Alianza liderada por
Modi acepta formar el próximo gobierno de India
El
partido nacionalista Bharatiya Janata Party (BJP) del primer
ministro Narendra Modi acordó este miércoles con sus aliados de
coalición formar gobierno en India, al día siguiente de unos
resultados ajustados en las elecciones legislativas.
El BJP consiguió 240 legisladores, muy por debajo de los 303 que
logró en las últimas elecciones de 2019. La mayoría absoluta se
sitúa en 272 bancadas, del total de 543.
"Todos hemos elegido por unanimidad al líder respetado de la NDA,
Narendra Modi, como nuestro líder", afirmó un comunicado de la
coalición, difundido por el BJP.
"El gobierno NDA, bajo la dirección de Modi, se compromete a servir
a los pobres, las mujeres, los jóvenes, los agricultores y a los
ciudadanos explotados, desfavorecidos y oprimidos de India", agregó.
Se estima que más de dos tercios de la población india pertenecen a
las castas más bajas del milenario sistema de estratificación social
en el que se dividen los hindúes.
Un nuevo Modi
Con está dependencia de los aliados, Modi, de 73 años, tendrá que
encarar este tercer mandato con más complicaciones, advierten los
analistas.
"Esto obligará a Modi a tener en cuenta el punto de vista de los
otros, veremos más democracia y un Parlamento más sano", dijo
Nilanajan Mukhopadhyay, autor de una biografía del dirigente.
"Tendrá que ser el líder que nunca fue, veremos a un nuevo Modi",
añadió.
Varios medios locales informaron que Modi podría jurar el sábado
como primer ministro del país, el más poblado del mundo.
El dirigente celebró la victoria ajustada y estimó que el resultado
le permitía continuar con su programa, que ha hecho especial
hincapié en la religión.
"Este tercer mandato será el de las grandes decisiones. El país
escribirá un nuevo capítulo de su desarrollo", dijo ante una
multitud en Nueva Delhi el martes por la noche.
China felicitó a Modi y afirmó estar dispuesta a "trabajar con India
para promover el desarrollo sano y estable de las relaciones entre
los dos países".
También el presidente ruso, Vladimir Putin, se congratuló por la
victoria de Modi y lo felicitó por teléfono, informó el Kremlin.
India, China y Rusia forman parte, junto a Brasil y Sudáfrica, del
grupo de potencias emergentes de los BRICS.
El principal partido opositor, el Congreso Nacional Indio, consiguió
99 escaños, casi el doble de los 52 que tuvo en los anteriores
comicios.
El presidente de la formación, Mallikarjun Kharge, reiteró que el
resultado era un voto contra Modi y "la esencia y el estilo de sus
políticos".
"Es una gran pérdida política para él personalmente, además de una
clara derrota moral", dijo a los dirigentes del partido, en un
encuentro del grupo opositor.
Preocupación constante
En las calles de la capital india, los seguidores del BJP festejaron
la victoria.
"Estamos muy contentos con los resultados", dijo Archana Sharma,
oficinista de 36 años.
Para Govind Singh, optometrista de 38 años, "una oposición fuerte es
necesaria" pero el gobierno debería tener una mayoría parlamentaria.
"Es esencial para todo el país".
La mayoría de analistas y sondeos a boca de urna habían vaticinado
un gran triunfo para Modi, acusado por sus detractores de
instrumentalizar la justicia con el encarcelamiento de dirigentes de
la oposición y de pisotear los derechos de las minorías religiosas.
El BJP, ahora dependiente de los aliados de su coalición, deberá que
encontrar el consenso para hacer votar sus textos en el Parlamento.
"La posibilidad que hagan pesar su influencia, alentados por las
propuestas del partido del Congreso y otros miembros de la
oposición, será una fuente de preocupación constante para el BJP",
subrayó el diario Times of India.
Según Hartosh Singh Bal, periodista político de la revista The
Caravan, Modi tendrá ahora que "trabajar con sus socios de la
alianza (...) que pueden retirarse en cualquier momento".
La oposición ha tenido que hacer frente a la poderosa máquina
electoral del BJP, con una mucha financiación, y las acciones
judiciales contra varios de sus dirigentes.
La minoría musulmana, que cuenta con unos 200 millones de fieles,
vive con temor los posibles cambios en la Constitución laica de
India, bajo la amenaza del programa nacionalista hinduista de Modi.
