Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13.032-612

Fecha: Martes 24-01-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

 La polémica del voto preferente

 

Se puede decir, sin temor a caer en error alguno, que una de las falencias de la Asamblea Constituyente de 1991 (cuyo resultado general hemos apoyado con fervor en tantos aspectos positivos), consiste en haber adoptado la circunscripción nacional para la elección de senadores. Pero todavía peor, claro está, a raíz del protervo colgandejo del voto preferente que al poco tiempo de aquel evento histórico se incluyó desde el Legislativo como método para elaborar, con “realismo democrático”, esas listas y que del mismo modo terminó afectando la elección de la Cámara de Representantes y demás corporaciones.

Hoy en día, son muy pocos los senadores verdaderamente nacionales, con un caudal de opinión en las diferentes partes de Colombia, y de otra parte son muchos los que más bien han utilizado ese mecanismo para conseguir e incluso comprar sustanciosas “bolsas electorales” en los diversos departamentos. Con ello no solo se fracturó la democracia representativa colombiana, dejando sin voz en la Cámara Alta a muchos componentes territoriales del país, sino que se terminó “nacionalizando” el clientelismo. Cuya base esencial, como desde hace tiempo salta a la vista, es precisamente la figura del voto preferente, actuando de correa de transmisión entre las amorfas clientelas de cualquier origen regional o sectorial y sus personeros accidentales de presunta índole nacional.

No es, pues, que a través del voto preferente se haya logrado entrelazar los anhelos populares con sus voceros políticos, como se supone que es esencial al acto de votar luego de una permanente y decisiva movilización de las ideas y programas. Por el contrario, es claro que a través de ese mecanismo uninominal se vino a pique el concepto (y espíritu) constitucional de hacer un modelo político que permitiera al elector contrastar las ideologías; intervenir en el debate democrático acorde con las convicciones, haciendo más transparente el derecho a elegir y ser elegido; y no quedar sujetos a la mera coyunda electorera rutinaria.

Efectivamente, uno de los motivos más sentidos y reiterados de la convocatoria de la Constituyente fue ese: hacer un frente unido, desde las bases universitarias (en lo que en principio no muchos creyeron), para desbloquear el camino de las reformas, enfrentar las anomalías que mantenía la democracia colombiana, dejar atrás el frente-nacionalismo y suturar los vicios politiqueros que campeaban al alero de una legislación permisiva, erosionando la transparencia y sana marcha del Estado.

Bajo estos criterios, lo que pretendieron los delegatarios con la instauración de la circunscripción nacional era supuestamente el mejor antídoto contra el clientelismo, desde luego sin voto preferente. Tenían la experiencia de que la misma Constituyente había sido elegida a través de este mecanismo, con el cual las listas nacionales cerradas habían logrado unas mayorías cruciales, sin ofrecimiento alguno de gajes y prebendas. De igual modo, con ello se había derrotado la estrategia de la “operación avispa” del partido liberal que, por estos efectos, no pudo cobrar su preponderancia en la Asamblea y hubo de resignarse a compartir su hasta entonces demoledora influencia, aun teniendo gobierno a bordo. El primero y más grave traspiés para lograr aquellos fines fue haber disuelto la coalición reformista, cuando de modo sorpresivo los voceros de la Alianza Democrática M-19 evitaron que los constituyentes pudieran hacer parte del nuevo Congreso.

 

   

 

La microempresa o el empleo en el tercer mundo

 

Por Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

El rebusque es una forma de sobrevivir en una sociedad que los políticos no pone atención al ciudadano que apenas está empezando a formarse como parte de ella. La educación que se le da a la juventud no les permite solventar por sí misma y el establecimiento solo tiene intereses en los que lo administran.

Los países no son pobres, todos tienen su propia riqueza. La pobreza la generan quienes mal dirigen el Estado porque ellos como cabezas tienen mayor capacidad intelectual que el pueblo. Y este vive a merced de quienes están empoderados.

Los animales por fortuna viven bajo otros parámetros porque ellos buscan sus alimentos haciendo largos recorridos y nadie se apropia de lo que la naturaleza da. Lo contrario de los seres humanos. El ser humano tiene que rebuscarse y ser astuto para sobrevivir en una jungla que ya tiene dueños y esto hace que nazcan lo que hoy llaman carteles, creación ésta de la DEA, para señalar a los infractores de las leyes y reprimir la libre empresa.

