Tensión en Nagorno Karabaj: Armenia
se prepara para recibir a 40.000 refugiados
Tras el frágil cese al fuego entre las autoridades de la región
separatista de Nagorno Karabaj y Azerbaiyán, que reclama ese
territorio como propio, la situación en el enclave el 22 de
septiembre fue “extremadamente tensa”, aseguró el primer ministro de
Armenia, Nikol Pashinian, quien anunció que su Gobierno se prepara
para recibir a unas 40.000 personas. El premier enfrenta reclamos de
dimisión luego de que la región, de mayoría armenia, se viera
forzada a rendirse ante las tropas azerbaiyanas. Bakú promete
posible amnistía para combatientes y entrega de ayuda humanitaria.
Temor y desconfianza en Nagorno Karabaj; júbilo y promesas de
amnistía y ayuda humanitaria en Azerbaiyán.
Dos días después del frágil alto al fuego –que acabó con un ataque
de 24 horas de las tropas azerbaiyanas y que dejó al menos 200
personas muertas–, el miedo en la región separatista es notorio.
Miles de personas se ocultan en sótanos, en momentos en que el
enclave permanece rodeado por las fuerzas de Bakú, según describió
una vocera de las autoridades del enclave. Otros residentes se
refugian en tiendas de campaña improvisadas, instaladas por las
tropas de paz rusas en la región.
"La situación en Stepanakert es horrible, las tropas azerbaiyanas
están por toda la ciudad, están en las afueras y la gente teme que
los soldados azerbaiyanos puedan entrar en la ciudad en cualquier
momento y comenzar las matanzas", aseguró la portavoz del gobierno
del territorio separatista, Armine Hayrapetyan.
Tanto Stepanakert, la capital de la región, como otras zonas de
Nagorno Karabaj se encuentran sin la mayoría de servicios básicos
desde la operación relámpago que lanzó el Ejército azerbaiyano el
pasado martes 19 de septiembre, para "recuperar" la región, ubicada
en territorio de Azerbaiyán, pero poblada por mayoría de etnia
armenia, que se resiste al control de Bakú.
"No hay electricidad, gas, comida, combustible, Internet ni
conexión telefónica.
La gente se esconde en los sótanos (…) Tenemos tantas
víctimas, muertos y heridos", indicó Hayrapetyan.
Aunque el miércoles, acorraladas por los bombardeos de las tropas de
Bakú, las autoridades del territorio separatista acordaron deponer
las armas y entregar los equipos restantes del Ejército armenio, el
jueves matizaron que deben recibir garantías de seguridad antes de
proceder a entregar el armamento.
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Una postura que repitieron el viernes, pese a las primeras
conversaciones que mantuvieron con su contraparte un día antes sobre
los próximos pasos a seguir para definir el futuro de la región. El
encuentro terminó sin un pacto concluyente, pero con la intención de
volver a reunirse y sostener la tregua.
El temor es latente. El jueves, las autoridades de Nagorno y Rusia,
que media en el conflicto, aseguraron que los soldados de Azerbaiyán
violaron el alto al fuego, disparando en algunas zonas de
Stepanakert, pero Bakú rechazó esa acusación.
La situación es “extremadamente tensa”
Aunque el cese de hostilidades continúa, el acuerdo es frágil, por
lo que la situación en la región en disputa es “extremadamente
tensa”, reconoció el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, de
cuyo país ha dependido el territorio separatista, que se
autoproclamó independiente de Azerbaiyán en 1991.
"La situación en Nagorno Karabaj sigue siendo extremadamente tensa.
La crisis humanitaria continúa", advirtió el premier el viernes 22
de septiembre, durante una reunión con su gabinete en Ereván, la
capital armenia.
Pashinian subrayó que, aunque por el momento “no existe ninguna
amenaza directa a la vida de la población civil”, la situación
“puede cambiar en cualquier momento”. Por esa razón, su Gobierno se
prepara para recibir al menos 40.000 refugiados de Nagorno Karabaj.
