EDITORIAL
Sentido de la Semana
Santa en Colombia
La semana mayor de la Iglesia Católica tiene una especial
significación para los países en los cuales sus pueblos sufren el
flagelo de la violencia y la barbarie, sea por cuenta de guerras
trasnacionales o por las atrocidades protagonizadas por grupos
armados minoritarios, bajo pretextos políticos o económicos. La
doctrina cristiana, precisamente, por su ejemplo de
sacrificarlo todo por su causa y en pro del credo que busca redimir
a la humanidad, invita a las personas de las más distintas razas y
condición social a dirimir los conflictos mediante la inteligencia y
el entendimiento.
Durante esta conmemoración religiosa en muchas naciones los
feligreses hacen una pausa en su cotidianidad para elevar sus
plegarias invocando a Dios que facilite la templanza y el buen
discurrir no solo en la sociedad y la familia, sino también entre
los países.
La Semana Santa también es la oportunidad de dimensionar la
significancia de los padecimientos que terminaron con la vida
terrenal de Jesús. Un tiempo para valorar su
sacrificio, el mismo que acepta para conmover a la humanidad con su
ejemplo. La Biblia enseña que el hijo de Dios acata ese terrible
destino de la cruz con ejemplar sentido de expiación de los pecados
de la humanidad e incluso ofreciendo el perdón a los verdugos.
Aunque a una señal suya sus seguidores se habrían levantado, más lo
que buscaba Jesucristo en esos tiempos donde imperaba la fuerza de
la espada, era mostrar que existe el perdón de los pecados, la
redención del ser humano mediante sus obras y la buena fe. Todo ello
es lo que testimonian sus enseñanzas y los evangelios. Lo anterior
explica porque esta época de reflexión recalca que aquellos que
sigan sus preceptos de buena conducta, amor al prójimo, respeto a
los valores y mandamientos del cristianismo, serán bienaventurados y
redimidos tras
su muerte.
Así las cosas, la pasión y muerte de Jesucristo encierra los más
grandes símbolos de la religión católica con la finalidad doctrinal
de salvar a los que son esclavos del pecado. Se predica, entonces,
con el ejemplo de la virtud y templanza espiritual, incluso frente a
la mayor injusticia y el tratamiento despiadado. Jesucristo muestra
en el momento de su crucifixión un sentido inigualable de entereza y
sacrificio que sigue conmoviendo a millones y millones en todo el
planeta. Esto porque los esclavos no eran solamente los que estaban
sometidos a las legiones por la fuerza, sino todos aquellos que se
dejaban llevar por sus pasiones y bajos sentimientos para hacer el
mal y practicar la insolidaridad social.
Precisamente por ello la doctrina cristiana del perdón se fundamenta
en el ejemplo de Cristo, que nació, vivió y murió testimoniando esa
premisa. Un repensar vital que determine y produzca una
transformación espiritual sin antecedentes en ninguna parte del
globo, al punto que, muchos siglos después, sigue creciendo en todas
partes el influjo del catolicismo como guía de los pueblos y
esperanza de los desvalidos.
En países como Colombia, donde la barbarie y la violencia han
aterrorizado por décadas a la población, sobre todo en las zonas de
la periferia, la palabra de Cristo sobre reconciliarse con el
prójimo y dejar las armas y la violencia cobra mayor relevancia y
razón de ser. Entre esas comunidades afligidas y expuestas por largo
tiempo al furor de desalmados criminales, la paz sería una
bendición. Generaciones enteras de colombianos han sido víctimas de
la violencia, por lo que dejarla atrás cambiaría nuestra sociedad,
le facilitaría unirse y empinarse para destacarse en el mundo por
sus muchas virtudes, trabajo, creatividad y hermandad social.
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La
experiencia de años vividos es base para alcanzar la plenitud
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
La vida es un
estado de conciencia en desarrollo. Lo demás es circunstancial. Es
como si todo sucediera en un destiempo donde nosotros
estamos ahí haciendo presencia en lo inesperado. Por eso cada día es
diferente y estamos a merced de quienes dirigen el concierto social.
Unos envejecen, otro añejan, el resto simplemente está como parte de
bosque que da pulmón al aire para que la vida continúe.
Sociedades malformadas usan al bosque para que el Estado funcione y
los viejos y añejos simplemente miran pasar los días con la esperanza
que ese bosque se encienda para que nazca una nueva vegetación. Eso
jamás pasa, lo que sí sucede es que un pirómano aparece
en los extremos del bosque y hace que todo cambie de la noche a la
mañana. Y todos creen que sobre esas cenizas nacerán nuevas
generaciones que harán el verdadero cambio. Esas cenizas no son
volcánicas que sí traen los nutrientes para una nueva vida.
Las nuevas generaciones no tienen los nutrientes volcánicos que los
hagan actuar como si el conocimiento lo hubieran obtenido de ese pasado
de donde ellos vienen. Actúan aferrados a las mismas leyes que han
hecho tanto daño por décadas y no entienden que se pueden cambiar
por algo mejor si presionan a los políticos para que actúen en
interés de los electores quienes fueron los que los eligieron.