Los microempresarios sobreviven del rebusque y no hacen parte de la gran empresa, a pesar que mueven miles de millones de dólares o pesos a diario y están organizados precariamente para sobrevivir en una sociedad que siempre está buscando el precio más barato en el mercado para ahorrarse unos pesos.

No quiero decir que no debe existir la microempresa, ella debe existir porque esos pequeños empresarios crean una economía muy importante y a su vez generan productos exclusivos en el mercado y le dan una identidad al país. Pero lo que si se debe hacer es orientar a la gran mayoría a trabajar en la gran empresa porque ella tiene los recursos económicos y la organización para poder dar una estabilidad al trabajador a largo y mediano plazo.

Las leyes laborales colombianas están muy mal concebidas y esto ha hecho que el mismo Estado tenga que subcontratar a sus empleados y redactar una serie de artimañas para poder emplear su personal.

El Estado en este tipo de figuras no se hace responsable de sus ciudadanos, los desampara, y los deja volando como objetos que remolinos de vientos los azota sin misericordia. Al suceder esta actitud los ciudadanos no confían en su Estado político y el problema es que la sociedad no tiene herramientas para defenderse y quienes las tienen no saben cómo usarlas.

El país está pasando por un momento que hay mucha incertidumbre. Es el comienzo de un gobierno donde no hay claridad todavía y a su vez es muy temprano para hacer un balance. Ese temor existente no es fácil de apartar de una sociedad que ha pasado por toda una gama de situaciones políticas y desaciertos.

Ya vienen unas elecciones que podrán mostrar un derrotero claro de lo que podrá pasar en el futuro cercano. Pero el problema colombiano es que viene desde hace muchas décadas. Y resolver una situación en la que el país está metido no será de un día o un año, son problemas que se resuelven en cinco o diez años y eso lo sabe cualquier analista político.

La microempresa cómo se maneja en Colombia, ella demuestra que hay pobreza no en los microempresarios sino en los que dirigen la cosa pública.

 

 

 

Crónica #572

LA SACERDOTISA DEL AVERNO

 


Gustavo Alvarez Gardeazábal


Audio:

 

https://www.spreaker.com/episode/52515585

 

Desde las épocas de los griegos y los romanos quien abría las puertas del infierno, al que llamaban averno, era una sacerdotisa que podría escoger a cual de la entradas al inframundo nos correspondía a los humanos.

Algo igual nos está sucediendo a los colombianos por estos días con la insistencia machacona de la señora ministra de los ojos grandes en hacernos ingresar al caos y el desespero colectivo por no medir las verdaderas consecuencias de una idea que muchos le oyeron antaño a su padre, el ambientalista y varias veces Ph D, Hildebrando Vélez, y que ella quiere volver decreto de estado: la de suspender la exploración y explotación de cualquier nuevo pozo de petróleo o gas en Colombia.

Maquiavélicamente la sacerdotisa del averno fue con su propuesta al Foro de Davos para desde allí asustar a todos los inversionistas que pudieran pretender venir a Colombia. Haciéndolo aparecer como un gesto apostólico ambientalista, de dar ejemplo al mundo de cómo se debe librar la batalla contra el consumo de combustibles fósiles, no le pasó por, la mente a la sacerdotisa que en nuestro país importamos tres cuartas partes de lo que comemos con las divisas que en un 56% nos produce la exportación de hidrocarburos.

Y como la idea de ingresarnos al infierno le suena muy bien al liquidacionista del presidente Petro, él mismo sale a respaldarla y termina de asustar al mundo económico. A ninguno de los dos les pasa por la cabeza la posibilidad que si en el inmediato futuro no tenemos ni petróleo ni gas, no solo paralizamos el transporte y ponemos patas arriba la economía nacional sino que cambiaríamos la dieta de los hogares pues no tendríamos dólares suficientes para importar lo que comemos.

Pero como a una dañina debe venir otra peor, Petro dijo allá mismo en Davos que esos dólares que ahora llegan de hidrocarburos los conseguiremos con turismo, al que acabamos precisamente de frenar con la reforma tributaria que les puso Iva e impuesto de consumo a hoteles y restaurantes y con turistas que requieren carreteras de 4 G que Petro detesta y que no dizque se construirán más.

El Porce, enero 24 del 2023

 

 

 

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