Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

  Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

Pereira, Colombia - Edición:13.124-704

Fecha: Sábado-26-08-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

¿Y nuestra humanidad?


De un momento a otro, nos damos cuenta que hemos invertido la vida en ciertas prioridades, más hemos abandonado otras. En la contemporaneidad prioridades como la estabilidad sentimental, mental, el autoconocimiento ha pasado a un segundo plano, en la actualidad, lo único que buscamos es desarrollarnos económicamente, académicamente, entre otras disciplinas. Pero, siempre dejando de lado aquellas que tienen que ver con nuestra parte más humana, hemos dejado de ser humanos para así volvernos máquinas autosuficientes.

Es sumamente contradictorio que, en el siglo de la libertad personal, el ser humano haya dejado su humanidad, para autorrepresentarse como un simple número, del cual su máxima característica es la utilidad. Tan asociados nos encontramos con el mundo utilitarista, que nos hemos vuelto objetos, prendas, etc… de la misma manera hemos comenzado a ver al otro, el otro siempre tiene que aportar en los planes económicos o académicos, siempre se afirma, sobre el tener personas que te sumen, lo que implica que dos malentendidos: el primero de ellos, que como ya dijimos nos concibamos como entidades numéricas, lo cual es un primer problema pues ninguna identidad numérica puede expresar la pluralidad que el ser humano logra ser y el segundo malentendido es que la estabilidad mental de las personas se encuentra tan deteriorada que permiten que elementos no humanos puedan enaltecer, agrandar o reducir la vida de cada uno.

En este sentido, el problema de nuestra sociedad es intentar utilizar lógicas para entender manifestaciones tan inmateriales como lo son las intensidades humanos, el ser humano no es uno, el ser humano se dice siempre en plural, las personas no suman ni quitan, las personas están allí a nuestro lado mostrando lo inmenso que es el mundo que nos rodea, mostrándonos lo múltiples que pueden ser los acontecimientos en los que nos movemos, ese es el valor del ser humano, la muestra constante de nuevas perspectivas y por consecuencia, la adquisición de nuevas perspectivas nos entrega una comprensión más amplia sobre el mundo y la forma en que este se manifiesta.

En conclusión, no se trata de abandonar las prioridades académicos o económicas, se trata de darles el mismo lugar que al crecimiento de sí mismo como ser humano, se trata de hacer hervir la sangre de felicidad, se sentir el ritmo de nuestro corazón y con ello entender que no todos tienen el mismo ritmo en sus latidos, afirmando de esta manera la pluralidad del mundo, permitiendo así, si bien no abarcar la libertad, si volver posible observar sin dejar por eso de sentir, de amar, de pensar, envolviéndonos en un mundo lineal, metódico y por ende inerte… La humanidad será siempre aquello que nos haga evolucionar como sociedad, por lo tanto nunca podría abandonar.

 

 

 

 

La noche de los cuchillos romos

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Estamos al final de una era donde millones de ciudadanos se están preparando para este cambio. La gente tiene una actitud de deseo de cambio y esto hace que haya mayor fervor cuando hacen las cosas.

Los que están arriba y no quieren el cambio insisten que nada está pasando. Por lo general es gente necia que no acepta que otra gente ve las cosas diferentes desde su punto de vista. Antes ellos aceptaban las cosas como si fueran mandatos de leyes superiores sin ningún interrogante, porque era su naturaleza en ese entonces. Hoy la gente tiene memoria ancestral que les está mostrando en pasado y el cual no es honesto como se lo presentan. La gente ha escuchado muchos discursos y ha visto cambios que no se ajustan a lo que ellos esperaban. La gloria de ellos no es la gloria del pueblo, porque éste simplemente ha sido manipulado u obligado a actuar como se le ha dicho, perdiendo lo esencial de su naturaleza. Por eso los psiquiátricos están llenos de pacientes que se desadaptaron de la sociedad y hoy deambulan por las calles sin la menor pertenencia humana que los acompañe. Parte de la sociedad los rechaza y otra sale a rescatarlos con la esperanza que algún día sean personas de bien. Pero esa realidad es poco probable en un mundo donde las esferas mayores están corruptas y el rescate sería paralelo.