Pero Ereván asegura que, pese a los preparativos, la prioridad es
ayudar a que los residentes de Nagorno Karabaj no se vean forzados a
salir de su territorio.
“Nuestro plan A no es la evacuación de los
armenios de Nagorno Karabaj (…) Nuestras acciones deben hacer todo
lo posible para garantizar que nuestros compatriotas vivan en sus
hogares sin miedo y con dignidad", sostuvo Pashinian.
Azerbaiyán promete posible amnistía y anuncia acuerdo de ayuda
humanitaria
En medio de las presiones para abandonar su autoproclamada
independencia, desde el pasado diciembre Bakú impuso un bloqueo en
la única ruta que comunica a la región separatista con Armenia, lo
que ha conducido a una crisis humanitaria para los 120.000
habitantes de la región, debido a la grave escasez de alimentos,
medicinas y otros artículos de primera necesidad.
Pero tras la rendición de las autoridades de Nagorno, este viernes
Bakú habría autorizado el paso de un convoy humanitario desde
Armenia.
Además, el Gobierno azerbaiyano asegura que envió a la región más
de 40 toneladas de ayuda. El Ministerio de Emergencias de Azerbaiyán
especificó que se trata de dos camiones de 20 toneladas con
alimentos y productos de higiene, así como otros dos camiones con
pan, a través de la carretera de Aghdam, que se encuentra al este de
la región. Los suministros para Nagorno Karabaj procedían
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anteriormente de Armenia, al oeste.
Por otra parte, Hikmet Hajiyev, asesor de política exterior del presidente de
Azerbaiyán, afirmó que Bakú garantizaría una amnistía para los combatientes
armenios de Karabaj que entregaron sus armas, aunque remarcó que algunas
unidades militares de la región señalaron que continuarían con su resistencia.
El funcionario agregó que su país también permitiría que los civiles de Nagorno
viajen de manera segura a Armenia.
Sin embargo, David Babayan, asesor de Samvel Shahramanyan, el presidente del
territorio separatista, autodenominado República de Artsaj, sostuvo que no ha
habido resultados concretos sobre las garantías de seguridad que los armenios de
Karabaj exigen como condición para entregar sus armas a Azerbaiyán, ni tampoco
sobre la posible amnistía que propone Bakú.
Protestas y llamados de dimisión contra el primer ministro de Armenia
Mientras en Nagorno Karabaj las esperanzas por mantener su independencia son
escasas y el panorama es sombrío, en Armenia los ciudadanos protestan contra su
Gobierno al que acusan de abandonar a los ciudadanos de etnia armenia en el
territorio vecino.
Por tercer día consecutivo, el viernes, cientos de personas se manifestaron en
Ereván contra la Administración del primer ministro Nikol Pashinian, al que
señalan de hacer demasiadas concesiones a Bakú, por lo que exigen su renuncia.
Algunos grupos de ciudadanos bloquearon las calles de la capital armenia, previo
a la reunión del gabinete de Pashinyan.
La continuidad del premier armenio parece pender de un hilo en medio de la
presión por lo ocurrido en Nagorno Karabaj. Desde la oposición, anuncian planes
para iniciar un proceso de destitución de Pashinyan en el Parlamento.
Pashinian aseguró que su Gobierno "actuará con firmeza, pero de acuerdo con la
ley" contra los “alborotadores”. Entre el miércoles y el jueves, decenas de
manifestantes fueron detenidos frente a las oficinas de Pashinian tras
disturbios en los que los manifestantes arrojaron botellas y piedras e
intentaron irrumpir en el edificio.
Entre los arrestados se encuentra el político opositor Andranik Tevanyan, uno de
los organizadores de la protesta.
La oposición armenia llamó a la desobediencia civil y prometió protestas
indefinidas contra el Gobierno.
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