Los de antaño eran
iletrados y no pudieron hacer nada, eran los líderes quienes
comandaban esas huestes de criminales que arrasaron con
todo y que aún siguen libres sin ser juzgados por sus crímenes.
Ellos seguirán en la memoria de los millones de dolientes que jamás perdonan
aunque se firme cualquier acuerdo de paz.
La experiencia está ahí de esos años vividos que no va a permitir
que se repita otra vez ese pasado. Sin ella estaríamos en peligro de
vivir lo que no se ha vivido. Por eso la experiencia de los años es
importante tenerla en cuenta y no rechazar aquellos mayores porque
se cree
que no se va a desempeñar bien.
En Colombia se ha
preferido a los jóvenes para laborar porque no tienen experiencia,
pero se les rechaza por lo mismo. Al final se eligen
porque es más fácil manipularlos en el pago y en las labores que van
a desempeñar.
Los viejos dejan que todo suceda porque hay temores de todas las
condiciones y es mejor dejar que pasen los de la primera línea arrasando
con todo a que ellos terminen mal trechos y mal heridos en un
arranque patriótico.
La plenitud de la vida no se alcanza desde el rincón de la alcoba,
solo se llega a ella negándole a los políticos los derechos que
ellos exigen
cuando son elegidos. Ellos son nuestros empleados, y como tal hay
que obligarlos a que cumplan con sus
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obligaciones, que es, hacer que la nación funcione
para el bien de todos.
Glocal
Por: Edgar Cabeza
El mundo global existe en el
mundo local. Saber caracterizar el mundo local significa presentar y representar
apropiadamente el mundo global. La globalización como producto humano del libre
mercado está sometido al poder real, virtual e imaginario de oferta y demanda,
propio del sistema capitalista. La ciudad, producto del ensayo y error de la
creación colectiva, de la llamada sociedad del conocimiento, clasifica a las
ciudades entre ciudades globales y ciudades mundiales.
Las ciudades globales Beta, de alta eficiencia y tecnología, son aquellas que
tienen un conjunto de computadores capaz de atender las peticiones de un cliente
y devolverle una respuesta en concordancia mediante la tecnología digital como
el resultado entre ciencia e ingeniería aplicando métodos para desarrollar
sistemas que se ven expresados en imágenes, números y datos que permiten
automatizar procesos de cómputo potentes y programar la prestación de servicios,
relacionados con las actividades domesticas, industriales, financieras,
comerciales y sociales como la salud, la educación, las fuerzas militares, la
policía y los sistemas de vigilancia y control de la circulación del tránsito de
vehículos terrestres, marino-fluviales y aéreos que transportan personas,
animales y cosas. Las ciudades que prestan estos servicios son: Nueva York,
Londres, Paris, Tokio, Beijing, Nueva Delhi.
Hay otras ciudades llamadas ciudades mundiales, ciudades analógicas relacionadas
manualmente con objetos a las que se les presta el servicio digital mediante
artefactos digitales con funciones automáticas y programadas que imitan el
funcionamiento de la mente humana, básicamente el teléfono celular. Según
Gartner Inc., en el año 2020, el total aproximado de dispositivos tecnológicos
interconectados entre sí mediante el “IoT”, acrónimo de “Internet of Things”,
“Internet de las Cosas” era 20.4 mil millones en todo el planeta.
Bogotá es una ciudad mundial metropolitana, es un centro político administrativo
que gobierna centralistamente la periferia del territorio nacional con sus
bienes públicos y privados insertada en la globalización del mercado como una
ciudad que maneja un Estado ajeno, marginal y subordinado, ajeno y marginal a
las comunidades locales y subordinado a las ciudades globales.
El modelo de desarrollo de la república democrática colombiana es extractivista
de recursos naturales del agua, suelo y subsuelo desde que la hacienda pública
decidió en cabezas de Tomás Cipriano de Mosquera y Florentino González, entre
1846 y 1848, que lo que más le convenía
al tesoro público de la nación era ser exportador de materias primas con destino
a los países ricos e inteligentes en razón a que la ciudadanía colombiana era
pobre e ignorante, en tanto que Norteamérica y Europa contaban con
inversionistas ricos e inteligentes que requerían de materias primas para su
crecimiento económico y que se podía vivir de la renta de explotar y exportar
suelo, subsuelo y agua de manera gratuita y poner al pueblo a vivir bien a costa
de los recursos naturales.
La inserción local al mundo global es resistente y reexistente. El territorio
local representa la biodiversidad del mundo global ya que ella contiene espacios
naturales y ambientes distintos en los que existen formas únicas de ser
pertinentes, con identidad de especificidades en los que la biodiversidad
triunfa sobre el reino de la homogeneidad y la globalidad es reconocida por la
localidad en cuanto que la globalidad reconoce la localidad es un asunto de
educación, en la ecología de los saberes. El economista Jorge Pulecio revela un
contenido sustantivo al respecto de cómo el territorio de Colombia es “la joya
de la corona extractivista, corrupta y criminal, refugio de los vende-patria del
mundo”.
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