Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.256-836

Fecha: Martes 07-05-2024

 

EDITORIAL

 

Armonizar el cuerpo y la mente

 

Día tras día los colombianos predican contradicciones. Algunos hablan de paz, pero no ven nada de malo cuando sus allegados acuden a la violencia, de hecho, la violencia que provocan con sus discursos son mucho más sangrientos que cualquier herida provocada por un acto de violencia. Después de todo estos discursos siempre son los que mueven las acciones. Es de esta manera como las palabras y las acciones nunca logran alojarse en un mismo sentido, de hecho, parecen puntos totalmente extremos.

La división entre acciones y palabras genera en sí un gran problema para el buen vivir. Después de todo implica que no hemos aprendido a vivir, a que nuestro cuerpo sigue actuando por formas irracionales y no por prototipos de la razón, entonces si la razón no es la que mueve nuestro cuerpo ¿qué papel juega la razón? Ninguno, la razón ha dejado de pensarse, ahora sólo funciona como un recepcionista de memorias, pero nunca, como alterador de aquello que nos es ofrecido por la tradición. Que la razón sea utilizada para recordar y no para pensar implica que el mundo ha dejado de desarrollarse, se ha detenido y ha dejado que otros piensen por ellos, lo que en sí lo hace entrar en contradicción entre lo que en verdad desean lograr y la recta razón que es proporcionada por las grandes estructuras.

Cuando el ciudadano colombiano sea capaz de poner en duda la recta razón y se asquee del sentido común, es allí en donde el cambio se mostrará con fuerza, es allí en donde la conciencia del ser humano sobre sí mismo logrará entender que su modo de ser en el mundo, proviene de su conciencia en el mismo, y este modo de ser en el mundo nunca es en solitario, ni mucho menos ser subordinado, sino que se es con el otro, sin por ello perder la autonomía.

Cuando la autonomía llega el ser humano se proyecta sin contradicción, sus acciones y palabras son un retrato de lo mismo, sus acciones se tornan muchísimo más efectivas, y es en la efectividad en donde las dificultades son posiblemente solucionables, sin contradicciones entre lo que se piensa inconscientemente y lo que se lleva a cabo.

 

 

 

 

Estado hormiga y establecimiento

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Cuando nos miramos, no nos vemos los unos a los otros. Vemos un conjunto de seres con una misma morfología que ya estamos acostumbrados a verla. Así somos los seres humanos que estamos esparcidos por el planeta.

Cada sociedad exige lo que considera que le pertenece, pero el establecimiento se apropia de los bienes sociales y da solo lo que considera que le corresponde a los ciudadanos sin ningún miramiento si está bien o mal.

 

Estamos en el siglo 21 según el calendario cristiano, los musulmanes en el siglo 16, los chinos y los judíos en el siglo 50. Pero la verdad no estamos en ningún siglo, estamos haciendo presencia en el planeta imaginándonos lo que nos dicen los que creen que lo saben todo y lo que creemos por pura fe.

Nuestro intelecto ha mutado de tanto en tanto y ese razonar local se maneja dependiendo de las condiciones ambientales de cada Estado. Esto hace que no se exijan los mismos derechos a todos los establecimientos de igual forma alrededor del mundo.

Lo importante aquí es pedir lo que realmente nos corresponde donde estamos ubicados porque entendemos nuestro rol en la sociedad que habitamos. Eso que exigimos no será más allá de las cosas básicas de nuestro bienestar y por las cuales pagamos a través de los impuestos que nos exigen pagar.

La salud, la educación, el cuidado de nuestra vida cuando se necesita, la libertad y las pequeñeces del diario vivir por las cuales ya se han pagado en el día a día con nuestro trabajo y el consumo de productos por los cuales pagamos impuestos indirectos para sostener el establecimiento. Y que no se nos da porque no hacemos parte de la cúpula del Estado.

Exigimos porque es nuestra obligación de velar por nuestros intereses y obligar a quienes administran nuestros bienes de darnos lo que realmente nos corresponde. Aquí no es de socialismo, comunismo o cualquier otro ismo que aparezca, es la realidad que vivimos cada uno de nosotros y hacemos parte de la sociedad en la que vivimos.


