Pereira, Colombia - Edición: 13.216-796

Fecha: Domingo 25-02-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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El cohete New Glenn de Jeff Bezos por fin hace su aparición en la plataforma de lanzamiento




Cualquiera que haya seguido el desarrollo del cohete New Glenn de Blue Origin ha estado esperando señales de progreso por parte de la compañía espacial, que normalmente es muy reservada al compartir información. El miércoles, los ingenieros trasladaron un cohete a escala real, parcialmente fabricado con material de vuelo, a una plataforma de lanzamiento en Florida (EE UU) para realizar pruebas en tierra.

Es casi seguro que falten por lo menos seis meses para el primer lanzamiento del New Glenn, y es posible que ni siquiera ocurra este año. Los observadores dentro y fuera de la industria espacial se han acostumbrado al ritual casi anual de retrasos para su despegue. El vuelo inaugural del New Glenn se ha ido aplazando de 2020 a 2021, después a 2022 y, por ahora, está programado para finales de este año.

Aumentando la escala

Jeff Bezos, fundador de Blue Origin, estuvo en Cabo Cañaveral para ver por primera vez su nuevo cohete gigante en la plataforma de lanzamiento. “[Es] increíble contemplar el New Glenn en la plataforma del LC-36”, escribió Bezos en Instagram. “Un gran año por delante. ¡Vamos!”.

A finales del año pasado, los responsables de Blue Origin reafirmaron los planes de la compañía de lanzar el primer vuelo de prueba del New Glenn a finales de 2024. Este mensaje coincidió con la llegada de Dave Limp como director ejecutivo de Blue Origin, en sustitución de Bob Smith, cuyo mandato
de siete años incluyó los primeros vuelos suborbitales humanos en el cohete New Shepard de la empresa.



Limp está presionando a Blue Origin para que acelere el paso y parece que los empleados de la compañía recibieron el memorándum. En diciembre, la empresa trasladó elementos del cohete New Glenn desde su fábrica, justo a las puertas del Centro Espacial Kennedy de la NASA, hasta un hangar de ensamblaje final situado a unas 14 kilómetros (nueve millas) de distancia, en la Estación Espacial de Cabo Cañaveral.

Dentro de ese edificio, los técnicos conectaron el propulsor de la primera etapa, que es material de vuelo, con una etapa superior que Blue Origin reservó para pruebas en tierra.

La semana pasada, Blue Origin elevó verticalmente una estructura que simulaba la masa vacía del cohete utilizando el brazo transportador-elevador en el Complejo
de Lanzamiento 36 (LC-36), una antigua plataforma de Atlas de la que Blue Origin se hizo cargo en 2015. Se trataba de una validación final del brazo elevador en el LC-36 antes de que Blue Origin pusiera un cohete real, o casi real, en la plataforma.

El miércoles, el personal en tierra sacó un

 

 

 

cohete New Glenn totalmente montado del hangar del LC-36 y lo subió por la rampa hasta el soporte de lanzamiento. Después, el brazo de elevación hidráulico elevó verticalmente el lanzador de dos etapas. Con más de 98 metros de altura, el New Glenn es uno de los cohetes más grandes jamás vistos en la Costa Espacial de Florida.

“El lanzamiento forma parte de una serie de importantes logros de fabricación y pruebas integradas como preparación del primer lanzamiento del New Glenn a finales de este año”, escribieron los responsables de Blue Origin en una actualización el miércoles.

El New Glenn es capaz de transportar casi 45,000 toneladas métricas (100,000 libras) de carga a la órbita terrestre baja. Para órbitas de baja altitud, se trata de una clase de peso por encima de la capacidad máxima del cohete Vulcan de la United Launch Alliance o del cohete Falcon 9 de SpaceX, pero por debajo del Falcon Heavy de SpaceX. Blue Origin también tiene previsto utilizar el cohete New Glenn para el lanzamiento de módulos de aterrizaje lunar para el programa Artemis de la NASA.


El propulsor de la primera etapa del New Glenn es reutilizable y está diseñado para aterrizar en una barcaza en alta mar en el océano Atlántico, que lo devolverá a la costa, de forma similar a como SpaceX recupera su propulsor Falcon 9.

“La cofia es lo suficientemente grande como para albergar tres autobuses escolares”, declaró Blue Origin. “Su primera etapa reutilizable tiene como objetivo un mínimo de 25 misiones y aterrizará en una plataforma marítima situada a unos 1,000 kilómetros (620 millas) de la costa”.

