiendo y
actualizando el sistema para ir más allá de los límites de la naturaleza humana.
El acceso del trabajo al nuevo mercado laboral con ergo, deseables ergonómicos
funcionales, la base epistémica de la inteligencia artificial es el
funcionalismo para el establecimiento de políticas regenerativas y
restaurativas. No se podrá volver al estado normal si se continúa con la manera
actual de producir y repartir la riqueza o su destino post-uso para establecer
la mejora, cuya característica es ser potencialmente ilimitada en creación e
innovación. La abolición de modales violentos de imponer subjetividades, la
libertad morfológica, la viabilidad de rediseñar la condición humana que recrea
con su vorágine de masacres el fracaso de la inteligencia humana de no poder
vivir en paz.
Esperanzas de un mejor porvenir
Por: Ramón Elías Franco
Una buena noticia, sin duda, la dada ayer por el DANE en torno a que el
desempleo en Colombia, después de mucho tiempo, volvió a tasas porcentuales de
un dígito. Como se recuerda, el índice de desocupación llegó a dispararse a más
de 21% en mayo de 2020, en medio de la cuarentena poblacional y la parálisis
productiva más drástica en el inicio de la crisis pandémica.
Desde entonces, comenzó una lenta pero progresiva reducción de la cantidad de
colombianos sin trabajo, esto a medida que la economía fue retomando el ritmo.
De hecho, al comienzo de 2021 el guarismo ya había bajado al 17% y tras algunos
altibajos ese año cerró con un esperanzador 11%. Sin embargo, en enero de 2022
la tasa volvió a subir a un 14,5% y desde entonces, con el correr de los meses,
fue cayendo de manera gradual pero sostenida, hasta ubicarse en septiembre en un
10,7% y ya para octubre cayó de los dos dígitos y cerró en 9,7%.
Ahora, si bien este dato llama al optimismo en materia de generación de empleo,
debe analizarse con cabeza fría. De un lado, no en pocas ocasiones en estas
páginas advertimos que había un desfase entre el ritmo de crecimiento económico
colombiano, que al cierre del año pasado marcó récord con un 10,8%, y la
lentitud con que estaba bajando la tasa de desocupación laboral.
Muchos analistas advirtieron que era necesario que ese mayor dinamismo
productivo se tradujera en una generación más amplia de empleo nuevo o de
reactivación de las plazas cerradas en medio del coletazo pandémico.
Incluso varios estudios llamaron la atención en torno a que era urgente revisar
la evolución real del mercado laboral, esto con el fin de determinar cuánto del
nuevo empleo se estaba produciendo por una mayor demanda de mano de obra
calificada y no calificada como consecuencia de la reactivación económica, y
cuánto correspondía al efecto de las medidas extraordinarias activadas por el
anterior gobierno (subsidios directos a las nóminas e incentivos a empresarios
que contrataran mujeres y jóvenes) para proteger fuentes de trabajo en medio de
la crisis sanitaria y social.
En tercer lugar, no se puede perder de vista que en el país todavía hay más de
2,4 millones de personas desempleadas, lo que sin duda impone la necesidad de
una política laboral más audaz. Ya algunos estudios han señalado que hay
variables muy puntuales que deben tenerse en cuenta a la hora de analizar el
flujo de la oferta y la demanda de empleo en Colombia.
Variables como una mayor formalización de los trabajadores venezolanos (a partir
de la implementación del Estatuto de Regularización Migratoria) y una mayor
cantidad de jóvenes que terminaron sus estudios de secundaria o suspendieron los
técnicos, tecnológicos y universitarios para ir a buscar trabajo y apoyar a sus
familias en medio de la disminución de ingresos por cuenta del impacto del covid-19.
De hecho, una de las circunstancias más preocupantes en Colombia es el alto
nivel de informalidad laboral, que ya se ubica en un alarmante 58%.
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