Hemos dejado de ser objetos del Estado, de hormigas laboriosas que construyen el panal para que los del establecimiento vivan a su mejor saber.

Nuestro intelecto nos muestra día a día una realidad que está por fuera de ese mundo hormiga que se ha vivido por siglos y que no se rechaza porque es normal para quienes su intelecto está condicionado a esa forma de vivir.

La era actual nos nuestra a través del cine una realidad que no se ajusta a la verdad de donde realmente está ubicada nuestra conciencia sino dentro de una fantasía que los guionistas muestran como ellos quieren que se vea. El héroe y el villano, aquel que siempre está en una realidad que no corresponde a la verdadera situación en la que estamos viviendo en este concierto de idiosincrasias.

Si tú tienes conciencia de hormiga no te afecta en nada, sino perteneces a este momento humano, es normal lo que está pasando, y si eres parte del establecimiento no tienes conciencia de nada.

Cuando comienzas a ubicarte en tu territorio te vas acercando a aquellos que

 

 

 

aprecian el mismo degustar de las cosas y del entorno donde te ubicas y sientes que las cosas funcionan con la libertad y derechos que tu esperas que sean iguales para todos sin discriminación. Por eso te quedas allí y actúas con propiedad y satisfacción de estar ahí como parte de ese entorno social.

Vivimos en un mundo multifacético que presenta condiciones increíbles que los investigadores tratan de ordenar para guiar a sus lectores. Pero esos lectores son una minoría que trata de orientar a la gran mayoría para que se comporten con decencia y equidad. Pero los resultados no se ven por la desigualdad de poderes políticos y económicos que hacen que haya un enfrentamiento de partes todo el tiempo.

 

Somos la tercera generación de habitantes en este planeta. Cada doscientos millones de años nos renovamos y estamos al final de esta era. Toda nuestra historia debe de haberse repetido en diferentes escenarios de los cuales de cuando en cuando encontramos muestras de ese pasado.

 

Ahora solo nos queda exigir lo que nos pertenece.

 

LOS ALEPRUCES DE LA ZURDA
Crónica # 875

Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:

https://www.youtube.com/watch?v=GtbES5h2nv0

Si el gobernante no estuviera revestido de tanta soberbia hoy debería haber declarado insubsistentes a todo el ambicioso caudal de alepruces de la izquierda a quienes premió llamando a que le ayudaran a gobernar.

Pero como este gobierno está impedido química, física y anímicamente de la capacidad de admitir en público sus equivocaciones, ha preferido solamente pedirle la renuncia a dos funcionarios de alto rango del despacho de la Casa de Nariño.

A una, la Consejera Presidencial, por acción indebida, o por tontería elevada al cubo, y al Director de la Oficina de Transparencia, por ser ciego del ojo zurdo y por consiguiente impedido de ver los bultos de dinero de los contratistas que circularon a nombre del gobernante.

Porque aunque todo está en el plano invertebrado, resulta evidente que la plata que se pagó de más por los carrotanques que no se debían haber comprado, era plata de nuestros impuestos y la que se asevera que circuló para pagar por adelantado las intervenciones de los presidentes de las dos cámaras legislativas, no dizque era de nuestros impuestos sino recogidas entre los contratistas.

Por supuesto hasta al más bobo de Ricaurte, Valle, tierra del Ecce Homo, el corregimiento donde más bobos hay en Colombia, no dejaría de pensar que toda esta triquiñuela de mover dineros para hacer aprobar las reformas por las que tanto ha luchado el gobernante que le sean aceptadas, no fue gestión única, exclusiva y espontánea de los alepruces de la zurda que acompañan al gobierno en su gestión.

Muchos compatriotas, en lo profundo de nuestra innata picardía colombiana, creemos que toda esta patraña fue ideada por el mismo cerebro que públicamente no acepta la corrupción pero es tan incapaz de administrarla como ha resultado siendo inhábil para administrar la patria.

El Porce, mayo 7 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
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