Las mujeres y la
“brecha de empleo”
Por: Ramón Elías Franco Cada 8 de marzo, al
celebrarse el Día Internacional de la Mujer, son múltiples los
diagnósticos que se publican a nivel mundial, continental, nacional,
regional y local en torno a cómo los derechos del género femenino
siguen estando un paso atrás de los del masculino.
Sin embargo, considero que en esta ocasión hay informes con nuevos
enfoques que permiten una aproximación más realista y detallada a
este fenómeno. Por ejemplo, la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) desarrolló un nuevo indicador, denominado “brecha de
empleo”, que va más allá de las mediciones tradicionales en torno a
la diferencia de niveles de desempleo entre hombres y mujeres, las
distintas escalas salariales pese a desempeñar labores similares, la
clasificación de las edades, grados de formación y variabilidad de
la oferta y demanda, entre otros.
También creo que esa “brecha de empleo” se centra en cuantificar y
caracterizar a las personas en edad de trabajar que están
interesadas en encontrar un empleo. Según los expertos detrás de
esta innovación estadística, esta nueva medición es más específica
que la tradicional tasa de desempleo, ya que permite detectar con
mayor certeza los niveles de desequilibrios de género más acentuados
en cuanto al acceso a un oficio y las condiciones laborales.
En este primer informe al respecto, por ejemplo, se encontró que
mientras el 15% de las mujeres en edad de trabajar en todo el mundo
desearía emplearse pero no lo consigue, solo el 10,5% de los hombres
está en similar situación. Al ahondar sobre los mercados laborales a
nivel global entre 2005 y 2022 se concluyó que la brecha se ha
mantenido prácticamente invariable durante casi dos décadas.
Se trata de un dato clave a la hora de fijar las políticas laborales
de cada país, más aún porque, como lo señala la OIT, las tasas
globales de desempleo de mujeres y hombres suelen ser muy similares,
esto debido a que los criterios utilizados para definir los índices
de desocupación tienden a excluir de forma desproporcionada ciertas
condicionalidades del sexo femenino.
Por ejemplo, durante la crisis pandémica las mujeres y los jóvenes
terminaron siendo las franjas poblacionales más afectadas en cuanto
a pérdida de empleos. De hecho, los estudios
realizados evidencian que en medio de las cuarentenas millones y
millones de trabajadoras fueron despedidas o se vieron obligadas a
renunciar a su actividad laboral, con el fin de concentrarse en el
cuidado de los hijos, padres, adultos mayores e incluso de quienes
terminaron contagiándose de covid-19 y enfermando de forma grave.
La verdad es que en Colombia el año pasado se hizo una actualización
metodológica de la medición del mercado de trabajo, la población
ocupada, desocupada y por fuera de la fuerza laboral. Esto lleva a
una medición más exacta de la cantidad de personas sin plaza, no
solo en cuanto a desempleo por género, sino por edades, oficios,
salarios, ubicación geográfica y otros elementos. Ese nuevo enfoque
permite tener una radiografía más realista y detallada. Así las
cosas, de acuerdo al último informe del DANE, aunque la tasa de
desempleo en el
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total nacional fue de 13,7%, con corte a enero, continúa
siendo mayor el número de mujeres sin empleo, que se ubica en un
14,1%, mientras que la de los hombres es del 7%.
Tregua a los impuestos
Por: Rubén Darío Varela
Incrementos en la facturación del predial hasta en un 500% es la
triste realidad a la que hoy en día se ven enfrentadas muchas
familias colombianas de escasos recursos que no
entienden este incremento tan desproporcionado, un fenómeno que se
ha venido presentando principalmente en departamentos como
Atlántico, Antioquia, Cundinamarca y Cauca, entre otros.
Esta situación ha propiciado la indignación de cientos de personas
que se han manifestado en las calles para solicitar una respuesta
oportuna ante estos incrementos, como sucedió en Popayán en la
última semana en la que con factura en mano los habitantes de esta
ciudad evidenciaron su inconformismo.
Es realmente triste que todas estas personas de Popayán y de otros
departamentos de Colombia solo hayan obtenido como respuesta de
parte de las respectivas alcaldías que frente a este incremento las
autoridades municipales no pueden hacer nada, ya que esta novedad en
la facturación obedece a una actualización catastral que en el
último mes fue ordenada por el IGAC (Instituto Geográfico Agustín
Codazzi).
La pregunta del millón es: ¿Quién responde entonces a estos usuarios
por esta facturación? Esinsólito que una familia que paga $300.000
por el predial, ahora se vean en la obligación de pagar hasta
$1.500.000, y los entes municipales, es decir, las alcaldías no
estén dispuestas ayudar con ajustes económicos para estas familias.
