En qué consiste el chip cerebral con el que buscan controlar
computadoras con el pensamiento
En 2020 la startup de de Elon Musk Neuralink había anunciado que
estaba a punto de comenzar los ensayos clínicos en humanos, de sus
implantes cerebrales que tienen el revolucionario objetivo de
permitir que los cerebros humanos puedan comunicarse, de forma
directa, con computadores para permitirles recuperar la visión o la
movilidad perdidas. Pero el inicio de los ensayos se demoró y los
chips aún se encuentran en estado de prueba.
En diciembre del año pasado, la compañía sugirió que aún faltaban
seis meses para el inicio de los ensayos clínicos en seres humanos.
Ahora, aparentemente, logró la aprobación para el inicio por parte
de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en
inglés) de las pruebas en personas.
Neuralink aún no ha comenzado a reclutar personas para las pruebas y
no hay detalles sobre lo que implicarán los ensayos. Tampoco sumó
información en la base de datos oficial ClinicalTrials.gov donde se
informa de los estudios de ese tipo. Por lo general, los ensayos
iniciales son pequeños y se enfocan completamente en la seguridad
más que en la efectividad.
La compañía de Musk está desarrollando desde 2016 esos chips para
implantar en el cerebro de personas, principalmente para aquellas
que presenten diversas discapacidades. Pero, además trabaja en un
robot quirúrgico para realizar la implantación. Esto último también
necesitará de la aprobación de la FDA.
El desarrollo de la empresa de Musk ha tenido varios obstáculos que
atravesar para llegar donde está hoy en día. Uno fue el rechazo de
la FDA en marzo a dar su aprobación para el inicio de ensayos en
humanos. Pero los más resonantes fueron, por un lado, las
acusaciones de maltrato animal, cuando probó sus chips en primates,
y luego cuando el Departamento de Transporte de Estados Unidos
inició una
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investigación por las denuncias en su contra por el supuesto
traslado de implantes extraídos del cerebro de los animales
utilizados, que habrían estado contaminados con patógenos.
Ahora, aparentemente, Neuralink logró, en un período corto de unos
dos meses, responder a las preguntas de los expertos de la FDA que
estarían abiertos a autorizar los ensayos. “¡Nos complace anunciar
que hemos recibido la aprobación de la FDA para lanzar nuestro
primer estudio clínico en humanos! Este es el resultado de un
trabajo increíble realizado por el equipo de Neuralink en estrecha
colaboración con la FDA y representa un primer paso importante que
algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”,
dijo la compañía en un mensaje de Twitter.
Qué es y cómo funcionaría el chip de Neuralink
Los científicos de esa compañía se encuentran desarrollando
dispositivos que se implantan en el cerebro para conectarlo con un
computador. El objetivo es mejorar las capacidades humanas y tratar
enfermedades neurológicas. Las interfaces de chips para personas con
discapacidad son una aplicación de esta tecnología que busca
restaurar o potenciar funciones sensoriales o motoras que se hayan
perdido o dañado por alguna lesión o enfermedad. Por ejemplo, una
persona con parálisis podría controlar un brazo robótico con su
mente usando este chip.
Así lo explica la propia empresa: “Nuestra interfaz
cerebro-computadora es totalmente implantable, cosméticamente
invisible y diseñada para permitirle controlar una computadora o
dispositivo móvil donde quiera que vaya”. Además, señala que “los
hilos de nuestro implante son tan finos que no pueden ser insertados
por la mano humana. Nuestro robot quirúrgico ha sido diseñado para
insertar estos hilos de manera confiable y eficiente exactamente
donde deben estar”.
Los objetivos del chip de Neuralink son los siguientes, según
informó la propia compañía:
- Desarrollar una interfaz cerebro-computadora de alto ancho de
banda que permita comunicarse y controlar dispositivos externos con
la mente.
- Estudiar y tratar trastornos neurológicos como el Alzhéimer, el
Parkinson, la epilepsia, la parálisis o la depresión.
- Fusionar la inteligencia humana con la inteligencia artificial
para mejorar las capacidades cognitivas y evitar ser superados por
la IA.
El chip llamado N1 tiene 8 milímetros de diámetro y presenta cables
que se comparan en tamaño con las neuronas del cerebro, lo
que es el equivalente al diámetro
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de un cabello dividido por 10. Estos cables albergan electrodos y
aislamiento. El chip se implantará en el cerebro evitando tocar vena o arteria,
gracias al intrincado diseño del robot.
El objetivo, explicó la compañía, es “restaurar la independencia y mejorar
vidas, hemos creado una experiencia BCI (experiencia total) que permite un
control informático rápido y confiable y prioriza la facilidad de uso. La
capacidad de controlar computadoras, teléfonos inteligentes y varios otros
dispositivos sin tocarlos”.
El chip de Neuralink funciona captando las señales eléctricas que se producen en
el cerebro cuando la persona piensa o hace algo. Se conecta con unos hilos muy
finos que tienen electrodos, los cuales se insertan en diferentes zonas del
cerebro según lo que se quiera medir o estimular. El chip se comunica con un
computador por medio de un dispositivo inalámbrico que se coloca detrás de la
oreja. Así, se puede enviar y recibir información entre el cerebro y el
computador, lo que permite controlar dispositivos externos o modificar el
funcionamiento cerebral.
La fase inicial del proyecto se centraría en ayudar a la industria de la salud.
El sistema podrá ayudar a personas parapléjicas con tareas sencillas como usar
un teléfono o controlar una computadora. También, ayudará en la investigación de
señales eléctricas cerebrales y el desarrollo de fármacos para diversas
afecciones médicas. Otra posibilidad a futuro, según sus desarrolladores, será
la de restaurar el habla, el movimiento e incluso la memoria. Eventualmente, los
humanos podrán comunicarse entre sí sin hablar, lo que implicaría leer las
mentes de otras personas.
El procedimiento necesitará una incisión de 2 milímetros que se dilatará a 8
milímetros. La región expuesta del cráneo se cubrirá con el módulo del chipset
cuando se complete la cirugía. Según había dicho Musk, la operación de
instalación puede demorar hasta dos horas y el usuario puede estar bajo
anestesia parcial durante toda la cirugía.
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