Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición:13.094-674

Fecha: Sábado-17-06-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

Lenguaje sin órganos


Los políticos expresan, vociferan y alardean de un inagotable léxico vacío. Constantemente nos movemos entre una serie de discursos que llegan a nuestros oídos, siempre intentando mostrarse de forma clara y precisa. Pero, creer que en muchos casos las palabras transmiten lo que se “quiere decir” sería un gran engaño. En ocasiones sólo se debe a la imposibilidad del locutor, en otros al desconocimiento, es decir, manejamos un lenguaje supremamente amplio pero poco profundo.

Tenemos un cuerpo específico para cada palabra. Sabemos distinguir la palabra paz de guerra, de libertad y esclavitud, no obstante, no conocemos los significantes que recorren cada uno de estos significados, en ese desconocimiento el sentido parece perderse, cae bajo el control del sentido comun y con eso crea una extraña comprensión normalizada de cualquier concepto que se exprese, llegando al punto de ser confundida con un significado casí natural.

Sin embargo, si existe algo que sea completamente natural, de seguro no es el lenguaje, el lenguaje no se da sin más, el lenguaje en una construcción social de significantes que se logran agrupar en un significado. Más, que se haya olvidado este proceso de la creación de los significados y con ello de los conceptos, crea un total caos produciendo de tal forma un discurso que no logra distinguirse con simples graznidos de animales o cualquier tipo de contaminación auditiva, de hecho, es más clara la bocina de un auto que el discurso de un político.

El lenguaje del ser humano contemporáneo parece ser tan sólo una corporalidad, inerte, sin órganos, sin significantes, nuestros contratos orales se mueven por presuntos, nunca por exactitudes, de tal manera es cómo nuestro siglo sólo se inmiscuye más y más en una sociedad, sin lenguaje, sin palabra, puesto que nadie ha podido pensarse en los significantes, en muy pocas ocasiones nos preocupamos para que nuestras palabras sean totalmente entendidas, sólo rellenamos vacíos en el ambiente, nunca se puede pensar en la profundidad de las palabras.

De lo anterior no se nos hace extraño la facilidad con la que los políticos cambian sus discursos, propuestas y demás, después de todo se ha normalizado no entender al otro, pues para entender al otro, se supone un pensamiento crítico y antes de eso una escucha crítica, pero, a que se le puede imponer una crítica racionalista, si no hay nada que escuchar, si desde un principio el locutor no está produciendo ningún tipo de sentido que se direccione a la mente, es decir, no se puede pensar aquello que no tiene la intención de crear un fenómeno de reflexión ¿entonces, qué nos queda? Sólo nos queda exigir que las palabras de nuestros líderes o compañeros ciudadanos posean tal lenguaje, un lenguaje cargado de significantes, de profundidades, de sentidos: Claros que nos lleven a otorgarle un alma a este cuerpo que luego agrupe una serie de órganos de la comprensión. De ser esta tarea muy aburrida para nuestro quehacer día a día; sólo nos queda adentrarnos en una sociedad sin vida y llena de frustraciones, individualismos y miseria, es decir, de manipulación y engaños.
 

   

 

El origen del crimen social

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

El ser humano es simplemente un proceso de una causalidad universal. Es el ordenamiento de elementos naturales que biológicamente se va integrando hasta convertirse en lo que somos y permanecemos con conciencia y raciocinio hasta que todo regresa a su estado original.

Lo que existe en el ser humano es una variedad de actitudes que lo representan y lo hacen actuar según sus emociones. Según ese conjunto de emociones hace que otros convivan dentro de ese núcleo y compartan entre sí con otros manteniendo sus distancias dentro del mundo sociable.

Hoy somos naciones diversas con idiosincrasias diferentes que compartimos la naturaleza bajo una misma atmósfera terrestre pero con una variedad de personajes que se han hecho dueños de todos los espacios que el planeta tiene y obligando a los habitantes del planeta a seguir sus leyes para ellos sentirse que son los poseedores de lo que existe.

Toda esa fantasía existencial tiene un límite en razón de la existencia del personaje y así vemos una sucesión de individuos que brillan por sus acciones en la historia del planeta.

