Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13. 045- 625

Fecha: Jueves- 23-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

 La alerta de violencia en Colombia


Si bien es cierto que el número de homicidios a nivel nacional ha disminuido en Colombia (hasta 26,9 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2022), hay ciudades en donde las muertes violentas no han tenido un declive pronunciado.

Una prueba de ello es el informe revelado esta semana por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una organización no gubernamental mexicana que periódicamente hace un ranquin de las ciudades más violentas a nivel global. Obviamente el cálculo se hace con base en información oficial de los respectivos países, razón por la cual puede que haya algunas urbes que no aparecen en el listado, que dicho sea de paso solo contabiliza lo que pasa en aquellas que tienen más de 300 mil habitantes.

Está el caso, por ejemplo, de las ciudades venezolanas, varias de las cuales no se incluyen en la mencionada clasificación debido a que las estadísticas de las autoridades del vecino país sobre inseguridad suelen no ser muy creíbles. Aun así, algunos entes no oficiales y voceros de la oposición antichavista advierten que la tasa de homicidios está disparada en todas las zonas urbanas.

De acuerdo con el ranquin, nueve de las diez ciudades más violentas a nivel global están, precisamente, en México. Colima, con una tasa de homicidios de 181,9 por cada 100 mil habitantes, ocupa el primer lugar. Le siguen Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Uruapan y Acapulco. Como es sabido, esta circunstancia se deriva principalmente de la escalada delincuencial de los carteles del narcotráfico. En ese top 10 la única urbe no manita es Nueva Orleans, en Estados Unidos.

Otro aspecto que genera inmensa preocupación es la cantidad de ciudades latinoamericanas dentro de ese listado de cincuenta. No solo hay 17 mexicanas, sino que aparecen 10 brasileñas y seis colombianas. En Honduras se reportan dos y una en Puerto Rico, Haití, Ecuador y Jamaica.

Para el caso de nuestro país, Cali figura en la casilla 32, seguida de Santa Marta en el puesto 37, luego está Buenaventura en el 43, Cartagena en el 47, Palmira en el 48 y Cúcuta en el 49.


Se trata, sin duda, de una circunstancia preocupante, sobre todo en lo que tiene que ver con el Valle del Cauca, ya que allí están tres de los conglomerados urbanos con más muertes violentas en el país.

No deja de llamar la atención el caso caleño, ya que a comienzos de este año la Alcaldía resaltaba como uno de los más grandes logros del 2022 la reducción de homicidios, siendo el año menos violento de los últimos 35 en esta capital. La Secretaría de Seguridad reportó 982 asesinatos (alrededor de 250 menos que el 2021), además de una disminución en otros delitos
de alto impacto. A su turno, la administración de Palmira destacó que se había registrado la tasa más baja de homicidios en los últimos 14 años. De igual manera, la Gobernación, en su corte de cuentas anual, ponderó la disminución de las muertes violentas.

 

   

 

El Estado el mayor generador del crimen organizado 

 

 

Por Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

 
Los Estados en la antigüedad y aun en el presente siguen gobernados por un poder central que determina a través de leyes su forma de gobierno, Este modelo de gobierno algunos pensadores han buscado cambiarlo por un modelo equitativo y que prime la autonomía de su pueblo.  
 
La revolución francesa y las siguientes han dado palo de ciego en la búsqueda de un Estado donde la sociedad sea la que está organizada y establezca sus propias leyes que rijan la convivencia entre ciudadanos sin que entre sí sean atropellados y puedan alcanzar la armonía social que cualquier sociedad desea tener.
 
La constitución colombiana es un tratado de derecho que riñe con la sana convivencia entre los ciudadanos porque los despoja de sus derechos de su autonomía impidiéndoles defenderse, proteger su vida y bienes personales y dándoselos al Estado como absoluto defensor del derecho ciudadano. El Estado jamás puede estar vigilante en todo sitio y momento para que el ciudadano esté protegido.  
 