Blue Origin cuenta actualmente con 24 años de existencia y emplea a unas 11,000 personas en sedes repartidas por todo el país de EE. UU., con las principales en Washington, Texas, Florida y Alabama. Aunque la compañía aún no ha puesto nada en órbita, Blue Origin está trabajando en una amplia gama de proyectos además de los cohetes.

Los últimos avances de Blue Origin con New Glenn ocurren cuando la empresa espacial de Bezos parece estar a punto de comprar la United Launch Alliance (ULA) a Boeing y Lockheed Martin.

 

Un periodo de pruebas

Conseguir que el New Glenn llegue a la plataforma de lanzamiento es un logro importante para Blue Origin. Se trata sin duda de un momento decisivo para el programa New Glenn, financiado con fondos privados, pero queda mucho por hacer antes de que el cohete esté listo para volar.

El siguiente paso consistirá en “varias demostraciones de la carga de fluidos criogénicos, el control de la presión y los sistemas de ventilación del vehículo”, explicó Blue Origin. Según un informe publicado por Aviation Week, Blue Origin llenará este vehículo de prueba con nitrógeno líquido criogénico como sustituto de los propulsores de metano super frío y oxígeno líquido utilizados por el propulsor de la primera etapa en un lanzamiento real.

El objetivo principal de estas pruebas iniciales es comprobar que la plataforma de lanzamiento y los sistemas terrestres de Blue Origin funcionan según lo previsto.

 

Este vehículo de pruebas no cuenta con motores. Blue Origin tiene previsto concluir en los próximos meses las pruebas de los siete motores de refuerzo BE-4 que funcionan con metano y de los dos motores BE-3U de la etapa superior que utilizan
 

 

 

 
hidrógeno, programados para volar en el primer cohete New Glenn.



Si todo va según lo planeado, Blue Origin debería completar la Prueba de Tanque Integrado en unas pocas semanas. Posteriormente, el cohete saldrá de la plataforma de lanzamiento para que los técnicos instalen el compartimento de motores del propulsor con las siete unidades BE-4. El New Glenn también requerirá una nueva etapa superior antes de volver al LC-36 para realizar una prueba de encendido en caliente de los siete motores BE-4, un avance que, según Aviation Week, está previsto para este verano.

Cada motor BE-4 tiene una potencia de 550,000 libras de empuje a pleno rendimiento. Siete de ellos combinados generarán más de 3.8 millones de libras de empuje. Blue Origin ya puede afirmar que el motor BE-4 se ha probado en la práctica, tras su rendimiento aparentemente impecable en el primer vuelo del cohete Vulcan de la ULA el mes pasado.

Sin embargo, hay algunas diferencias de diseño entre los BE-4 utilizados en Vulcan y los BE-4 asignados a New Glenn. Por un lado, los BE-4 del New Glenn fueron desarrollados para ser reutilizables desde el principio, ya que Blue Origin intenta recuperar el propulsor en el mar con el primer vuelo del New Glenn.

Blue Origin tiene previsto operar inicialmente con una rotación de cuatro propulsores reutilizables en el New Glenn, cada uno de los cuales volaría hasta cada 30 días, según Aviation Week.

La compañía no ha anunciado un calendario definitivo para el debut del New Glenn, salvo en algún momento a finales de este año. El primer vuelo de prueba transportará probablemente un par de pequeños satélites de la NASA con destino a Marte, según declaró un funcionario de la agencia en noviembre.

Esta misión de la NASA, llamada ESCAPADE, está bajo contrato con Blue Origin para una fecha de lanzamiento en agosto de 2024. Sin embargo, este calendario está siendo reconsiderado. La enorme capacidad de elevación del New Glenn es excesiva para las dos naves espaciales ESCAPADE, cada una del tamaño de un minirefrigerador, por lo que los ingenieros estudian la posibilidad de utilizarlo para enviar las misiones directamente a Marte en lugar de lanzarlas en una órbita inicial alrededor de la Tierra.



Cambiar la trayectoria de ESCAPADE permitiría una fecha de lanzamiento posterior a este año. La misión debe lanzarse en 2024, con la Tierra y Marte en las posiciones correctas en el Sistema Solar, o bien esperar hasta 2026.

Cabe señalar que los lanzadores comparables al New Glenn, como el Falcon 9 y el Starship de SpaceX, el Vulcan de la ULA y el H3 de Japón, tardaron entre uno y dos años en realizar un primer vuelo después de que sus vehículos de prueba iniciales a escala real llegaran a la plataforma de lanzamiento para realizar verificaciones de ajuste y ensayos de carga de combustible. Esta fase final del desarrollo de un cohete suele revelar problemas que no se detectaron durante la fabricación y las pruebas de los componentes.

 

 

  

 

 

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