CHARLAS CON UN MAESTRO
SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
La flor del loto: una
metáfora de la iluminación
Upadesha 58. La flor
del loto.
Así como en un montón de
basura arrojada en la carretera puede florecer la flor de loto, y deleitar el
corazón con su puro perfume, de la misma manera entre las multitudes ciegas
brilla la luz pura de la sabiduría del estudiante que sigue al Budha, aquel que
está verdaderamente despierto.
La flor del loto como inspiración
La flor del loto es una inspiración para todos nosotros. Nos recuerda que,
incluso en los entornos más difíciles, es posible alcanzar la belleza y la
pureza.
En el Upadesha 58 del Dhammapada, Budha compara la flor del loto con la
iluminación. La flor del loto crece en el lodo, pero emerge pura y hermosa. De
la misma manera, la iluminación puede surgir incluso en las condiciones más
adversas.
Budha utiliza esta metáfora para enseñar que la iluminación es posible para
todos, independientemente de su origen o circunstancias. La iluminación no es
algo que se pueda alcanzar con esfuerzo o sacrificio, sino que es una cualidad
natural que ya se encuentra presente en cada uno de nosotros.
La flor del loto también representa la pureza y la perfección. La iluminación es
un estado de conciencia en el que se ha trascendido el sufrimiento y la
ignorancia. En este estado, se percibe la realidad tal como es, sin
distorsiones.
La iluminación es un viaje personal, pero también es un proceso social. Cuando
una persona alcanza la iluminación, su luz puede inspirar a otros a seguir el
mismo camino. De esta manera, la iluminación puede contribuir a crear un mundo
más pacífico y armonioso.
Cómo cultivar la iluminación
Hay muchas cosas que podemos hacer para cultivar la iluminación. Una de las más
importantes es practicar la meditación. La meditación nos ayuda a calmar la
mente y centrarnos en el presente. También nos ayuda a desarrollar la compasión
y la sabiduría.
Otra cosa que podemos hacer es estudiar las enseñanzas del Buda. Las enseñanzas
del Buda nos proporcionan una comprensión profunda del mundo y del camino a la
iluminación.
Finalmente, también podemos practicar la bondad y la compasión en nuestras vidas
diarias. Cuando somos amables y compasivos con los demás, estamos cultivando la
sabiduría y la compasión en nuestra propia mente.
Aplicaciones prácticas
La metáfora de la flor del loto puede aplicarse a nuestra vida cotidiana de
muchas maneras. Por ejemplo, nos puede recordar que incluso en los momentos más
difíciles, siempre hay esperanza. También nos puede inspirar a buscar la pureza
y la perfección en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea.
A continuación, se presentan algunas sugerencias para aplicar la metáfora de la
flor del loto en nuestra vida cotidiana:
•Cuando te sientas abrumado por el sufrimiento o la negatividad, recuerda que la
iluminación es posible, incluso en las condiciones más adversas.
•Busca la pureza y la perfección en las cosas que te rodean, incluso en las más
pequeñas.
•Sé un ejemplo de luz y esperanza para los demás.
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La metáfora de la flor del
loto es un recordatorio de que la iluminación es un
potencial que todos tenemos. Es
un mensaje de esperanza y transformación que puede inspirarnos a vivir una vida
más plena y significativa.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
LAS CADENAS
PRODUCTIVAS DE VALOR Y LA COLOMBIA AGRARIA
Por: Iván Roberto Pulido
Gonzáles
Las cadenas productivas
basadas en innovación y consolidación de competitividad, son los escenarios más
útiles para articular diferentes entidades empresariales de cara a la generación
de valor, coyuntura que implica desde proveeduría de materias primas hasta
prestación de los servicios que garanticen la satisfacción del consumidor final,
todos símbolos emblemáticos del significado de las cadenas de valor.
Cadenas que consisten en circuitos productivos agrarios, que concentran un
eslabón agrícola como generador de materia prima, otro que la transforma en
producto; y uno último que se encarga de la distribución
y comercialización; en tal
sentido, las interacciones entre los eslabones derivan en ventajas para la
creación de alianzas en los diferentes procesos de producción, enfocados a un
mercado común, en los que la tecnología individual, podrá influir positiva o
negativamente en la eficiencia y productividad total.
Cada eslabón de la cadena
puede originar encadenamientos que secuencialmente deriven en inversiones de
economías locales, regionales, nacionales, o de conjunto de países, tras el
logro de economías de escala, que mejoren los niveles de competitividad en los
mercados internacionales.
Acciones que hacen trascendental las alianzas entre Gobierno y Universidades,
para emprender programas de apoyos educativos, técnicos, financieros y
comerciales, en búsqueda de la empresarización que se correlacione con el
crecimiento económico y social; oportunidades que desafortunadamente no
aprovechan los habitantes rurales o productores de campo por no contar con el
suficiente abordaje en materia emprendedora; pero que en el caso que el Estado
les apoye en su asociatividad, puedan convertirse en excelentes espacios para la
implementación de cadenas productivas; caso ejemplar a imitar de Corea del Sur,
País que hace seis décadas atravesaba peores momentos de pobreza y desigualdad
que Colombia, el cual ceñido a una reforma agraria bien fundamentada, brindo
protección a sus agricultores con restricción de importaciones agropecuarias,
creo políticas de reconstrucción económica basadas en incrementos de
productividad, promovió estatalmente la manufactura, dio vía libre a la
inversión extranjera y articulo cadenas productivas de valor que jugaron el
importante papel de pasar de exportar productos básicos a la manufacturación
industrial, hoy convertido en País orgullosamente ranqueado entre el top de las
10 economías más importantes y sus muy reconocidos procesos de investigación y
desarrollo a nivel mundial.
