CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
La generosidad:
una paramita esencial para el desarrollo espiritual
La palabra "paramita" significa "acto de completar" o "acto de
llevar al otro lado". Las paramitas son las virtudes que nos ayudan
a completar nuestro viaje espiritual y a cruzar el océano del
sufrimiento. Las seis (6) cualidades nobles del corazón, o paramitas
Sammasati son: 1. La Gratitud. 2. La Compasión. La Alegría. La
Generosidad. La Ecuanimidad y La Sabiduria.
En el artículo de hoy abordaremos la paramita delLa generosidad.
Esta es una de las seis paramitas, o virtudes del corazón, en el
Budhismo Sammasati. Es la práctica de dar sin esperar nada a cambio.
Puede manifestar se de muchas maneras, como dar dinero, tiempo,
comida, ropa o simplemente palabras amables.
La generosidad es importante para el desarrollo espiritual porque
nos ayuda a conectarnos con los demás y a ver el mundo desde su
perspectiva. También nos ayuda a desarrollar la compasión y la
comprensión. Cuando somos generosos, estamos sembrando semillas de
bondad en el mundo, y estas semillas eventualmente florecerán en
felicidad y paz.
Hay muchas maneras de ser generosos. Podemos dar a organizaciones
benéficas, a personas necesitadas o simplemente a nuestros amigos y
familiares. También podemos ser generosos con nuestro tiempo,
ofreciendo nuestros servicios a los demás o simplemente pasando
tiempo con ellos.
No importa cómo elijamos ser generosos, la práctica siempre será
beneficiosa para nosotros y para el mundo. Cuando somos generosos,
nos sentimos bien con nosotros mismos y nos conectamos con los
demás. También contribuimos a hacer del mundo un lugar mejor.
Si quieres desarrollar tu espiritualidad, la generosidad es una de
las mejores cosas que puedes hacer. Es una práctica simple pero
poderosa que puede tener un impacto profundo en tu vida y en la vida
de los demás.
Aquí hay algunos consejos para ser más generoso:
1. Comienza con pequeñas cosas. No tienes que dar grandes sumas de
dinero o tu tiempo todo el tiempo. Incluso pequeñas acciones de
generosidad pueden marcar la diferencia.
2. Sé sincero en tu generosidad. No des con la esperanza de recibir
algo a cambio. Da simplemente porque quieres ayudar a los demás.
3. Sé agradecido por lo que tienes. Cuando somos agradecidos, somos
más propensos a ser generosos.
4. Sé consciente de tus pensamientos y palabras. Incluso tus
pensamientos y palabras pueden ser actos de generosidad.
5. Sé paciente. La generosidad es una práctica que requiere tiempo y
esfuerzo. No te desanimes si no ves resultados de inmediato.
La generosidad es una paramita esencial para el desarrollo
espiritual. Es una práctica simple pero poderosa que puede tener un
impacto profundo en tu vida y en la vida de los demás. Si quieres
vivir una vida más feliz, más plena y más significativa, comienza a
practicar la generosidad hoy mismo.
La importancia de contribuir con programas que promuevan el
desarrollo espiritual
Además de las formas individuales de practicar la generosidad,
también podemos contribuir con programas que promuevan el desarrollo
espiritual. Esto puede ayudar a que más personas tengan la
oportunidad de aprender sobre el budismo y de practicar las
paramitas.
Hay muchos programas diferentes que podemos apoyar. Algunos
programas se centran en la educación budhista, mientras que otros
ofrecen apoyo a las personas que están luchando con la adicción, la
pobreza o la enfermedad. Cualquier programa que elijas apoyar,
ayudarás a que el mundo sea un lugar más compasivo y pacífico.
Si deseas contribuir
con un programa que promueva el desarrollo espiritual, hay muchas
formas de hacerlo. Puedes donar
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dinero, ofrecer
tu tiempo o simplemente difundir la palabra sobre el programa.
Incluso puedes comenzar tu propio programa.
No importa cómo elijas contribuir, tu apoyo marcará la diferencia.
Así que comienza hoy mismo y ayuda a hacer del mundo un lugar más
compasivo y pacífico.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en
contacto conmigo al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al
WhatsApp +57 314 623 83 08.
MATADEROS MUNICIPALES: ¡BUSCAR EL MUERTO RIO ARRIBA!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Lo primero que hay que explicarle a la gente es la razón que
sustenta los precios de las distintas carnes en Colombia.
Un pollo se engorda en 6.5 semanas.
Un pescado en 5 meses.
Un cerdo en 5.5 meses
Un novillo en 24- 30 meses.
Esa es la razón que explica la diferencia en el precio de las
distintas carnes, siendo el pollo y el pescado las más baratas, el
cerdo la intermedia y la carne de res, la más cara.
La ganadería en Colombia se hace de manera extensiva.
Entiéndase el ganado disperso en las praderas comiendo los pastos.
Requiere grandes extensiones de tierra.
En Colombia no existen los “confinamientos “o “feed lots”, que
consisten en agrupar grandes cantidades de ganado en áreas muy
pequeñas, y llevarles allí el alimento.
Ese tipo de ceba de ganado convierte a la ganadería en una industria
y supone inversiones altísimas en maquinaria, cultivos alternos de
cereales, disposición final de las excretas y sanidad animal.
Visité recientemente un confinamiento en Bolivia, de capital
brasilero.
Allí, engordaban 10.000 reses en apenas 10 hectáreas.
Y en mucho menos tiempo que en el pastoreo tradicional.
