LAMISTAD, el proyecto para crear un
nuevo acelerador de partículas en Latinoamérica
Un grupo de científicos latinoamericanos tiene la ambiciosa idea de
construir un nuevo acelerador de partículas en la región bajo la
iniciativa LAMISTAD (Proyecto de Sincrotrón Internacional
Latinoamericano para Tecnología, Análisis y Desarrollo). En un
reciente artículo publicado en Nature, han expuesto los detalles de
su plan, los beneficios que supone para la región y los desafíos que
han encontrado.
Un acelerador de partículas es un dispositivo que aumenta la
velocidad de elementos subatómicos como electrones, protones o iones
con el fin de que los científicos puedan investigar sus propiedades
e interacciones, lo que se traduce en avances para varias ramas de
investigación. Existen diferentes tipos de aceleradores, entre los
que destacan los colisionadores, los ciclotrones y los sincrotrones.
Los aceleradores de partículas de tipo sincrotrón se diferencian del
resto por la trayectoria y la forma en que las partículas
subatómicas se aceleran. En una instalación como esta, los elementos
avanzan en una órbita circular con ayuda de campos magnéticos y
eléctricos, manteniendo un estado de movimiento continuo. Por otro
lado, los ciclotrones lo hacen bajo una composición en espiral,
mientras que otros aceleradores realizan la misma función en línea
recta.
Los sincrotrones generan una forma específica de radiación
electromagnética que los investigadores utilizan para desentrañar
los misterios de la biología estructural, la geociencia, la medicina
y la ciencia de los materiales y la física de partículas.
Los sincrotrones, Latinoamérica y el futuro
Casi todos los aceleradores de partículas grandes usados para
investigación han sido construidos en países altamente
desarrollados. En lo que toca a sincrotrones, destacan, por ejemplo,
el Super Proton
Synchrotron del CERN, en
Suiza, o el Proton Synchrotron del KEK, en Japón.
Uno de los más recientes, de especial interés para Latinoamérica, es
el Sirius, ubicado en Sao Paulo, estrenado en 2018. Si bien esta
instalación resulta atractiva para la región sur del continente,
para el resto de los países es prácticamente
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inaccesible desde un punto de vista logístico. El acelerador
pionero en la región se llamó UVX, estuvo en funcionamiento entre 1997 y 2019 y
también se encontraba en Brasil.
El proyecto LAMISTAD busca crear otro acelerador de partículas que sea
beneficioso para la subregión del Gran Caribe, compuesta por las islas del
Caribe, México, América Central, Venezuela y Colombia. Según sus promotores,
este proyecto surge de esfuerzos previos de algunas naciones que intentaron
atraer esa tecnología de manera independiente a sus territorios.
Los científicos detrás de LAMISTAD han encontrado una fuente de esperanza.
Actualmente existe una tendencia a construir aceleradores de partículas en
regiones catalogadas como de ingresos bajos y medianos. En 2017 se inauguró la
instalación SESAME en Jordania, en la región de Medio Oriente, y en 2018 se
completó Sirius en Brasil. El logro de la construcción de ambos aceleradores
permite contemplar la posibilidad de más laboratorios de este tipo en otras
naciones emergentes, lo que a su vez abre la posibilidad de que la ciencia
latinoamericana basada en la luz de sincrotrón prospere.
Los pasos de LAMISTAD
Para que el plan tenga éxito, se requiere cooperación entre gobiernos y
científicos. Según el artículo publicado en Nature, firmado por Victor M.
Castaño, Pedro Fernández de Córdoba, Juan A. Sans y Galileo Violini, el mejor
lugar posible para ubicar un acelerador de partículas se encuentra en el estado
de Hidalgo, México. Las autoridades locales y federales se han mostrado
receptivas para ceder terreno. El sitio es geológicamente estable, la
instalación de un laboratorio de este tipo no conlleva riesgos para el medio
ambiente y no presenta problemas logísticos en cuanto a suministro de agua,
electricidad, internet o transporte.
Otro aspecto fundamental que las naciones del Gran Caribe deben acordar es el
nivel de energía al que operará el
sincrotrón y su procedencia. El sincrotrón de Brasil opera a tres
gigaelectronvoltios. El equipo detrás de LAMISTAD propone que el de México
funcione a 1.5 gigaelectronvoltios de manera complementaria a Sirius. Los países
interesados también necesitan acordar si la energía provendrá de fuentes
tradicionales o de fuentes renovables o "verdes".
La decisión sobre el financiamiento es crucial y fundamental. Un proyecto de
acelerador
de partículas implica una inversión de
miles de millones de dólares en obras que tardan entre cinco y diez años en
completarse.
Una vez terminado el dispositivo, se
deben destinar cientos de millones de
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dólares adicionales al año para su
mantenimiento. Cada país miembro de la iniciativa debería aportar un porcentaje
del dinero necesario para su operación durante toda su vida útil.
LAMISTAD estima que la instalación en México debería costar unos pocos cientos
de millones de dólares, mientras que su mantenimiento no debería superar los 50
millones de dólares. A modo de comparación, el proyecto Sirius tuvo un costo de
400 millones de dólares y fue financiado en su totalidad por el gobierno
federal. Para concretar el plan en el Caribe, los impulsores del proyecto
recomiendan ampliar la base de apoyo financiero, involucrando a países, al
sector privado y a organizaciones internacionales como la UNESCO.
Una nueva luz para la región
Con la llegada de un sincrotrón al Gran Caribe, los científicos afirman que se
abrirá una red de colaboraciones con el futuro acelerador de África y con el sur
de América. Según el documento, "Esta sinergia abre posibilidades para esfuerzos
conjuntos de capacitación, que serían rentables y científicamente
enriquecedores".
Asimismo, no se puede ignorar la importancia económica de una instalación
científica de tal magnitud en la región. LAMISTAD representaría una oportunidad
única para impulsar el intercambio de recursos humanos y materiales, así como
para crear un ecosistema económico internacional basado en la ciencia de
sincrotrón.
Aunque no se cuenta con un plan aprobado para la creación del acelerador de
partículas del Gran Caribe, cada año el interés va en aumento y el número de
científicos en las reuniones al respecto está creciendo. En 2023, por ejemplo,
el proyecto LAMISTAD organizó un evento híbrido simultáneo en Colombia, Jamaica,
España, México, El Salvador y República Dominicana durante seis meses con el fin
de establecer una lista concreta de pasos para consolidar la instalación.
“Esperemos que el proyecto LAMISTAD reciba el respaldo social y político que
merece. Que la red ya se haya establecido entre investigadores de toda América
Latina y del Sur, así como de África, ya es un resultado positivo”, finaliza el
artículo.
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