EDITORIAL
Es momento
de pluralizar a Colombia
¡Bogotá no es Colombia! Bogotá, ni ninguna de las otras capitales
son en sí más importantes que los municipios, ciudades o veredas.
Desde el imparcial hemos podido evidenciar la absurda
desarticulación entre los departamentos y con ello de municipios,
llevando incluso a nuestra nacionalidad a padecer una extraña
metamorfosis, una en donde se es imposible reconocer como un
colombiano, en la medida que desconocemos toda la mayoría de sucesos
que se dan fuera de nuestra ciudad de residencia, llevándonos a
identificar como un bogotano, antioqueño, barranquillero etc…
Siempre sólo una identidad, nunca varias, siempre desconociendo,
sólo suponiendo el resto. Es por esta razón que, como periódico, El
Periódico El Imparcial ha decidido funcionar como un puente, que
informe, identifique, expanda y manifieste la pluralidad que tiene
nuestro país tanto en Política, cultura, tecnología, las muchas
problemáticas y sucesos que pueden llegar a tener nuestro país.
Sin embargo, intentar exponer la pluralidad de nuestro país desde la
perspectiva de un capitalino, nos resulta totalmente hilarante, se
nos es imposible lograr llegar hasta cada región por nosotros mismos,
es por esto que el Periódico El Imparcial decide abrir sus puertas
hacia todos los reporteros, columnistas, etc… que busquen mostrar
sus perspectivas, o los sucesos de sus ciudades donde residen. De
esta manera nuestro periódico se convertirá en el periódico de las
regiones, un periódico que busque mostrar las múltiples perspectivas,
acciones, obras y noticias que suceden en nuestro país a diario. De
esta manera, El Periódico El Imparcial podrá mostrar la forma más
clara del periodismo: mantener informados a sus lectores, en nuestro
caso informar sobre Colombia haciendo hincapié en cada una de sus
regiones, para así reconocernos, no por regiones, sino como
colombianos.
Para aquellos que encuentren de esta editorial un motivador para
mostrar su quehacer periodístico pueden informarse con mayor
claridad escribiendo al correo electrónico:
noticiaselimparcial@gmail.com
|
|
Regresamos
a la mesa online de comunicación
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
Por lo general
estoy viajando a diferentes lugares, siempre observando lo que pasa
en cada uno de ellos. Son culturas un poco parecidas a las de
América y completamente opuestas a las de Pakistán. Pero he
aprendido un poco a entenderme con su gente.
Colombia es una sociedad muy polifacética y dispersa por todas
partes del mundo y esto hace un poco difícil entenderlos por las
decisiones que toman.
El país está en una etapa de añejamiento para luego pasar al
alambique para destilar esa experiencia que se está viviendo en esta
época de cambio. Los resultados solo se verán en los próximos 5 años
cuando el revolcón de las instituciones haya decantado.
Estamos en una etapa donde los jolgorios de las personas simples
celebran porque no tienen experiencia y preparación para enfrentar
una realidad que no hace parte de sus vidas. Cuando se está en medio
del túnel no se puede ver la entrada ni la salida y esa parte social
solo se ven a sí mismos y como ella navega en la misma condición no
ven la diferencia que existe entre una parte que maneja el estado y
la que invierte en él.
Colombia esta polarizado en la actualidad, tiene demasiados enemigos
que intrigan en diferentes direcciones y no hay una unidad de
criterios que permita alejar esos torbellinos que le está haciendo
daño a todas las estructuras nacionales.
La sociedad que realmente está interesada en que el país prospere y
se monte en los rieles de la prosperidad tiene que aglutinarse,
eliminar los líderes de su entorno y conformar grupos para trabajar
por la construcción de un país equitativo, libre, industrial y
tecnológico para que las presentes y futuras generaciones tengan
donde desarrollarse como ciudadanos progresistas.
El odio que se está manejando por parte de sectores resentidos solo
lleva a que nada prospere y el país nunca llegue a una estabilidad
social. Esa incapacidad de razonabilidad hace más daños que un
terremoto de 8.5 grados.
La sociedad debe unirse bajo una sola bandera que es el país y dos
puntos de equilibrio donde unos vigilan a los otros y los otros
trabajan en la construcción de la nación. Un país no debe ser
manejado por un solo partido. Tiene que haber dos criterios que
permitan encontrarse |
|
para que la prosperidad siempre esté presente y no una dictadura.
CRECE LA BRECHA
Crónica # 816
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/crece-la-brecha-cronica-de-gardeazabal-816-07-02-2024--58596385
A raíz de mi comentario de hace unos días sobre la urgente necesidad de
reformar el esquema total de la educación en Colombia, y lo anticuado de la
metodología que se continúa empleando, un ávido lector de cifras y de comparar
los efectos de ellas en un país que las desecha, me ha hecho llegar lo que
debería ser considerado como la radiografía de un país que se desbarata no por
el mal o controvertido gobernante de turno sino porque estructuralmente hemos
dejado crecer las brechas que nos dividen.
Según esas cifras en las últimas pruebas Saber 11 el puntaje de los
alumnos rurales apenas alcanzó 233 puntos mientras que los urbanos llegaron
cómodamente a 262.
Desde 2014, que se realizan esas pruebas, este último resultado es el más
abultado, pero nadie dijo nada, ni a los maestros les dio vergüenza ni a los
alumnos les pareció justo protestar por el abandono en que se los tiene.
Este país se olvidó del campo y de quienes lo habitan. Preferimos
importar el 70% de los alimentos que producirlos y, como tal, poco o nada les
interesa a los citadinos las afugias o las cada vez más crecientes distancias
que hay entre lo rural y lo urbano.
Pero como esa brecha se mide fundamentalmente por el nivel educativo, las
estadísticas abruman. De los 9 millones 800 mil matriculados en todo el
territorio nacional, solo hay 2 millones 300 mil rurales. Y de ellos solo 100
mil reciben educación en colegios o escuelas privadas.
Pero el asunto es peor cuando se entiende que en el campo colombiano hay
35.865 sedes rurales y en las ciudades 17,674. Es decir, los alumnos y los
profesores están tan desperdigados por la geografía nacional, como mal dotados
de aulas amables, adelantos técnicos y hasta pupitres.
Por supuesto en el campo no existe la educación pre escolar o apenas si
alcanza a un mísero 4%. Es una brecha profunda. Obviamente creciente por ser mal
atendida cuando no olvidada por todos, políticos, gobernantes , maestros y
ciudadanos en general.
El Porce, febrero 8 del 2024
|