Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13. 055. 655

Fecha: Sábado 18-03-2023

 

EDITORIAL

  - 9
 

EDITORIAL

 

El auge del narcotráfico

 

El narcotráfico es, sin duda alguna, uno de los delitos que más capacidad de mutación tiene. Ello explica, precisamente, por qué no disminuye de manera sustancial. Por el contrario, pese a la ofensiva de las autoridades en muchos países e incluso el avance de la legalización de la producción, venta y consumo en otros tantos, continúa siendo una de las economías ilícitas más fuertes a nivel global y con mayor nivel de penetración en la sociedad.

La semana pasada, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) advertía que la legalización de la marihuana no estaba reduciendo el consumo del alucinógeno y, un hecho más grave aún, la esfera criminal que rodea su producción y comercio persistía en aquellas naciones en donde se ha autorizado el uso recreativo del cannabis. Con base en esa conclusión, la agencia dijo estar muy preocupada por la trivialización con respecto al uso no médico del cannabis y la tendencia a su legalización, principalmente en Latinoamérica y parte de Europa.

Ayer el turno de dar otro campanazo al respecto le correspondió a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que alertó en torno a que la producción mundial de cocaína se disparó drásticamente en los dos últimos años, una vez fue quedando atrás la crisis pandémica.

Las cifras del “Informe Mundial sobre la Cocaína 2023” son alarmantes: el cultivo de hoja de coca se disparó un 35% de 2020 a 2021, todo un récord e incluso se considera el aumento interanual más alto desde 2016. Según la agencia de la ONU ese drástico incremento no solo se debe al crecimiento de los sembradíos ilegales sino a cómo los narcotraficantes han logrado mejorar el proceso de producción del alcaloide.

Aunque obviamente Colombia tiene un papel protagónico en este fenómeno en cuanto a la
producción y tráfico de cocaína, también resulta claro que hay unas nuevas dinámicas globales en el narcotráfico. Por ejemplo, si bien los mercados con más demanda de drogas continúan estando en los continentes americano y europeo, hay un avance sustancial de este negocio ilícito en África y Asia. No menos preocupante es el hecho de que el crecimiento de la oferta de narcóticos está acompañado de un aumento similar de la demanda. A ello se suma que los mecanismos y focos de distribución también se han diversificado.

Este último aspecto, sin duda alguna, termina siendo un llamado de atención para esos sectores que a nivel internacional y en Colombia consideran que avanzar por la vía de ladescriminalización de la producción, tráfico y consumo de estupefacientes es el camino más seguro y expedito para acabar el narcotráfico. Tanto el informe de la JIFE como el de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito apuntan en la dirección contraria a esa tesis.

 

   

 

Las preguntas salen sin respuestas

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Desde que tengo conocimiento sobre la vida pública en Colombia, siendo muy pequeño escuche hablar de personajes siniestros que gobernaban el país. Eso fue en los años 50s. Era otra época donde reinaba la ignorancia popular y la gente creía en partidos políticos al igual que la religión.

La idiosincrasia de estas sociedades que habitan el continente están muy apegadas a las creencias religiosas y políticas, muy poco en el raciocinio intelectual que otras tienen y han logrado avanzar en su bienestar humano. Los jefes de los cultos son los orientadores y manipuladores de las personas que carecen de independencia intelectual y buscan allí llenar ese vacío y funcionar como súbditos de ese epicentro de donde les absorbe y les alimenta el raciocinio elemental.

Una sociedad de élites es muy difícil que avance y se congregue como una empresa social y no de líderes. Mientras permanezca unida a un liderazgo no va a poder avanzar porque normalmente los líderes son psicópatas y son los dueños de lo existente sin que nadie se dé por aludido. Excepto los independientes, autónomos o empresarios.

Lo que está pasando en la actualidad es que ya está entronizado un líder que no tiene respeto por sí ni por la sociedad que lo ha elegido. Sus faltas de asistencia demuestran que hay algo enfermizo en él, algo que no está claro en su récord médico o de quienes manejan su agenda laboral. Él ha sido elegido para administrar un país y manejar los bienes de los colombianos, porque Colombia no es una monarquía donde se ha nombrado un gobernante.