Si nos detenemos a pensar sobre las cosas que nos rodean, esas cosas simples que a diario se nos presentan podemos entender nuestro entorno y saber que es lo dañino y lo que no nos deja vivir una vida llena de plenitud. La raíz está en quienes dictan las leyes y las imponen, porque ellos lo que piensan es cómo beneficiarse ellos primero y después los ciudadanos. Ellos no piensan como sociedad o personas, piensan en un todo en el cual pueden exigir para que ellos puedan vivir en esa posición a la cual los han elegido. Es como si fuera una monarquía donde los súbditos están obligados a mantener a las cortes y sus allegados y el pueblo es el que paga.

En el pasado esto hizo que se acabaran imperios y apareciera la democracia y la república, pero mal concebido al igual que pasó con el comunismo.

El ser humano en su evolución busca alcanzar su propia autonomía, porque ella le permite vivir sin ataduras y compartir con otros el bienestar común que ellos elaboran para sí mismos. No se quiere un líder porque él piensa que él es el mesías y va a salvar a todos arrasando con todo lo que lo rechace. Así crea odios y enemigos que terminan asesinando. Sus palabras expresan que todos se van a beneficiar y en realidad los que se van a beneficiar es su familia cuando él muera.

La gente ya ha visto demasiado cine e historias que cuentan historias vividas en el pasado y como ha terminado todo. Por eso los pueblos que han trabajado sin líderes han prosperado y han alcanzado un mayor bienestar que los manipulados por líderes. Cuántos hay ahora que están mancillando a toda una sociedad bajo el símbolo de la democracia.

 Colombia va por el buen camino a paso lento, ya ha quemado varias etapas que otros países les falta vivir o que jamás las van a vivir porque va a tomar ejemplo de lo que están viendo. Esto se debe a que lo que ha pasado en este país no se repita por los personajes
 

 

 

que ha tenido en todas esferas del actuar humano y que hoy son figuras mundiales para bien o para mal.

La historia ha sido clara en esto. Porque ella nos muestra todos los acontecimientos que se han celebrado a través de ella. Y no podemos negar lo que pasó y lo que puede pasar. Como esta pandemia que
ya se dio y hubo en cada una de ellas millones de muertos casi para acabar con la población del planeta. Y gracias a esa experiencia hoy la hemos podido controlar. Pero los países corruptos y mal organizados son los que más muertos han puesto.

Ya arrancamos la nueva era y eso lo sabe mucha gente y no serán lo que hoy se proclaman como los adalides porque ellos vienen de la escoria que la sociedad está dejando atrás.

 Crónica #713
VOLVIERON A DOBLAR LAS CAMPANAS



Gustavo Alvarez Gardeazábal


Cuando escribía mis narraciones sobre las historietas de Tuluá, una y otra vez mencionaba las campanas de San Bartolomé porque ellas eran el Internet del pueblo y a través de sus sonidos se comunicaba a sus habitantes.

Agobardo Potes, el campanero sordo, las tocaba para anunciar la misa, o de alegría como cuando terminaron las guerras mundiales o doblaban anunciando la muerte de alguno de los feligreses. Eran tres formas diferentes que promulgaban por los aires lo importante en la parroquia.

Algún día ellas no volvieron a repicar. Agobardo se murió y quien lo reemplazó no quiso volver a subir al campanario desde cuando colgaron de las cuerdas el 9 de abril a Martín Mejía para que acabara de morirse. Obviamente con el paso de los años el uso de la violencia se fue adaptando a la modernidad y así como ya no se usan las lanzas de los indios motúas ni los revólveres 38 largo de los días en que vivía “El Cóndor” de mi novela, los ideales con que se camuflaban los inicios de las guerras dejaron de existir, atropellados por la modernidad.

Ya no se abren las fauces de la muerte para conseguir el bien ajeno, se prefiere galopar en el apocalíptico caballo de la corrupción y se pretende ordeñar la vaca presupuestal del estado.

Todas las guerras vividas, y que en más de una novela o cuentos he narrado, parecen solo haber servido para generar la siguiente batalla o para volver a disfrazar la búsqueda de la paz como un negocio diferido en donde se apuesta por el éxito comercial del futuro.

Las campanas han vuelto entonces a repicar en el hoy ficticio campanario de San Bartolomé, como debieron haberlo hecho cuando los católicos monarquistas masacraron a los hugonotes protestantes el 24 y 25 de agosto de 1572.

En Tuluá ahora se muestran los dientes en Internet. Las balas y las granadas y las cabezas cortadas como trofeo quedaron para asustar a los que no paguen el impuesto del estado paralelo de las bandas que dominan la ciudad.

El Porce, agosto 26 del 2023

 

 

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