TikTok bloquea
ciberataque a cuentas de alto perfil
TikTok
informó el martes que bloqueó un ciberataque dirigido a cuentas de
alto perfil, entre ellas la de la cadena de televisión
estadounidense CNN.
El número de perfiles comprometidos fue "muy pequeño" y TikTok ha
reforzado las defensas para frustrar el método utilizado por los
piratas informáticos, según un portavoz.
"Hemos
tomado medidas para detener este ataque y evitar que se repita en el
futuro" "Estamos trabajando directamente con los propietarios de las
cuentas afectadas para restaurar el acceso, si es necesario".
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TikTok no detalló el "exploit", es
decir, el fragmento de datos o la secuencia de comandos, utilizado por los
atacantes, pero los informes de los medios indicaron que involucraba una función
de mensajería directa.
El ataque a cuentas
de grandes marcas y famosos por parte de "actores maliciosos" fue puesto en
conocimiento de TikTok por la CNN, según el portavoz.
El portal web de noticias Semafor fue el primero en reportar que la cuenta de
CNN se había visto comprometida la semana pasada, lo que obligó a la cadena a
suspender su presencia en la red social china de videos cortos durante varios
días.
Un giro a la derecha en el
Parlamento Europeo está cerca
Con el giro hacia la
derecha, la Unión Europea está aportas de entrar en un nuevo escenario en el que
la coalición mayoritaria conformada por diversos sectores de derecha buscaría
modificar las políticas migratorias y fronterizas, así como conceder mayor
autonomía a los estados miembros en la definición de sus políticas industriales,
agrícolas, fiscales y presupuestales.
Para los políticos de estos sectores, Bruselas, sede del Parlamento, se
entromete mucho en las decisiones de cada país, pero Bruselas reconoce los
riesgos que trae ampliar la autonomía de sus miembros, con base en lo que pasó
con los presupuestos europeos en España, Grecia y Portugal en la década de los
2.000, así como el caso de Hungría y otros países que han tomado decisiones
unilaterales sobre el manejo de sus fronteras por encima del bloque continental.
¿Qué se vota y cómo?
No es fácil entender las elecciones europeas más allá de titulares que anuncian
la consolidación de la derecha dura en el Parlamento o la crisis de los
socialistas. Muchos ciudadanos europeos ni siquiera entienden porqué están
votando dado que esta elección continental es vista como una elección nacional
y, en algunos casos, como el de España o Alemania, en una especie de referendo
sobre los gobiernos de turno de Pedro Sánchez y Olaf Scholz, respectivamente.
En cada uno de los 27 miembros de Europa, los ciudadanos votan por los partidos
de su país que a su vez hacen parte de los grupos o coaliciones continentales
con los que tiene afinidad ideológica. Así, por ejemplo, un ciudadano francés
vota por Los Republicanos en Francia (conservadores) que hacen parte del Partido
Popular Europeo, un grupo que agrupa todas las fuerzas de centro-derecha de
Europa y cuya cabeza es la hoy presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen,
que necesita 361 sillas para ser reelegida.
Otro ciudadano francés -para seguir con el ejemplo- puede votar por el Partido
Socialista Francés que es parte de la Alianza Progresista de Socialistas y
Demócratas. Y así sucesivamente. En total, hay siete grupos políticos en el
Parlamento Europeo.
Cada país tiene una representación en el Parlamento Europeo proporcional a su
tamaño. Así, de la 720 en total, Alemania es el que tiene más números de sillas
con 96, seguido de Francia con 81 e Italia con 73; los países que tienen menos
son Malta, Chipre y Luxemburgo, con 6 escaños.
Según las últimas encuestas, que revelan unos datos agregados difíciles de
rastrear al tratarse de 27 países, más de 325 millones de votantes y diferentes
leyes electorales en cada lugar, al centro-derecha sería la primera fuerza
votada seguida de liberales, verdes y socialistas, que cederían votos ante el
aumento de la derecha dura.
La clave de estos comicios está en que los partidos de ultra-derecha han crecido
en casi toda Europa y esta vez muy seguramente van a tener mayo representación
parlamentaria a nivel europeo. Por ejemplo, se espera que el partido de Marine
Le Pen, Agrupación Nacional, aumente el número de sillas y así permita que los
Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en inglés) logren convertirse en una
fuerza importante en el parlamento, al igual que el otro partido de la derecha
dura europea Identidad y Democracia (ID, en inglés), que es liderado por Giorgia
Meloni.