En derecho existe un precepto, como se hace se deshace. De esta forma lo que quedó mal tejido se deshace para volverlo a tejer con mejores tejedoras. Esta ha sido la regla que se ha venido empleando en naciones donde la sociedad presiente que algo malo va a pasar o está pasando.

Colombia es un país pequeño, a pesar que tiene millones de habitantes y su economía es muy frágil. El dólar es una moneda fluctuante que depende de muchos movimientos económicos a nivel mundial para su estabilidad. El peso colombiano podría ser una moneda duro si sus genios en economistas supieran hacer lo que realmente se debe hacer. En Colombia hay más de dos trillones de dólares almacenados en millones de familias que los han ahorrado de sus trabajos secretos, pero están ahí, El gobierno americano lo sabe y está en silencio. Porque está usando ese dinero en su contabilidad para poder girar dinero respaldado en ese guardado.

Hay un mal manejo en la economía en este momento porque el líder está ausente y sus alfiles no saben dónde están parados.

No hay que asustarse, lo que hay que hacer es organizarse y trabajar para que el país se monte en los riles que realmente debe estar.

 

 

 

Crónica # 611

TATIS

 

 

Por: Gustavo Alvarez Gardeazábal

 

Audio:

https://www.spreaker.com/episode/53234308

Gustavo Tatis Guerra es, hoy por hoy, y ante la ausencia frágil de su coterráneo Juan Gossaín, el mejor cronista que tiene el periodismo colombiano. Desde hace años, sin tener que subirse a los pedestales de la gloria efímera que los bogotanos, le dan como migajas a los periodistas cartageneros, Tatis se ha ido encaramando por calidad, solvencia y sobre todo por la poesía que parece brotar de las parrafadas que escribe.

Hay dos libros suyos, de los últimos años, que han permitido conocer los vericuetos e intimidades de dos personajones que tuvo la Costa, y de los cuales Colombia entera se enorgulleció, Alejandro Obregón y Lucho Bermúdez. Escritos ambos como biografías, pero impactantes en los lectores como crónicas al infinito, nos han permitido al resto de colombianos que solo nos atragantamos de los titulares mitificadores de la prensa bogotana, conocer el mundo de ese par de artistas de oficios opuestos, de orígenes sociales extremos.

Empero, no es la facilidad y disciplina investigativas de las que hace gala Tatis lo que captura lectores por millares desde sus crónicas en las páginas de El Universal, donde escribe casi a diario como lo hizo alguna vez García Márquez, quizás sentado en el mismo escritorio de la redacción del periódico cartagenero. Tatis Guerra es pegajoso porque su narrativa está impregnada de poesía. Sus frases surgen, no con la fuerza del volcán del Ruiz sino con la suavidad y misterio del volcán de lodo del Totumo. Ellas, gracias al manejo impecable del idioma, rinden tributo a la capacidad cuentera de las sabanas costeñas de donde es oriundo y se tornan en inolvidables para quien las lea.

Por estos días, Tatis Guerra anda por Cali deleitando con su hablar cantarino como parte de los preludios del Festival de Poesía que organiza la Secretaría de Cultura. No debiendo ir hasta los recintos donde habla, espero verlo sentado frente a un plato del guiso tulueño que todavía nos cocina Rosalba.

El Porce, marzo 18 del 2023

 

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.

Editor

Felipe castro Salazar

 

   

Jefe de Redacción
Rubén Darío Varela

 

Diagramación

Catalina Cataño P.
Redes Sociales

Kathy Pérez


Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
 

   

Gustavo Álvarez Gardeazábal
Edgar Cabezas

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo


CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
Calle 21 #7-68
Pereira, Colombia
Correo
elimparcialdiario@gmail.com

 

 

  

 

 

EL IMPARCIAL

Submit

 

 

© El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 348 6207 

 

    © 1948-2009 - 2023- El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK