Pereira, Colombia - Edición: 13.237-817

Fecha: Sábado 06-04-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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El futuro de los carros lunares para astronautas está por escribirlo una empresa privada

 

 

La NASA ha hecho otra apuesta audaz por la industria espacial comercial de Estados Unidos, esta vez solicitando a empresas privadas que preparen un rover lunar que sobreviva hasta una década cerca del Polo Sur de la Luna.

La agencia espacial anunció el miércoles la selección de tres equipos, encabezados por Intuitive Machines, Lunar Outpost y Venturi Astrolab, para trabajar en los diseños de un rover que los astronautas puedan operar y funcione de forma autónoma cuando no haya tripulación.

Cada compañía trabajará con la agencia espacial durante el próximo año más o menos para llegar a lo que se conoce como una “evaluación preliminar del diseño” de su vehículo. Las compensaciones monetarias iniciales no son grandes; cada una asciende a unas decenas de millones de dólares. Pero este trabajo sentará las bases para una fase de demostración, con un valor mucho mayor.

Una vez finalizado el diseño inicial, la NASA seleccionará por lo menos una empresa, o posiblemente más, para realizar una demostración de su rover en la superficie lunar a finales de esta década o a principios de la siguiente.

 

 

“Me gustaría enviar a los tres a la Luna”, declaró Lara Kearney, directora del Programa de Actividad Extravehicular y Movilidad Humana en Superficie del Centro Espacial Johnson de la NASA. “Pero la decisión dependerá del presupuesto. Si solo es posible costear uno, tendremos uno”.

Es probable que sea un año frenético para los tres competidores.

 

Hacia la Luna en manos del sector privado

 

Hay mucho dinero en juego. La NASA adquiere estos rovers como un servicio y emitirá órdenes de trabajo anuales durante 10 años. A lo largo de la vigencia del contrato, el valor potencial máximo

 

 

 

combinado de todas las asignaciones es de 4,600 millones de dólares. La NASA desea que los vehículos lleguen a la Luna antes de la misión “Artemis V”, que actualmente se prevé que sea el tercer vuelo tripulado a nuestro satélite. La fecha probable de este alunizaje es 2029, pero se trata de una estimación optimista.

 

Kearney indicó que la NASA espera que los rovers sean capaces de funcionar 24 horas al día, 365 días al año, con pausas periódicas para cargarse y resistir la noche lunar. Se enfrentarán a duras condiciones cerca del Polo Sur, con oscilaciones de temperatura que alcanzan los 260 grados centígrados (500 grados Fahrenheit), una fuerte radiación y un terreno rocoso.

 

 

“Sé que estamos pidiendo mucho a estas empresas, pero creo que están a la altura del reto”, manifestó Kearney.

En efecto, la NASA está pidiendo mucho a la industria espacial comercial de Estados Unidos. Desde el éxito inicial de su programa de servicios de reabastecimiento de carga en la década de 2010, cuando SpaceX y Orbital Sciences comenzaron a entregar alimentos y otros suministros a la Estación Espacial Internacional, la agencia se ha ido interesando cada vez más en comprar servicios directamente a la industria espacial. Por ejemplo, contrata actualmente a SpaceX para transportar regularmente astronautas a la estación espacial en vehículos Dragon propiedad de la empresa privada y operados por ella.

A medida que la NASA ha ido desarrollando su programa Artemis, ha depositado cada vez más responsabilidad en las compañías privadas que le prestan servicios. SpaceX y Blue Origin se encargan de construir módulos de aterrizaje complejos para llevar a los astronautas a la superficie de la Luna y de vuelta a la órbita lunar. La NASA se asoció con Collins Aerospace y Axiom Space para que le proporcionaran trajes espaciales, incluso eventualmente para la superficie lunar. Y ahora la agencia quiere contratar los servicios para un rover duradero que le permita a los astronautas aventurarse lejos de sus lugares de alunizaje. Los rovers tendrán una autonomía de 20 kilómetros al día como mínimo y la capacidad de resistir un paseo lunar de ocho horas.

 

 

Durante el periodo de 10 años, las empresas contarán con la opción de depender de un solo rover o de enviar sustitutos según sea necesario.

 

 

 

 

Los contendientes en la creación del rover lunar de la NASA

 

Debido a la naturaleza pública del acuerdo de contratación, la NASA ha establecido algunos requisitos de alto nivel, pero concede a las compañías una gran libertad en sus diseños. Las tres propuestas, en resumen, son:

 

Lunar Dawn: Dirigido por una empresa llamada Lunar Outpost, incluye al socio principal Lockheed Martin y a sus compañeros de equipo General Motors, The Goodyear Tire & Rubber Company y MDA Space. El vehículo se está diseñando no solo para resistir, sino para operar durante la noche lunar. También contará con capacidades para un uso comercial robusto y diverso, incluida una plataforma de carga reconfigurable que permite cambiar el cargamento con un brazo robótico.

 

Moon Racer: Liderado por Intuitive Machines, que recientemente realizó un aterrizaje suave en la Luna, entre los socios estratégicos se encuentran AVL, Boeing, Michelin y Northrop Grumman. El equipo planea desplegar el rover mediante el módulo de aterrizaje lunar Nova-D que está desarrollando Intuitive Machines. Con su capacidad comprobada para transportar cargamento a la Luna, el equipo prevé sustituir los neumáticos y otros componentes del vehículo según sea necesario a lo largo de los 10 años de vida útil en el satélite.

FLEX: Encabezado por Astrolab, el equipo incluye a Axiom Space y Odyssey Space Research. El vehículo FLEX es capaz de transportar a dos astronautas equipados, alojar un brazo robótico para la exploración científica, realizar la logística de carga robótica y soportar las temperaturas extremas del Polo Sur lunar. Fundada por veteranos de SpaceX, Astrolab está adoptando un enfoque centrado en el hardware para el desarrollo de su rover, con numerosas y frecuentes pruebas desde fases tempranas. La misión inicial a la Luna está prevista para 2026.

 

 

Un aspecto destacable del anuncio de esta semana es que añade a una serie de nuevos participantes en los vuelos espaciales, como Goodyear y Michelin. Uno de los objetivos de la NASA al volver a la Luna e intentar establecer una presencia constante en ella es ampliar la economía lunar y encontrar clientes adicionales. Traer corporaciones establecidas de otras industrias tiene el potencial de suscitar nuevas ideas y oportunidades en el entorno lunar.

“Podemos incorporar a estas empresas espaciales no tradicionales”, señaló Justin Cyrus, director ejecutivo de Lunar Outpost. “También hay un nuevo bloque de nuevas compañías espaciales que están ayudando a impulsar el valor del ecosistema”.

Ahora comienza el trabajo duro.

 

 

  

 

 

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