Meloni representa un caso atípico. A diferencia de otros países, en Italia las
leyes electorales permiten que la primera ministra puede ser candidata a las
elecciones al Parlamento Europeo -en este caso, como candidata de “Fratelli de
Italia”-, posicionándose como una de las principales figuras de la derecha dura
en estas elecciones. En Francia o España, Le Pen o Santiago Abascal de Vox, que
están en los parlamentos nacionales, no pueden ser candidatos a otra cámara.
Esta situación atípica ha llevado a que, como decían algunos medios, “todos
quieran pactar con Giorgia”. Popular y carismática, la primera ministra de
Italia ha moderado su discurso antieuropeo lo que ha hecho que algunos sectores
de centro y de centro-derecha la vean como una mejor aliada para pactar una
coalición menos radical de la que representa Le Pen y Orbán con su grupo
Conservadores y Reformistas Europeos.
Uno de los políticos más relevantes de Europa, el presidente francés, Emmanuel
Macron, fundó un partido europeo, “Renacimiento”, que agrupa los centristas de
Dinamarca y República Checa, y se suma a otros grupos de centro como Los Verdes
y los Liberales, que hoy están lejos de ser una alternativa para dirigir la
Unión Europea.
El desgaste de la coalición entre estos sectores centristas con la
centro-derecha que representa Von Der Leyen viene de tiempo atrás, desde que
Ángela Merkel impulsó un conservatismo más socialcristiano y liberal a partir de
políticas de acogida de migrantes provenientes de Siria y el África subsahariana,
así como estrictas medidas de austeridad en países como Grecia o España.
En su momento aceptadas por las mayorías centristas de Europa, estas políticas
han llevado a que la derecha dura crezca por su discurso en contra de la
migración masiva y las políticas de austeridad impuesta Bruselas sobre el gasto
público de cada país.
Entendida esta situación, la centro-derecha del Partido Popular Europeo ha
reconocido la necesidad de moverse más hacia la derecha, al mismo tiempo que
busca retener el poder con una alianza con la derecha dura, encabezada por Von
Der Leyen, una hábil política que mantiene buenas relaciones tanto con la
derecha radical como con los socialistas.
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Ya no a nivel país sino continental,
Europa va camino a romper el “cordón sanitario”, la forma como los franceses y
belgas llamaron al bloqueo político de la ultraderecha en sus países. Con esto,
la derecha dura va ser parte del gobierno de la centro-derecha, un escenario que
posiblemente cambie las bases que hemos vistos las últimas décadas en Europa y
todo esto en medio de la guerra en Ucrania, la crisis migratoria y el auge del
nacionalismo.
Claudia Sheinbaum y sus seis
compromisos como presidenta de México
DE antemano se
conocía que Claudia Sheinbaum mantendrá las políticas de su padrino político, el
saliente mandatario Andrés Manuel López Obrador, pero la electa presidenta en su
mensaje de victoria hizo énfasis en tres hechos claves: las prioridades
inmediatas, el cumplimiento de su eslogan de campaña ‘cero impunidad’ y un
gobierno autónomo, es decir, sin la posible influencia de AMLO quien prometió
jubilarse e irse para “La Chingada” (su rancho familiar en Chiapas).
Esta científica, doctorada en ingeniería ambiental y fundadora del partido
Morena –que se hizo con la mayoría del Congreso- tiene varios retos colosales,
tal como lo reseñamos en nuestra edición de este fin de semana en el informe
“Seguridad, migración, pobreza y salud: los desafíos para la elegida en México”.
Su elección generó una primera reacción negativa en los mercados (lunes), pero
tanto la mandataria electa como el ratificado secretario de Hacienda, Rodrigo
Ramírez de la O, aseguraron que el nuevo gobierno se enfocará en la estabilidad
macroeconómica, la prudencia fiscal, el respeto a la autonomía del Banco Central
y el trabajo mancomunado con la empresa privada.
Estos son los
primeros compromisos anunciados por Sheinbaum:
1. Libertad empresarial. Aunque enmarcada en la política de izquierda
progresista como su mentor, la mandataria electa ratificó su promesa de campaña:
"Respetaremos la libertad empresarial y promoveremos y facilitaremos con
honestidad la inversión privada nacional y extranjera que fomente el bienestar
social y el desarrollo regional, garantizando siempre el respeto al medio
ambiente". De igual forma planteó fomentar las inversiones y dijo que apostará
por el "nearshoring", la transferencia de una parte de la producción de empresas
extranjeras al norte de México, para atraer inversiones. Con un crecimiento
económico de 1.9% en el primer trimestre del año hay expectativa por las medidas
que adoptará para impulsar el aparato productivo y superar, a fin de 2024, el
pronóstico de un PIB en 2.3%.
