Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.245-825

Fecha: Jueves 18-04-2024

 

EDITORIAL

Mientras duermes: sobre el libertinaje


Grandes fachadas, energéticas personalidades, grandes personas… En el día. Pero, en la noche, cuando decidimos abandonar, los celulares, las conversaciones, apagar nuestra televisión o simplemente nos quedamos dormidos mientras el televisor sigue encendido; La Pereira que conocemos, cambia, muta, se coloca su máscara para quedar así irreconocible.

Cuando el sueño REM llega, todo nuestro cuerpo se detiene, sólo es nuestro cerebro que produce diferentes sueños o como mínimo nuestro cuerpo comienza a recuperar la energía que necesita para el siguiente. Pero, mientras esto sucede, otros se liberan de los sueños, los límites culturales, morales, religiosos y demás cambian, ahora no es la ciudad hermosa. En las noches la ciudad se transforma en una película de terror, bastante fuerte - seguro la noche tiene una clasificación para mayores de 20- o eso nos gustaría pensar, pero en las calles de la ciudad nocturna se ven jóvenes que deambulan de un lugar a otro, sin rumbo, sin vida. Más, no es extraño ver un menor de edad a altas horas de la noche, consumiendo diferentes sustancias, de hecho, es extraño no verlos…

No obstante, fuera de preguntarnos ¿Qué hace un joven a tan altas horas de la noche en la calle? Sólo quedar impresionado por quien tiene el control de las calles, los indigentes abandonan sus lugares de trabajo y comienzan a recorrer las calles, las esquinas se transforman en burdeles vigilados por sus proxenetas. De entre tanto la noche avanza se escuchan gritos ensordecedores, que, en condiciones normales del día, alarmarían a toda la población, pero en la noche estos gritos sólo caen en el vació de la imposibilidad de sentir empatía, de hecho lo mejor es disimular y dejar pensar que nadie escuchó nada permitiendo así que la noche siga avanzando.

Mientras la noche avanza, más indigentes se ven, las calles se llenan de estos, llegando a encontrarse con el amanecer, en donde ya no se distingue entre indigentes o borrachos. Los gritos comienzan a tomar formas ya sea en susurros de los transeúntes nocturnos que cuentan las fantasiosas historias de lo que pasa en nuestra ciudad, tan increíbles que parecen historias sacadas de los cuentos de terror más agobiantes, dignos de cualquier premio de literatura, más, cuando no son los susurros los que te transportan y te hacen reflexionar en la falsedad de realidad en donde vivimos, es cuando las imágenes se hacen presentes, hombres con diferente tipos de cortes en su piel, personas desmayadas, dobladas por los efectos de una larga noche, todas siempre marcando una sola dirección: el hospital más cercano.

La noche definitivamente no le pertenece a la sociedad de la vida, le pertenece a la forma thanática más desmesurada de ser humano, una forma, que inhibe cualquier tipo de moralidad, que rompe con cualquier tipo de imagen que tengamos del mundo, la noche es el trago amargo que nos recuerda que todavía nos falta muchísimo para crecer como sociedad; una sociedad que proteja la vida.

Pero ¿Qué hacen nuestros “ líderes” para trabajar con la máscara oculta de nuestras ciudades o debemos suponer que su labor de líderes sólo corresponde a los habitantes del día y no a los de la noche? Entonces, quien o que lidera a estas personas.

 

 

 

Para dónde vamos y qué queremos

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Hoy no es un día igual que todos los días en la existencia de nuestras vidas. Ya no somos los mismos que nuestros antepasados, somos un clic más adelante que ellos y no sentimos la diferencia. Pensamos que nuestros antepasados fueron grandes civilizaciones que dejaron rastros de su evolución. Pero no es así.

Hoy estamos en medio de guerras y batallas que se libran en todos los extremos del mundo y vemos cómo las cosas pasan y no podemos hacer nada porque son otros los que tienen el poder de decidir sobre nuestra existencia y lo más triste es que nosotros les dimos el poder para ser verdugos.

