|
|||||||
Pereira, Colombia - Edición:13.159-739
Fecha: Martes-14-11-2023
|
ESPECIAL |
- 7 | |||||
El periodista que busca la verdad, no es un ‘polarizador’
Por: Luis Carlos Muñoz Sarmiento
En El retrato de
Dorian Gray Oscar Wilde, por vía del mismo Dorian, dice que si no se
habla de una cosa es como si nunca hubiera ocurrido y que la simple
expresión es la que da realidad a las cosas. (1) Aquí, justo, a
nombre de la libertad de expresión e invocando el Art. 20 de la
Constitución, según el cual: “Se garantiza a toda persona la
libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de
informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar
medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen
responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación
en condiciones de equidad. No habrá censura”. Si hago la cita
completa del Art. 20 (2) es porque, preciso, tiene que ver con un
caso de censura en El Magazín Cultural, de El Espectador, que dirige
Fernando Araújo Vélez. En jun.2021 le envié un texto más como
columnista, el cuento titulado Soñando con el padre, (3) que sin
ninguna razón me silenció/censuró: razón por la que ahora reclamo,
sin el mínimo asomo de rencor.
Sobre todo, si se considera que no me postulé para Columnista, ni me autoelegí, como hacen muchos para menesteres nada nobles, sino que fui nombrado por el mismo Araújo tras obtener mención de honor en el XV Premio Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente (Cuba, 2018): eso sí, sin el derecho de los demás columnistas, a su foto. No lo digo por un afán de figuración ni
|
habitado por el
privilegio, no: apenas por recibir un trato igualitario. La
igualdad, y aquí acuden mi madre, Cecilita, mi padre, Luis Jorge, la
mamá de mis hijos, María del Rosario y mi esposa actual, Marthica,
todos en tropel de paz, de por sí se opone a cualquier intento de
polarización y eso es razón de poder. Y lo hace porque ella, la
igualdad, borra de entrada toda diferencia, toda exclusividad, todo
sectarismo, toda marginalidad, todo racismo, toda xenofobia. La
igualdad no es un antónimo de diferencia, sino su más preciado
complemento; igual, el camino más expedito para reconocer la
diversidad de los humanos...
El periodista, aquí como columnista, que apunta a buscar la verdad, no a manipular masas ni mucho menos a considerar tonta a la mayoría, jamás piensa en polarizar pues eso no está en su cantera filosófica; simplemente, actúa como el montañista que sube al Everest sin mirar hacia arriba, apenas concentrado en cada uno de los pasos que da para, tras llegar a la cima, dar el paso siguiente, sin dejar de pensar nada más que en lo que hace, pues ya hace rato pasó de la palabra a la acción, del decir al hacer, en lo que consiste la dialéctica. La que aquí va enfocada en la actitud de servir, no de manipular o hacer daño; para ayudar a construir una nueva sociedad, no desvirtuar ni zaherir a nadie; para ser útil a la Humanidad, sin caer jamás en el error de enfrentar a los otros entre sí para luego sacar dividendos, a la usanza de los viejos políticos, que son sagaces y astutos, pero no inteligentes. “Que te ignoren, que te ataquen, que te cuestionen, que te intimiden, pero que nunca te silencien”, B. Russell dixit…
Porque silenciar o mandar a callar, dice Lyotard, es mandar a matar, así en este caso sea sólo desde el símbolo. Por eso es clave hablar de las cosas que pasan, para que a futuro nadie las obvie, para que no se imponga el negacionismo en ningún renglón de la vida, ni cohonestar la vileza de la calumnia que desvirtúa a un ser humano al costo criminal de su propia negación como persona íntegra. La que valiéndose de su expresión ayuda a moldear la realidad de las demás, los hechos, las situaciones, sin caer en tentaciones banales, ni dañinas, ni lesivas a la dignidad del ser humano; que valiéndose de su palabra como arma evita que se imponga el arma como autoridad o que tiene el argumento como autoridad y no la autoridad (v. gr., de editor) como argumento. Para terminar, el periodista y/o columnista que busca la verdad, y a su vez
|
cambiar la vida y/o transformar el mundo, no puede ser jamás silenciado como polarizador y se le debe restablecer su derecho a seguir informando, a partir de su base ética.
Virtud, la ética, tan ajena
hoy a los medios masivos prepagos, a los empresarios que los compran y los
tienen sólo para manipular/producir Fake-news o posverdades, a desprestigiar
gobiernos para ayudar a tumbarlos, por incómodos, junto a los corruptos de
siempre o de turno; a los políticos que chupan las medias a dichos empresarios,
lamen las botas a los milicos que con las suyas aplastan a las
mujeres/viejos/jóvenes y niños, (5) besan el trasero a los que tienen rabo de
paja, y todos en coro lo hacen para menoscabar la dignidad humana, reducir el
espíritu de lucha de los pueblos, cortar de un tajo el derecho a rebelarse, a
unirse, a organizarse para construir una sociedad con mayor justicia social, con
menor indignidad y mejores condiciones de trabajo, de salud, en fin, de vida, y
cada vez más próxima a la muerte o, peor, al asesinato. En todo esto, se
reitera, no hay asomo alguno de rencor o de revancha, apenas la esperanza de que
Araújo reconozca su error y yo pueda seguir en pos de la verdad.
|
|
|
|
|
EL IMPARCIAL |
|||||||
© El Imparcial Editores S.A.S
| Contacto 57
606 348 6207
© 1948-2009 - 2023- El
Imparcial - La idea y concepto de este periódico
fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un
Copyright de ZahurK.
Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización
escrita de ZahurK
|