2. Bajar déficit fiscal. Hereda un déficit fiscal de casi el 6%, el mayor en un
cuarto de siglo pese a las políticas de austeridad de AMLO. En el último
sexenio, el país apenas creció un 0,8% en promedio. Por ello, los analistas como
Victor Ceja, economista en jefe de Valmex, coinciden que el reto inmediato y
prioritario será corregir ese elevado déficit. La presidenta electa necesita
engrosar las arcas del Estado para financiar las ayudas directas (sociales) que
actualmente reciben 25 millones de mexicanos jóvenes, adultos mayores y
discapacitados y llevar a cabo otras reformas, al igual que mejorar los
servicios públicos básicos, especialmente el agua, cuya disponibilidad ha caído
68% per cápita desde 1960. Está descontado que acusa a una reforma tributaria. Y
la incógnita que persiste es si dará el salto a las energías limpias, en
contravía de lo que hizo AMLO quien, como se sabe, optó por la energía fósil al
inyectar millones en la endeudada Pemex. Y, precisamente, esa petrolera será un
‘dolor de cabeza’ para el nuevo gobierno ya que continúa sin recursos y empiezan
a vencerse los pagos de sus empréstitos.
3. Impulso a inversiones. En contundente mensaje al sector empresarial, nacional
y extranjero, la mandataria electa sostuvo que su proyecto económico se basa en
la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México (central) y
el apego al Estado de derecho. Así, abrió la puerta para una comunicación
directa y fluida con inversionistas y agencias calificadoras para confirmar las
prioridades de "estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal y la viabilidad" de
sus objetivos fiscales. La coalición oficialista Morena, el Partido Verde y el
Partido del Trabajo, dominan en el Congreso bicameral, lo que le permitirá sacar
avante las reformas que considere necesarias tanto en el tema económico como
político.
4. Cero impunidad. Fue su eslogan de campaña y será uno de sus grandes retos en
este país azotado por la violencia narco y política, que ha dejado unos 450.000
muertos y cerca de 100.000 desaparecidos desde 2006, cuando los militares fueron
incorporados a la lucha contra los poderosos carteles del narcotráfico. Aunque
abandonaría la frustrada política de ‘abrazos y no balazos’ de AMLO, se
manifestó de acuerdo en seguir con atacar las causas de la violencia desde las
raíces, a su entender pobreza y marginación. Así mantendrá los programas de
ayuda social y fortalecerá la Guardia Nacional. Sin especificar su política
‘cero impunidad’ se sabe que su primer paso será enfrentar la creciente
violencia de género y para ello implementará una estrategia de prevención y
judicial con fiscales especializadas y asesoría jurídica gratuita para las
mujeres.
5. Impulso a la democracia. Sheinbaum reconoció que hay un sector que no
coincide con el proyecto de la izquierda, pero aseguró que promoverá un México
plural y democrático. "Garantizaremos las libertades de expresión, de prensa, de
reunión, de concentración y movilización. Somos demócratas y por convicción
nunca haríamos un gobierno autoritario ni represor", dijo tras su victoria.
Agregó que “respetaremos también la diversidad política, social, cultural y
religiosa, la diversidad de género y sexual". La mandataria electa apoya un
paquete de reformas constitucionales que López Obrador propuso al Congreso,
incluida una reforma al poder judicial que plantea elegir a los magistrados de
la suprema corte por voto popular y reducir el tamaño del Legislativo.
6. Relación con EE.UU. México es el principal socio comercial de Estados Unidos,
tras desplazar a China en 2023. El país del norte es el destino del 80% de las
exportaciones mexicanas. La relación bilateral también está marcada por la
incesante migración de personas indocumentadas y el tráfico de fentanilo,
potente opioide que mata a millas de personas por sobredosis en Estados Unidos
cada año. "Con Estados unidos habrá una relación de amistad, respeto mutuo e
igualdad como hasta ahora ha sido, y siempre defenderemos a las y los mexicanos
que se encuentran del otro lado de la frontera", señaló Sheinbaum, quien ahora
enfrentará otro problema: la decisión de Biden este martes de bloquear a los
solicitantes de asilo en la frontera mexicana.
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