Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13. 025. 605

Fecha: Sábado 07 -01- 2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

 Debemos de atajar la inflación

 

Una de las premisas de los analistas económicos es que la inflación hace las veces del impuesto más regresivo de cuantos pueden existir, ya que golpea con mayor fuerza a los sectores de la población más vulnerables y con menor capacidad adquisitiva.

En ese orden de ideas, que la inflación en Colombia haya crecido el año pasado 13,12% es una muy mala noticia. De un lado, porque se trata del indicador de carestía de productos, bienes y servicios más alto en este siglo. Y, de otro, porque aleja la posibilidad real de disminuir las tasas de pobreza y pobreza extrema, que crecieron sustancialmente tras el duro coletazo socio-económico de la pandemia.

Si bien es cierto que el aumento drástico del costo de vida es un fenómeno global, al punto que fue el principal flagelo económico en el planeta en 2022, la situación en nuestro país es especialmente preocupante. Esto no solo porque el indicador creció de forma sustancial (en 2021 había cerrado en 5,62%), sino porque la escalada inflacionaria anula en gran parte la plusvalía en el ingreso y poder adquisitivo de las familias que debía producir el crecimiento récord del Producto Interno Bruto en los últimos dos años.

Más dramático aún resulta que la carestía se ha concentrado en rubros que impactan de forma tangible el día a día de los hogares. De acuerdo con los datos revelados ayer por el DANE, los alimentos fueron los más golpeados por el alza de los precios el año pasado (encareciéndose por encima de 27%), seguidos de otros gastos prioritarios en el bolsillo de la mayoría de los colombianos: alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Algunas encuestas y estudios han evidenciado cómo desde la crisis por el Covid-19 los hogares en nuestro país han visto disminuir el número y volumen de comidas que consumen a diario. Esa tendencia es posible que se profundice en los próximos meses, con todas sus lesivas implicaciones.

Son varias las conclusiones a derivar del cúmulo de reacciones y análisis en torno a lo que significa tener la inflación más alta en lo corrido de este siglo, precisamente en el arranque de un año en el que hay temor de una recesión global, fenómeno del que Colombia no podrá escaparse. Prueba de ello es que se proyecta que este 2023 la economía local apenas si creciera un 1,5% en promedio, descolgándose drásticamente el 8,5% calculado para el 2022 y muy lejos del 10,6% logrado en 2021.

En primer lugar, queda claro que las medidas contracíclicas adoptadas tanto por el Gobierno como por el Banco de la República (sobre todo en el incremento de las tasas de interés) se han quedado cortas para contener el fenómeno inflacionario. Un fenómeno que no es exclusivo de nuestro país, valga decirlo. También resulta evidente que no toda la culpa de este flagelo se le puede atribuir a situaciones externas como la guerra en Ucrania y su impacto en el mercado de alimentos, combustibles y energía. Hay factores internos que han impulsado la carestía de alimentos y otros
rubros, especialmente el incremento de los precios de la gasolina en el último trimestre del año pasado, medida que se mantuvo para el inicio del 2023, extendiéndose también al diésel.

¿Hay fórmulas más efectivas para atajar la inflación? Esa pregunta genera múltiples propuestas, pero guiados por el realismo y la ortodoxia económica, el margen de acción tanto en Colombia como en el resto del planeta no es mayor. La mayoría de los bancos centrales optaron en el último año por restringir la liquidez, encarecer el dinero y tratar de contener el consumo de los hogares, una estrategia que, si bien desaceleró en alguna proporción el costo de vista, implicó también enfriar los aparatos productivos y casi que ‘prefabricar’ el riesgo recesivo actual.

 

   

 

Los inocentes no tienen poder en el Estado

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 
El planeta está lleno de inocentes, son hormigas que en fila siguen las órdenes de los capitanes a recoger la cosecha que hay que almacenar para que todos sobrevivan en el invierno.
 
El común de la gente desconoce este trasegar humano que ha funcionado por siglos. Todos en cierto momento hemos hecho parte de este ordenamiento social.  Todo ha pasado inadvertido, ni aun los filósofos de la antigüedad se dieron cuenta de lo que estaba pasando porque ellos hacían parte de ese estado de inocencia. Hasta Diógenes de Sinope pretendió ignorar su inocencia siendo él un ignorante del poder que ejercía el estado sobre él.
 
La revolución francesa trató de cambiar el destino de la humanidad y todos se asesinaron entre sí y solo lograron cambiarle el collar perro que es el que se mantiene colgado a los presidentes y su corte de la cámara alta y baja.
 
Cuando llegan las elecciones, los mercaderes que merodean el establecimiento salen como perros de caza a arriar los corderos para que voten “democráticamente” por la lista de sus clientes quienes van a manejar la cosa política.
 
La falta de razonabilidad del ser humano lo hace ser presa de quienes tienen esta capacidad y bajo esta manipulación ellos creen que todo es normal. Todos trabajamos para sostener el estado y quienes gobiernan son los que usufructúan el esfuerzo de la sociedad.
 
