10 -

 

COLUMNISTA

 

Pereira, Colombia - Edición:13.112-692

Fecha: Sábado-28-07-2023

 

El enfermo ingrato

 

Por: Jotamario Arbeláez


Abuela parió dos hijos y dos hijas, de dos machos distintos, nacidos en Rionegro, Antioquia, donde se firmó la añeja Constitución del 86.

Del primero, Pacho Martín, tuvo a Jesús Antonio, padre nuestro que estás en los cielos, y a Albertina, “Tinaja”, como se le decía con cariño;

del segundo a Emilio, “Güevillo”, y a Adelfa, “la vieja Chana”.

Las dos mujeres desocuparon hace muchos años, como padre, madre y abuela, llevándose a la tumba el deseo de leer esta cháchara,

de la que desde 1970 vengo alharaqueando.

Incluso por esa fecha el editor argentino don Carlos Lohlé, quien publicara Obra negra de Gonzalo Arango y El amor en grupo de Humberto Navarro,

me compró la idea y me adelantó unos cuantos peniques usa, sorprendiéndole la muerte dos años después cuando le dije que iba por la página 12, por ésta.

Don Santiago Isaza, fotógrafo de profesión y gerente del teatro Colombia,

sito a la vuelta de la Avenida Colombia, cuya casa era el segundo piso de la sala de cine,

entabló relaciones maritales con la señora María, quien de anterior coyunda tenía un hijo algo neurótico, al que llamaremos Luis Torres, como en realidad se llamaba.

 

   

Este joven perdió el seso por Albertina en un viaje a Rionegro, y sufriente se lo contó a su mamá,

 

quien se pasaba la vida en una silla de ruedas leyendo espantada la Biblia por la corrupción que narraba,

y ésta se lo transmitió a don Santiago en tono tan lastimero,

que el don mandó por ella en un carro y cuando llegó se casaron de vestido blanco.

La abuela Carlota, que no se quería desprender de su mona adorada, pero que cedió a la presión del destino, quedó echa un pozo de llanto,

y ante las noticias de la desertora vía Telecom de que Cali era un paraíso, donde había trabajo abundante en el ramo de la sastrería, que dominaban los Ramos recién llegados del Ecuador,

y en Rionegro la cosa estaba peluda para los bastardos, como les decían,

y mi padre ya era un profesional de la hebra, fogueado en varios municipios a los que viajaba al galope con su instrumental sartorial,

 

decidieron descolgarse desde el valle de Aburrá hasta el Valle del Cauca, a lomo de mula,

 

dejando a papá al cuidado de la ardiente concubina que frecuentaba, porque estaba enfermo de tifo.

 

El tifus exantemático es una enfermedad contagiosa, que él habría contraído de tantos viajes a caballo por las veredas, donde lo devoraban piojos y pulgas,

 

pero la querindanga de papá no se le desprendió un minuto durante el mes que estuvo presa del mal y era requerido por su madre y sus hermanos,

 

 

 

sobre todo por Emilio, que había ingresado como aprendiz en la sastrería de don Luis Ramos y Zoila Raza,

y le contaba que éstos tenían una hija de 16 años que era la obsesión de todos los pichones de sastre, y que estaba pintada para él,

tanto que de tanto que le había hablado a ella de él, ella se mostraba dispuesta a esperarlo. A él, que no se muriera, que se levantara y viniera.

Pero Mariela, como se llamaba esa moza de 30 y pico que lo cuidó a expensas de contagiarse,

durmiendo a su lado en su propia cama, suministrándole a sus horas el cloramfenicol formulado,

haciéndole sobijos en las articulaciones que le dolían,

quitándole los escalofríos con abrazos,

limpiándole los residuos de la tos con besos,

bajándole la fiebre con fricciones acariciantes,

cuidando que no se le cayeran los dientes,

rezándole a los ángeles cuando le entraban el delirio y el estupor,

entregándole las cartas de su hermano que le resucitaban al leer la descripción de la preciosa doncella ecuatoriana que la vida le tenía reservada,

 

ella, no se resignaría así como así a que su chinche se muriera o se fuera.

 

Pero tan pronto como sintió algo de alivio -por algo puedo contar el cuento-,

en un descuido de Mariela se puso los pantalones, se subió a su caballo, y tomó rumbo a Cali a toda carrera.

 

 

 

 

  

 

 

EL IMPARCIAL

Submit

 

 

© El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 348 6207  

 

    © 1948-2009 - 2023- El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK