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COLUMNISTAS

 

Pereira, Colombia - Edición:13.144-724

Fecha: Jueves-12-10-2023

 

ALGUNAS VERDADES

 

 

Luis Enrique Arango Jiménez


Se sabe que la democracia electoral consiste en lograr que los electores respalden con su voto determinadas opciones y que las motivaciones que cada elector tenga depende de su particular universo de intereses. Necio seria afirmar que los seres humanos están desprovistos de intereses, como necio seria pretender que en el campo electoral los pausan para obrar solo por el interés general.

Hay todo tipo de intereses, desde los nobles y generales hasta personales, tanto legítimos como de naturaleza ilegal. Desde luego también están incluidos los solamente emocionales. Hasta los santos quieren ir al cielo como decimos coloquialmente.

Naturalmente que detrás de todo está la degradación de la política usada como forma de enriquecimiento y el aprovechamiento del Estado de manera anti ética. También hay inversionistas ocultos que aprovechan la campaña con propósitos ilegales y perversos. Todo ello alimenta los circuitos de la Corrupción: el mal de todos los males.

Como lograr que en este universo de atracciones posibles el electorado se incline por aquello que más le convenga al interés general, es tan relativo como complejo. Máximo cuando el sistema electoral vigente llama a la dispersión y se dificulta la unidad de propósito entre los afines.

Finalmente es un asunto modulado por la comunicación, que se ha transformado
 

 

 

 en el mundo entero, abriendo nuevos espacios a la deformación, al engaño, a la masificación, a la manipulación, etc.

El camino de destruir los adversarios parece haberse vuelto el más utilizado en esta competencia. No por toda la verdad sea dicha.

Sin el mayor escrúpulo se condena a los demás por sospecha, por estar en una foto, por pertenecer a la familia de alguien que delinque o delinquió, por haber trabajado con alguien o con determinado gobernante, independiente de que no haya cometido ningún acto doloso de por medio. Basta la cercanía sin atenuantes.

También en algunas oportunidades se trastoca el objetivo de las elecciones haciéndolo parecer como el premio o la recompensa por lo que ya alguien hizo o dejo de hacer, haciendo parecer que si no lo hizo antes tampoco lo hará ahora o que si se equivocó en el pasado también se volverá a equivocar. El consabido expediente de bueno o malo sin atenuantes, ni remedio.

Todos se vuelven expertos en leer el futuro y las intenciones de los candidatos o sus capacidades, naturalmente con el inevitable sesgo. Son las lamentables variantes de la competencia multiplicadas por los alcances tecnológicos comunicacionales.

En medio de esta vorágine, cada cual se va acomodando de acuerdo a lo que dicte su interés, participando en el baile de máscaras de manera consciente y probablemente inconsciente.

No hay que buscar culpables de la encrucijada que viven las sociedades en los procesos electorales, son las realidades de la democracia en todo el mundo. En efecto estamos en crisis, la tecnología y las redes desquiciaron las cosas.
 

¿Será que tendremos que acudir a la

 

 

 
 inteligencia artificial IA para enfrentarlo?

Aterrador pero Irónico a la vez; la crisis que vive la humanidad con la democracia como solución para gobernarse requiere esfuerzos para mejorarse.

Por lo pronto sí creo que la inteligencia artificial IA, debe usarse para luchar contra la corrupción. Como van las cosas, ocultar la información cada vez es más utópico. Ya no se trata de llevar un celular oculto para grabar una conversación.

La transparencia de la información de lo público y el análisis de la Data detectando la corrupción son fundamentales y pueden representar una vía para fortalecer la democracia. ¿Llamativo que pocos invoquen la IA como antídoto contra la corrupción, no les parece?

¿Cómo proceder en medio de la comedia artificiosa en que se han convertido las campañas electorales? Para mí lo ideal sería juzgar a los candidatos por lo que son, por lo que proyectan, por su historia personal objetiva, por la confianza que infundan, haciendo esfuerzos por aislarse de la basura comunicacional. Así de básico y simple. Todo lo demás se fabrica para impactar los resultados.

No son pocos los que simplemente hacen cuentas para apuntarse a un ganador. Luce horrible pero así es.

Aunque ganar en una competencia es lo deseable para el común de los mortales no puede ser a cualquier precio. También se puede ganar perdiendo. Para salir adelante en la vida siempre hay que tomar riesgos, cualquier cosa puede suceder.

El voto es privado y se concreta en el cubículo cuando se marcan los tarjetones antes de introducirlo en la urna. Cada cual en la intimidad tomará la decisión.

Saludos

 

 

  

 

 

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