La inversión en tierra es mínima, pero la adquisición y transporte y
suministro de los alimentos y la industrialización de los procesos
es muy cara y debe ser milimétrica.
La exposición del presidente Gustavo Petro sobre revivir los
mataderos municipales, para abaratar el precio de la carne, no puede
ser más torpe y equivocada.
Las plantas de sacrificio (300 en total) que tiene el país, han
evolucionado como consecuencia del fracaso total de los mataderos
municipales.
Por todas partes del país hay mataderos municipales cerrados,
saqueados y en ruinas.
Algunos de ellos han mutado a plantas de sacrificio compradas u
operadas por el sector privado.
Los mataderos municipales sin excepción se han quebrado, porque la
politiquería y la corrupción que avasallan a los municipios, los ha
llevado a esa situación.
En mi ciudad Pereira, hubo por muchos años un matadero municipal,
ineficiente, corrompido y subsidiado, hasta que el capital privado
construyó un matadero metropolitano eficiente y completamente
industrializado, y además cumpliendo estrictamente las normas
sanitarias y de disposición final de las excretas.
Los mataderos municipales además de corrompidos y quebrados por el
manejo politiquero de alcaldes y concejales, arrojaban sin ningún
control, la sangre y las excretas a los ríos, siendo causal de gran
contaminación ambiental.
Un matadero municipal puede costar hoy $8 mil millones y no logra
sacrificar más de 40-60 reses a la semana con 5-8 empleados.
Ineficiente, ruinoso y contaminante.
Por esa razón, casi todos están cerrados y en ruinas.
Una planta de sacrificio puede costar $50 mil millones, pero sus
volúmenes
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de operación, sanidad y disposición final, son eficientes.
Han sido justamente las plantas de sacrificio del sector privado las
que han conseguido que hoy Colombia exporte su carne de res a 14
países del mundo.
La propuesta de Petro es regresar al pasado, a la ineficiencia y al
manejo politiquero y corrupto en el sacrificio de ganado.
Todas las empresas del orden municipal andan hoy quebradas,
saqueadas por los políticos locales.
Por esa razón son tan fuertes ya las plantas de sacrificio privadas.
Ojalá los problemas de la economía se resolvieran tan fácil como firmando un
decreto.
Arrogancia e ignorancia.
Dos condiciones de Petro
¡Y ese embeleco de revivir los mataderos municipales, tan torpe, e inútil, como
poner de nuevo los ratones a cuidar el queso!
Seguro
Por: Edgar Cabezas
En el presente de debe incitar
a las personas a “voltear la arepa” respecto de algunas proposiciones a las que
la deshumanización tradicional, por culto a las grandes obras del pasado, les
otorga un valor de modelos que no permiten la apreciación de las proposiciones
actuales y la creación original y personal para saber vivir en convivencia y
paz. A la pasión desenfrenada y a la mezcla de sentimientos ambivalentes
causados en la vorágine del país de la belleza hay que decirle: “jugué mi
corazón a la violencia y me lo ganó el amor”.
Y a la condena de cien años de soledad con la que fueron castigadas las estirpes
que en ese aislamiento fracasan sin merecer una segunda oportunidad sobre la
tierra, hay que señalarles la ruta para que recorran en compañía multi cultural,
la siempre abierta posibilidad de reconocer que se es porque somos, porque somos
la misma humanidad en la diferencia. Es pertinente asegurar la convivencia
cultural de la diversidad en la unidad humana.
Colombia es una nación de territorios, etnias y culturas. Y hay cultura en las
diferentes culturas, pero la cultura no existe sino a través del respeto y
aprecio por las culturas. La ocupación del territorio y el control de la
población, para que ésta se someta a normas cultas que promuevan el cultivo del
suelo y así obtener mejores cosechas mientras que a la vez forman la mente de
toda persona con gusto, sensibilidad e inteligencia, es el ideal de un nuevo
contrato social que cambie las relaciones sociales de producción, bajo un
régimen justo y equitativo, que sólo puede ser alcanzado mediante diálogos
interculturales regionales y nacionales.
La presentación de la información para la educación y formación de la cultura de
masas resultante de la acción de los medios de comunicación y de las redes
sociales, han centrado y difunden todos los contenidos de manera homogénea
alrededor de la seguridad pública, orientada a disciplinar y vigilar el
comportamiento de los individuos y de la sociedad, como la garantía para que el
Estado, asegure el orden público, proteja la integridad física de las personas y
sus bienes y además prevenga la comisión de delitos contra el patrimonio público
y el erario.
Los riesgos, amenazas y vulnerabilidades a lo largo y ancho del territorio
nacional, local y regional no pueden enfrentarse de la misma manera, porque el
Estado y las comunidades no poseen las suficientes capacidades para prevenirlas
y enfrentarlas. En los territorios con fuerte presencia de las instituciones del
Estado. la seguridad se centra alrededor de la delincuencia común, básicamente
contra ladrones y receptores de bienes hurtados a la propiedad privada y al
erario público.
En los territorios en donde no hay presencia fuerte de las instituciones del
Estado y grupos armados le disputan el control de las armas a las fuerzas
militares y de policía adscritas al Estado, el gobierno debe actuar con
contundencia, para neutralizar, desarmando a los violentos con inteligencia, y
eso sólo lo puede hacer poniendo a dialogar a la gente pacífica que habita el
territorio, para que de común acuerdo solucionen sus diferencias, y acuerden
expulsar de su territorio a quienes amenazan esa convivencia pacífica.
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