La sociedad desconoce los valores de la equidad, libertad y autonomía que el ser humano tiene como parte de su naturaleza. Este desconocimiento intelectual lo vienen aprovechando por siglos quienes ostentan el poder.
 
No es fácil apartarse de este estado de naturaleza humana porque hace parte de la condición de cada individuo, pero si podemos ayudar a que esas personas puedan evolucionar y lograr lo que todo ser humano aspira obtener en una vida sin ser manipulados por perversos seres que buscan tomar a esos inocentes como sus esclavos.
 
La sociedad no está aún consciente de su verdadero rol como seres evolucionados en una sociedad multifacética donde todos nos debemos los unos a los otros para que exista el equilibrio en nuestra existencia.
 
Aún seguimos siendo esclavos de un establecimiento o estado dominado por bárbaros intelectos que se sienten reyes en su propia caverna.

 

Retos para la productividad agropecuaria, ciencia, tecnología e innovación en Cundinamarca

 

 

Por: Guillermo Navarrete

 

El presente es la segunda parte del documento que radiqué como propuesta para la construcción participativa del Plan Nacional de Desarrollo: 2023 - 2027.

 

Es preciso señalar, igualmente, que Cundinamarca, por encontrarse ubicada en la región central del país, tiene una alta potencialidad productiva agropecuaria, turística y un importante desarrollo

 

 

 

industrial en Sabana Centro y Sabana Occidente. Cuenta por este motivo con la presencia de un gran número de instituciones universitarias, además de la cercanía con la capital del República, con lo cual se pueden fortalecer los vínculos de investigación y desarrollo.

Estas condiciones pueden proyectar al departamento como una región innovadora, fundamentada en el conocimiento y el uso de tecnologías de punta para el desarrollo sustentable de encadenamientos productivos con el fin de incrementar la competitividad, el empleo y la calidad de vida de sus habitantes, por cuya razón en el marco de la formulación del Plan Nacional de Desarrollo es necesario tener en cuenta ciertos asuntos para aprovechar sus oportunidades y potencialidades:

• Realizar un análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, con el fin de diseñar estrategias de competitividad en el mediano plazo conducentes a promover la prosperidad, crear condiciones de trabajo productivo y proteger el ambiente natural.

 

• Promover la articulación entre los planes de desarrollo, políticas públicas, planes, programas y proyectos de carácter competitivo de la Nación, el departamento, los municipios y Bogotá, por medio de sinergias regionales en los programas de inversión, con la participación del sector privado y la sociedad civil.


• Desarrollo de instrumentos tecnológicos para la conservación y optimización del recurso hídrico, la caracterización del comportamiento del mismo en fuentes subterráneas con el fin de incrementar su disponibilidad para el consumo humano y para actividades productivas.


• Caracterizar los grupos de valor, encadenamientos productivos promisorios y áreas productivas de mayor proyección hacia el mercado nacional e internacional.


• Contemplar dentro de los presupuestos de la Nación, el departamento y los municipios rubros destinados a la investigación con el fin de determinar nuevos productos y nichos de mercado.


• Establecer redes sociales de apoyo a eventos de comercialización, intercambio de experiencias, saberes, promoción, contenidos publicitarios, insumos y productos.
• Identificar, caracterizar y poner en funcionamiento nodos regionales de comercialización, dotados de software, apoyo, asesoría y seguimiento para hacer efectivos negocios por parte de pequeños y medianos productores del sector rural. Nodos pensados como escenarios de investigación, formación, emprendimiento social, transformación de conciencia, interacción y centros de logística.


• En igual sentido, establecer centros regionales de ciencia, tecnología e innovación, con articulación con los sectores institucional, académico, productivo y social, para el aprovechamiento de infraestructuras existentes con acceso a programas tecnológicos y dotación de equipos, orientados a fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje con énfasis a las necesidades productivas de la región y del mundo.


• Acercar las instituciones de fomento y entidades crediticias a los emprendimientos agropecuarios de los municipios, especialmente del sector rural.


• Desarrollar software, sistemas de información de clientes, proveedores de insumos y productores de los municipios y el departamento, así como programas conjuntos de comunicación, para el apoyo microempresarial en la estructuración de planes de negocio.


• Establecer sistemas de publicidad, mercadeo, imagen corporativa, atención al cliente, relaciones humanas y otros relacionados, en la búsqueda por obtener precios competitivos en el mercado basados en economías de escala mediante alianzas estratégicas entre pequeños y medianos empresarios con el auspicio de los gobiernos nacional y subnacionales.


• Promover la comunicación asertiva, innovación, realimentación, retroalimentación y experiencias exitosas entre organizaciones productivas.

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.

Jefe de Redacción
Rubén Darío Varela

 

   

Diagramación
Felipe Castro Salazar
Redes Sociales
Catalina Cataño Pérez

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Edgar Cabezas

 

   

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo


CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
Calle 21 #7-68
Pereira, Colombia
Correo
elimparcialdiario@gmail.com

 

 

  

 

 

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