El crimen no es solo el asesinato, el robo, el engaño, la extorción y toda esa cadena de delitos que van en contra del bienestar del ser humano sino el que crea el mismo Estado con sus habitantes. El Estado al dictar ciertas leyes, establece a través de ellas el origen del crimen social. Pues ellas obligan al ciudadano a delinquir para poder sobrevivir y no vivir estrangulado por ellas.

Todos los ciudadanos son criminales frente al Estado o sospechosos de algún delito. Evadir impuestos es el crimen más común. No importa en qué posición esté, este delito es el más común en la sociedad. Hasta los que administran el Estado delinquen para proteger el Estado.

No hay un Estado perfecto, hay Estados poderosos porque son los más delictivos y con mayor experiencia en el manejo de la cosa pública. Esto les permite navegar en el concierto mundial como organizaciones correctas dentro de la incorrección.

Un Estado no puede sobrevivir sin delinquir, porque sería un rebaño de ovejas que pastan en la pradera. Por eso la gran mayoría de los animales viven libres dependiendo solamente de la naturaleza. Y eso los hace vulnerables a los avatares del ambiente.

Colombia está pasando por un estado de cambio en sus estructuras. Cosa que no se va a resolver en un cuatrienio porque hay profundas grietas en su estructura, que no solo están oxidadas sino corroídas por las malas administraciones que ha tenido.

Los enemigos del orden y bienestar están al acecho como hienas pensando que entre más acorralen la administración actual, pronto triunfarán. Cosa que no va a pasar, porque el país es único en demasiadas formas. Y los del Norte que vigilan todo lo que se mueve en el mundo no ven que el país se está descarrilando.

El crimen social cambiará bajo otros intereses y pasarán cosas que no estaban previstas. Esto me hace acordar a lo que pasó con Mujica del Uruguay a pesar de que son distintos personajes.

 

 

 

 

Crónica #667
OTRA INFAMIA CONTRA LOS PASTUSOS

 

 

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio:

 

https://www.spreaker.com/episode/54457299

Desde enero de este año la falla de Romeral a su paso por Rosas, interrumpió una vez más la carretera entre Popayán y Pasto. Lo ha hecho siempre desde 1928 cuando la trazaron contra el criterio del profesor José Manuel Ayerbe que advirtió el problema desde su cátedra de la Universidad del Cauca.

La necesidad de satisfacer las ambiciones electorales de los caudillitos de Popayán, los llevó a pasarla por una ruta totalmente inconveniente. Y muchos años después, cuando Guillermo León Valencia hizo la carretera Panamericana, sin subir a Berruecos para llegar a Chachagüi, aunque intentó cambiar el trazado, los mismos politiqueros de Popayán incrustados en el entonces Ministerio de Obras, lo impidieron.

Este año 2023 la destrucción copó más de 100 hectáreas, destruyó totalmente la carretera en varios kilómetros y el gobierno de Petro, ignorante de la geografía provincial, se demoró 15 días en enterarse y lo solucionó con mayor ignorancia todavía.

Hicieron una variante a las carreras pero con una inclinación tan absurda que impide que camiones de más de 28 toneladas puedan subir la cuesta y la definitiva solución no la han sacado ni a licitación. Los que pueden pasar las cargas que van y vienen, especialmente la leche, usan trasbordo de sus productos, elevando los costos y haciéndola un pésimo negocio.

Alpina montó una planta condensadora para reducir el volumen del lácteo pero dejó de comprar la mitad. Ahora La Alqueria, hace lo propio y 55 mil litros de leche comenzaron a perderse desde ayer.

No hay presidente, ministro ni gobernador que sea capaz de intervenir para solucionar el problema que creó y dejó el filipichín del ministro de Transporte que los godos de Fincho pusieron para repartir puestos y contratos.

La Contraloría no interviene porque allá mandan las fichas de Fincho. Entretanto dejan de entrar 3.500 millones mensuales a las finanzas del rincón lechero del país y se conforma una vez más la infamia colombiana contra los pastusos sin que nadie los defienda, como siempre.
 

El Porce, junio 17 del 2023

 

 

 

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