La situación que se está presentando y que no es nueva en Colombia,
requiere de una pronta solución teniendo en cuenta que estas alzas
están afectando en gran manera a estas familias. Para arreglar esta
situación se hace necesario que se lleve a cabo una revisión en el
modelo de estratificación en el país.
Esta revisión debe de llevarse a cabo de manera urgente, teniendo en
cuenta la cantidad de inconsistencias que están afectando a los
colombianos de bajos recursos que hace unos diez años eran estrato 1
y que de un momento a otro empiezan a figurar en estrato 2 o 3.
Ampliaciones de calles, construcción de nuevos conjuntos cerrados,
entre otras razones hacen que aumente el impuesto predial y aunque
es verdad que estas viviendas se valorizan, la situación preocupante
es que los cobros de facturación del predial son realmente
desproporcionados para los ingresos de estas familias.
Esta situación se sigue agudizando cada vez más porque estos
incrementos no solo se han venido dando con la facturación del
predial, sino también con la empresa de energía que también ha
tenido un incremento hasta del 500%. Esta situación se hace cada vez
más crítica especialmente en la costa caribe.
Personas que viven en la costa caribe colombiana en viviendas
humildes con pocos electrodomésticos les están cobrando unas altas
sumas de dinero por la factura de energía solo por el constante uso
de los ventiladores que son usados de manera permanente por las
altas temperaturas que se presentan en estas zonas del país.
El alcalde de Barranquilla. Jaime Pumarejo ya se manifestó ante esta
situación y se comprometió a realizar un ajuste tarifario con el
Gobierno entrante, ojalá y esta iniciativa sea toda una luz de
esperanza para estos colombianos de la costa de bajos recursos que
incluso se ven obligados a
disminuir su alimentación para cancelar los
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servicios públicos que son muy costosos en esta época.
CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
Upadesha 67 - Las consecuencias de las acciones
“No es una buena acción, si tienes que
arrepentirte después de hacerla, y los frutos amargos de la mala acción son
recogidos con lágrimas”.
El budismo enseña que todas las acciones tienen consecuencias, tanto positivas
como negativas. En el upadesha 67, se hace hincapié en la importancia de la
reflexión antes de actuar, ya que cada acción tiene un impacto en nosotros
mismos y en los demás.
El upadesha comienza con la afirmación de que una acción no es buena si después
debemos arrepentirnos de haberla hecho. Esta afirmación es clave para comprender
la ética budista, que valora la intención detrás de la acción tanto como el
resultado de la acción en sí misma. En otras palabras, una buena acción no se
define solo por el resultado final, sino también por la motivación detrás de
ella. Si nuestra intención es positiva y amorosa, la acción será considerada
buena, incluso si el resultado no es el esperado.
Por otro lado, si nuestra intención es egoísta o dañina, la acción será
considerada mala, incluso si el resultado es beneficioso para nosotros. En este
sentido, la ética budista se enfoca en la intención detrás de la acción y no
solo en la acción misma.
El upadesha 67 también señala las consecuencias negativas de las malas acciones,
que son recogidas con lágrimas. Esto es una metáfora para indicar el sufrimiento
que se experimenta como resultado de las malas acciones. El budismo enseña que
todas las acciones tienen una semilla kármica, que puede germinar y dar lugar a
una experiencia positiva o negativa en el futuro.
Es importante tener en cuenta que el budismo no ve las consecuencias kármicas
como un castigo divino o una recompensa, sino simplemente como una ley natural
de causa y efecto. Cada acción tiene una consecuencia, y es nuestra
responsabilidad elegir sabiamente para evitar el sufrimiento y promover la
felicidad.
Por lo tanto, el upadesha 67 enfatiza la importancia de la reflexión y la
atención plena antes de actuar. Si podemos aprender a cultivar una intención
amorosa y compasiva, nuestras acciones serán más propensas a tener consecuencias
positivas en nuestras vidas y en las vidas de los demás. Además, si somos
conscientes de las consecuencias kármicas de nuestras acciones, podemos tomar
decisiones más informadas y evitar el sufrimiento innecesario.
En resumen, el upadesha 67 nos recuerda la importancia de la ética y la
responsabilidad personal en nuestras acciones. Cada acción que tomamos tiene una
consecuencia, ya sea positiva o negativa, y es nuestra responsabilidad elegir
sabiamente. Al cultivar una intención amorosa y compasiva, podemos promover la
felicidad y evitar el sufrimiento en nuestras propias vidas y en las vidas de
los demás.
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