 

La realidad es que somos un puñado de seres acorralados por una multitud que no tiene la capacidad de discernir y entender que ellos son parte macabra de quienes deciden por la vida de gente que no conocen y que ellos están dentro de esa multitud que no sabe hasta cuándo va a existir.

Las elecciones de Estados Unidos están cerca, al igual que la de otros Estados. Nosotros estamos en medio de fuegos cruzados que no sabemos cuándo nos va a tocar el balazo que sale de algún sitio.

 

En verdad estamos en una nueva era, con más tecnología y herramientas que jamás se habían desarrollado en la historia de esta humanidad actual. Las otras humanidades que existieron antes que nosotros, de ellas solo encontramos trazos en rocas petrificadas que se asemejan a lo que existe hoy.

Este planeta no se va acabar pronto por mucho que pronostiquen los gurús de la santería o los que creen en el más allá, esta humanidad va a estar por un largo tiempo hasta que todo regrese a su estado natural.

¿Al final qué queremos?

Queremos hurgar en el pasado y sentirnos que somos importantes y que cada uno no importa quién sea quiere vivir sin la angustia de que un día cualquiera vamos a dejar de existir y vamos a regresar a donde estábamos antes de nacer. Pero mientras tanto, unos individuos que se creen dueños de todo discuten entre ellos cuál será el próximo movimiento para tratar de obtenerlo todo mientras ellos existan.

No importa quien vive o quien muere. Lo importante es que ellos son el centro de su universo y una multitud los adora sin reflexionar si lo que este personaje está haciendo es bueno o malo. Lo importante es estar con él pase lo que pase.
 

 

 

Así es la vida para millones de seres que están a nuestro alrededor.

 

UN PARO PUEDE MÁS QUE MARCHAR
Crónica # 862


Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:

https://www.youtube.com/watch?v=a8Er5Rx7DlU

Si en Colombia no hubiesen prohibido las clases de Historia Patria, con las que nos educaron a muchos compatriotas, habríamos aprendido que a lo largo de la vida colombiana las marchas han dado más víctimas que resultados.

Que desde cuando se reconoció el derecho de huelga, fueron gran mayoría de los trabajadores de empresas y los ciudadanos en general quienes encontraron solución a sus exigencias o a su problemas yéndose al paro, no a las marchas.

Así pasó con las bananeras, los ferrocarriles, las petroleras y las grandes empresas. Fue con un paro nacional en mayo de 1957, que el país consiguió derrocar la dictadura de Rojas Pinilla.

Pero aquella vez fue un paro total, patronal y obrero, comercial y fabril, bancario y profesoral.

El país se paralizó y en 4 días el presidente se vio obligado a renunciar. Obviamente ese paro nacional se pudo producir porque el país tenía líderes en todos los órdenes, pero sobre todo porque el país creía en sí mismo y en las capacidades de quienes lo dirigían.

En Colombia los viejos imitadores de la revolución francesa o de la comuna de París y de la revolución bolchevique, le dieron más importancia a las marchas como motores de lo que produjeron que a la inteligencia de Lenin y Roberspierre o a los hilos que se supieron mover detrás de esas marchas.

De esa interpretación equivocada sobre las marchas nos viene el ímpetu de convocarlas para manifestarse contra el mal gobierno y le viene al actual gobernante la manía de apelar al pueblo pidiéndole que marche por sus calles para respaldarle.

Las marchas del pasado 9 de abril en favor del gobernante fueron un fracaso. La que están convocando ilustres desconocidos para el domingo 21 pretende demostrar que no se quiere al gobierno.

Pero aunque Petro se sostiene con sus marchas flojas, no va a renunciar porque resulten abrumadoras las que se hagan en su contra. La verdad hay que decirla, él se sostiene porque no hay dirigentes capaces de convocar y organizar un paro nacional.

El Porce, abril 18 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

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