Pereira, Colombia - Edición:13.058-658

Fecha: Sábado 25-03-2023

 

INFORME

 

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¿Qué es y cómo funciona la carga inalámbrica en los celulares?



Los teléfonos móviles son ordenadores personales en miniatura, además lo son desde hace ya bastante tiempo. Se usan para comunicarse con los demás y, además, como asistentes personales, consola portátil de videojuegos, cámara fotográfica, biblioteca de consulta rápida y lugar de trabajo móvil. Por eso, se necesita que estén encendidos todo el tiempo que sea posible, y por esto es posible gracias a las baterías.

Por ello, las pilas de los celulares son tan importantes y pese a que no crecen en tamaño como deberían, evolucionan de forma más o menos pareja y añaden distintas características para facilitar su reabastecimiento. Como la carga rápida o la carga inalámbrica, que lleva mucho en el mercado, pero está a punto de "volver a estar de moda", tal vez con la suficiente fuerza como para hacerse estándar. Pero, ¿se sabe realmente cómo funciona?


¿Carga inalámbrica o por contacto?


Es la gran pregunta que divide a los que ya la consideran inalámbrica como tal, y a los que esperan a que se convierta en lo que el celular promete, una carga que funcione aunque se tenga el teléfono en las manos. Entrar a una habitación concreta y que el celular comience a recuperar vitalidad. Algo que tal vez se llegue a dar en el futuro pero que, al menos por ahora, parece estar más allá del horizonte.




A la carga inalámbrica habría que llamarla carga por inducción o carga
 

 

 

electromagnética, porque es así como funciona. El sistema es muy sencillo, dentro de la complejidad de su desarrollo y ejecución. Básicamente, consiste en generar un campo electromagnético y emisor de energía, y lograr captar la energía en el otro extremo. El campo electromagnético lo genera el soporte para carga y el receptor es el celular.

El paso de energía entre el cargador y el teléfono sólo se produce cuando están cerca. El resto del tiempo, el campo electromagnético del cargador permanece en espera.

Para lograrlo, ambos cuentan con bobinas de inducción electromagnética. El soporte para carga, conectado a la corriente eléctrica, utiliza esta bobina para convertir la electricidad que recibe del enchufe en corriente alterna de alta frecuencia, y a su vez genera con ella un campo electromagnético que queda latente, pues espera la llegada de otra bobina hacia la que poder transmitir la electricidad. La bobina del teléfono móvil.
 


 

Una vez que la primera bobina, la del cargador, detecta la presencia de un teléfono compatible con el sistema de carga por inducción, gracias a una señal intermitente que envía de forma regular esperando respuesta, comienza la transmisión de la energía a través de este campo. Y así es cómo la energía pasa del cargador al celular sin necesidad de conectemos ningún cable entre ambos. Todo gracias al magnetismo.
 

Hay distintos estándares
 

Tal vez, sea el momento en el que la carga inalámbrica explote de forma definitiva, pues ahora Apple decidió subirse al carro, y su posición como "recomendador" no debe ser tomada a la ligera. Apple decidió que el estándar de carga inalámbrica de sus teléfonos sería Qi (pronunciado 'chi'), el más extendido a nivel mundial pero no es el único.
 

Junto al estándar Qi, que efectúa la carga a través de frecuencias bastante altas y

 

 

 

requiere de cercanía entre ambas bobinas, convive el estándar PMA. Este último sigue un rumbo parecido al Qi, aunque su tecnología de carga por resonancia magnética es ligeramente menos eficiente que el Qi, permite campos electromagnéticos mayores y, por tanto, que el teléfono no tenga que estar exactamente pegado a la bobina. El resultado es que con PMA se puede tener superficies de carga más amplias para cargar un celular o varios de forma simultánea gracias al mismo soporte. Con PMA se puede tener superficies de carga mayores pero menos eficientes, aunque para distancia, los 10 metros de separación que permite Cota.

 



Sobre el terreno de juego de la carga inalámbrica también esta WattUp, un sistema que permite una mayor distancia entre el cargador y los teléfonos. Concretamente puede cargar aparatos situados hasta a cinco metros de la estación de carga. Una característica que, por sí sola, haría que a WattUp le correspondiese el nombre de "carga inalámbrica" como tal. O al menos que no se la considerase carga por contacto. Y por último está Cota, que puede cargar celulares con hasta a 10 metros de distancia gracias al uso de conexiones inalámbricas como el WiFi o el Bluetooth. Lamentablemente es demasiado lenta, tan sólo de 1W.

 

Qi va ganando



No hay pocos estándares en el mercado de la carga inalámbrica, aunque Qi lleva ventaja. No sólo porque sea el método adoptado por los grandes fabricantes del mercado, como Samsung, LG, Lenovo, Apple y Xiaomi, sino porque es el que cuenta con un desarrollo más evolucionado y es el más eficiente a la hora de transmitir energía del punto A al punto B. Del cargador al teléfono móvil.

 

 

 

  

 

 

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