En conclusión, las cadenas de valor se pusieron de moda en especial para los
países en desarrollo, las que se volvieron parte esencial para el crecimiento
socio económico sostenido contra la pobreza y en favor de las mujeres, apoyados
por sólidas políticas estatales, mejoras en la conectividad, caminos,
ferrocarriles y puertos, reducción de trámites aduaneros y menores demoras en
fronteras, promoviendo la inversión, la diversificación de la producción y la
competitividad para la exportación, bajo el compromiso de reducción de emisiones
de carbono y amigabilidad con el medio ambiente.
Constituyéndose el valor agregado por demás, como verdadera fuente de
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oportunidad para la asociatividad, muy en especial para el sector rural, por la
necesidad de pequeños y medianos productores de integrarse a la fuerza
empresarial del País, intervenir directamente en los mercados internos y
externos, articulados con proveedores de servicios, el sector público,
Universidades, Centros de Investigación, Instituciones de asistencia técnica,
Organismos de Financiamiento y los Comercializadores del producto final.
Liberando una serie de ventajas de valor, en fortalecimiento de las
instituciones participantes, de mayor rentabilidad en la producción, reducción
de costos, disminución de riesgos, mejores condiciones de acceso a insumos y
fuentes de financiamiento, a economías de escala, a información de mercados, a
tecnología de punta y al mejor aprovechamiento de la mano de obra familiar.
Al parecer el nuevo gobierno Petro 2022 - 2026, muestra disponibilidad a
aprovechar esas múltiples oportunidades que ofrece la Colombia Agraria, por su
riqueza de recursos naturales, biodiversidad, diversidad de climas, recursos
hídricos y ubicación geográfica entre otras, para acceder al montaje de cadenas
productivas sustentables de valor, con productos naturales, saludables, que
cumplan con las tendencias mundiales de conciencia ambiental o sellos verdes, al
respeto a la biodiversidad, al uso adecuado del agua, en atención a ese boom
europeo del consumo de alimentos con denominación de origen u orgánicos, con
productos tropicales, y/ o exóticos algunos de ellos transformados, tipo
marañón, mangostino, aguacate, limón Tahití, apicultura, arroz, avícola, banano,
cacao, panela, coco, fique, flores y follajes, guadua, guayaba, hortalizas,
lácteos, mango, mora, ovino caprinos, palma, curuba, maracuyá, gulupa, rambután,
arándanos, dátiles, plantas aromáticas, yuca, entre otros e infinidad de otros
frutos exóticos amazónicos tipo arazá, copoazu, asai, la uva caimarona, casi sin
competencia productiva por otros países similares para su exportación.
En apoyo a esas cadenas, deberá el Estado comprometerse a la implementación de
incentivos para la reforestación y nuevos cultivos forestales, la agro
forestería, frutales
exóticos, selección de semillas nativas, inversión en la investigación de maíces
regionales que potencialicen el abastecimiento local en pro de la seguridad
alimentaria, apoyo estatal a la investigación y comercialización del cacao,
apoyo a la exportación de panela, programas para el sector lechero y planes de
exenciones tributarias que fomenten la producción agroindustrial muy en especial
para la producción sostenible de alimentos.
En adición a lo relacionado, las cadenas productivas se convierten en la mejor
opción para la estructuración de agronegocios, muy en especial por la
obligatoria planificación del emprendimiento a realizar, al desarrollo de un
verdadero estudio de mercadeo, a acudir al apoyo del sector público a partir de
la normatividad legal para acceder a programas de promoción en la creación de
empresas y a centros de investigación e instituciones educativas, que les
permitan el conocimiento y análisis de los más detallados riesgos del proceso
productivo en proporción de aumento de las mejores posibilidades de éxito en el
emprendimiento.
Sin olvidar que las empresas integradas a las cadenas de valor, contribuyen a
que las personas se dediquen a actividades de manufactura y de servicios más
productivos, que tienden a generar empleos formales para las mujeres,
respaldando así la transformación estructural social y mayor estabilidad de
ingresos para los actores que intervienen, sobre todo para los pobres y la muy
importante convivencia armónica con el medio ambiente.
Colombia como noveno proveedor
de frutas exóticas del mundo, presenta en los últimos tres años un crecimiento
importante en productos como la uchuva, tomate de árbol, tamarillo, granadilla,
en Países Bajos, Alemania, Bélgica y una oferta importante de pitaya, gulupa y
baby banana.
De modo tal, nuestro
compromiso, ha de centrarse en la concientización de pequeños y medianos
productores hacia la formación de cooperativas, que les brinden la oportunidad
de volverse empresarios y de lograr el participar con orgullo en los grandes
mercados mundiales, con sus productos made in Colombia.
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