En Colombia mueren cerca de 100 mil
serpientes al año
Representan un beneficio para los ecosistemas en donde habitan pero,
por diferentes razones, las serpientes son odiadas y constantemente
atacadas, “por ignorancia”.
En Colombia existen más de 270 especies y de ellas 30 son elápidos
(corales) y 19 vipéridos (cascabel y talla equis), están
distribuidas por casi todo del territorio, excepto en las aguas del
Caribe y en las tierras altas (por encima de los 3500 metros).
Son consideradas por quienes las estudian como “animales tímidos que
no quieren tener nada que ver con la gente”.
Se alimentan de ratones, babosas, gusanos, insectos y otras plagas,
y al mismo tiempo pueden ser comida para otros animales silvestres,
como los halcones.
Pese a ello, las cifras dan cuenta de que más de 100 mil de estos
ejemplares son eliminados al año por ‘ofidiocidio’, “en hechos
derivados del desconocimiento por parte de los seres humanos”.Por
ello, para reivindicar la importancia de estos animales, la
Corporación Autónoma Regional del Risaralda (CARDER) realizó el
Festival de las Serpientes, en uno de los corregimientos en donde
abundan, Santa Cecilia, y además se está analizando la posibilidad
de convertirlas en un atractivo turístico.
“Desde la CARDER tenemos un programa de especies amenazadas de fauna
silvestre e incluye medidas de conservación de serpientes, en lo que
venimos trabajando desde 2021. Puntualmente la labor que se ha
realizado en torno al tema es sobre sensibilización a las
comunidades del departamento”, cuenta la
bióloga Jackeline Rivera Gómez.
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Añade que “hasta el momento, en lo que va desde 2021 a lo corrido de
este año, hemos realizado 56 capacitaciones a unas 1400 personas.
Específicamente lo que hacemos es hablar de cómo distinguir una
serpiente venenosa de una que no lo es, así como un poco de sus
características, el comportamiento… explorar un poco más en el mundo
de este grupo de animales”.
“También nos estamos enfocando en la prevención y atención del
accidente por mordedura de serpientes”, asevera la bióloga. Dice que
“entonces, a partir del reconocimiento de la situación que se vive
alrededor de las serpientes, no solo a nivel regional sino nacional,
pues se matan de manera indiscriminada, por el desconocimiento, nos
unimos con la UNISAR y se habló de crear un festival para incentivar
la protección y empoderar a la comunidad con respecto al
conocimiento y al cuidado de estos animales. Allí nace el Festival
de las Serpientes”.
Trabajo
“Con la comunidad venimos trabajando ya desde hace años. En 2015 se
inició un trabajo de monitoreo comunitario y en este proceso se
identificaron muchas especies que hay en Santa Cecilia. Acá en
Risaralda se encontró una variedad nueva de una especie que se creía
endémica para el Cauca. Todo este proceso se ha ido sumando por
aportes de varios investigadores, por estudiantes de U e
investigadores de CARDER”, indica Jackeline.
Señala que “los proyectos a futuro que tenemos desde la Corporación
son continuar con las sensibilizaciones. Queremos llegar a la mayor
cantidad de personas posible en el departamento. Y ahora, llegar a
las áreas rurales, que es donde se ve el mayor conflicto de los
humanos con serpientes. También tenemos un convenio con el
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Instituto Nacional de Salud (INS). Ellos son los que fabrican el
suero antiofídico, entonces la intención es que se puedan tener esos sueros en
Santa Cecilia y en el casco urbano de Pueblo Rico, que es donde mayor cantidad
de serpientes venenosas tenemos. También queremos llegar a los centros médicos,
realizar sensibilizaciones frente al accidente ofídico y conocer la situación
que ellos viven respecto a esto”.
“Con relación a los tipos o clases de serpientes que tenemos en Risaralda, el
inventario es de 60 especies, de ellas solo nueve son venenosas y esas
serpientes las ubicamos dependiendo de la zona del departamento. Para Pereira,
Santa Rosa, Dosquebradas y Marsella, que hacen parte de la Cordillera Central,
vamos a encontrar dos especies venenosas que se distribuyen dependiendo de los
hábitos.
Tenemos una víbora y una coral. La víbora es de zonas frías y boscosas y la
coral tiene un rango de distribución un poco más amplio, entonces la vamos a ver
un poco más que la víbora en la parte donde se encuentra Cerritos, La Virginia,
y ya para el occidente, sobre todo en Pueblo Rico y Mistrató, vamos a encontrar
más serpientes venenosas. Puntualmente en Pueblo Rico, en el corregimiento de
Santa Cecilia, tenemos la totalidad de las venenosas, es decir, las nueve
especies, porque esta zona hace parte de lo que se conoce como el Chocó
Biogeográfico, entonces son bosques húmedos de tierras bajas, donde hay una gran
diversidad de vegetación y de fauna”, explica.
Agrega que “desde la Crealizamos un producto que es un afiche de reconocimiento
de las serpientes venenosas y con esto buscamos que las personas aprendan a
reconocer cuáles son las poquitas venenosas que tenemos y así vamos a saber que,
si encontramos una de otra especie, posiblemente no vamos a correr peligro”.
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