El Estado al crear leyes que obliguen al ciudadano a tributar más allá de sus posibilidades e impedir que él pueda desarrollarse sanamente y tributar equitativamente, obliga al empresario a crear sus propias vías que le permitan moverse y organizarse como un criminal paralelo al Estado y sobornando.
 
Quienes administran los Estados actuales son criminales que desconocen cómo se debe administrar una sociedad sin crear el crimen que se organiza paralelo y quienes se empobrecen es la sociedad porque es la que paga al final lo que se roban la administración pública.
 
En la actualidad tenemos un estándar diferente de lo que es un Estado; cómo se maneja, administra o gobierna. Esta diferencia es sustancial en la razón que los seres humanos hemos evolucionado intelectualmente a unos niveles donde la autonomía individual ha alcanzado unos niveles que riñen con el pasado y está obligando a los administradores que revisen su agenda administrativa.
 
Quienes han gobernado han vivido de los diezmos de sus súbditos y estos los han pagado por la carencia de conciencia individual y autonomía. El poder ejercido por
quienes están al mando del Estado ha obligado a sus vasallos a tributar sin ninguna protesta y si lo hacen reciben el castigo del Estado.
 
Hemos evolucionado genéticamente, pocos se han enterado de ese clic evolutivo de nuestra naturaleza. La gran mayoría está a diferentes clics evolutivos del groso humanístico, por eso esa variedad de seres humanos y los conflictos existentes.
 
Mientras el Estado siga generando esa energía para que se organice la

 

 

 
 parte criminal no habrá cambios en el comportamiento humano.

 

Crónica #594
GUERRA AVISADA NO MATA SOLDADO

 


Gustavo Alvarez Gardeazábal

 

Audio:

https://www.spreaker.com/episode/52811372

La inesperada, atrevida y muy riesgosa visita del presidente Biden a Ucrania hace pensar muchas cosas. Tantas como el discurso de Putin ayer ante todos sus oligarcas y, para que lo oyeran, traducido simultáneamente a todo el mundo.

El atrevimiento de un Biden de 78 años arriesgándose a llegar a Kiev en tren, puede ser idéntico al atrevimiento de un Putin rozagante anunciando de nuevo el fantasma de la guerra nuclear al suspender la vigencia del tratado de proliferación de esas bombas.

Ambos estuvieron cargados de simbolismos punzantes. Biden posando ante las cámaras y las redes en las calles de una ciudad que ha sido bombardeada es tan diciente como la arremetida machista y homofóbica de Putin llamando a Occidente la tierra de los maricas.

Muy probablemente Biden ha jugado electoralmente para domeñar a los republicanos. Putin, en cambio ha explotado el sentimiento ruso de una patria perseguida por la OTAN para amansar a palomas y halcones. Pero al Biden haber informado a Moscú de su visita cuando los bombardeos a distintas regiones de Ucrania y el ataque de misiles y drones pudiera alcanzar el tren en el cual se trasladaba desde Polonia, indica sensatez de ambos mandatarios, aunque a su vez permite medir la magnitud del riesgo corrido porque bien podrían los halcones de Moscú haber desoído el aviso y disparar si no contra la comitiva presidencial norteamericana, si haber precipitado la tercera guerra mundial, que tanto tememos.

Con ninguna de las dos actuaciones, más dramáticas que reales, pasó algo inmediatamente. Pero el gesto de la visita y el fantasma nuclear del discurso tiene hondas repercusiones en el manejo de la guerra.

Rusia ha quedado advertida que el apoyo norteamericano no es solo facilitándole las municiones y tanques que hacen falta al gobierno de Kiev. Putin amenaza con sus bombas nucleares no solo a Occidente sino al mundo.

Pero como ninguno de los dos habló de conversaciones de paz las palabras de la verdad de puño siguen vigentes: guerra avisada no mata soldado.

El Porce, febrero 23 del 2023

 

 

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