CHARLAS CON UN MAESTRO
SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
Siddhartha Gautama: El
viaje hacia la Iluminación
Siddhartha Gautama, conocido
como Budha, nació en el seno de la realeza en Lumbini, Nepal, alrededor del año
563 a. C. Su vida estuvo marcada por el lujo y la comodidad, pero a pesar de
ello, desde pequeño se sintió inquieto, por las preguntas existenciales sobre el
sufrimiento humano.
A los 29 años, Siddhartha experimentó un despertar espiritual al presenciar el
dolor, la enfermedad y la muerte. Renunció a su vida privilegiada para
embarcarse en una búsqueda de la verdad.
Durante seis años, vagó por la India como asceta, practicando la meditación y el
ascetismo extremo. Sin embargo, no encontró la paz interior que anhelaba.
Finalmente, bajo la sombra de un árbol Bodhi, experimentó la Iluminación,
comprendiendo la naturaleza del sufrimiento y el camino para liberarse de él.
Tras su Iluminación, Siddhartha Gautama, ahora conocido como Budha, dedicó su
vida a enseñar el Dharma, el camino hacia la liberación del sufrimiento.
Viajó por la India durante 45 años, compartiendo su sabiduría con todos aquellos
que lo escuchaban. Sus enseñanzas se basaban en las Cuatro Nobles Verdades y el
Óctuple Noble Sendero, principios que guían hacia la liberación del ciclo de
renacimiento y el logro del Nirvana.
Budha falleció a los 80 años en Kushinagar, India. Sus enseñanzas se expandieron
por toda Asia, dando origen al budhismo, una de las filosofías más importantes
del mundo.
El legado de Budha
Las enseñanzas de Budha han tenido un profundo impacto en la cultura y la
filosofía del mundo. Su mensaje de paz, compasión y sabiduría continúa
inspirando a millones de personas en todo el planeta.
El budhismo ofrece una perspectiva única sobre la naturaleza del sufrimiento y
el camino hacia la felicidad.
Sus enseñanzas nos invitan a cultivar la atención plena, la compasión y la
sabiduría para transformar nuestras vidas y crear un mundo más armonioso.
¡EL DESPLOME DE LAS
FINANZAS DE LA NACIÓN!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Comparar los abusos, el
saqueo, las expropiaciones y los despilfarros de Hugo Chávez con los
equivalentes de Gustavo Petro, no es posible de manera lineal por una sola
razón: el tamaño de las finanzas nacionales.
Esa es la razón por la cual Chávez se tuvo que morir para dejar el cargo, y
Maduro, no tiene ninguna intención de dejarlo.
Dicho en otras palabras, la dictadura comunista de Venezuela lleva 23 años, por
que arrancó con 3.4 millones de barriles diarios de crudo y a US $ 100 por
barril, y eso compraba todo.
No es ese el caso del remedo de dictadura que pretende instalar Gustavo Petro.
Su tiempo de duración será muy corto, no solo por el nivel de impopularidad que
ha conseguido con todas sus torpezas y desplantes, sumados a esa descomunal
corrupción que el país no conocía.
Sino además porque Petro
pretende montar una dictadura pobre.
Sin recursos.
Dos años de esta locura de régimen, han frenado en seco la inversión, la
economía y el ritmo del país entero.
Esa la causa por la cual se cayeron al 40%
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las ventas de vivienda nueva, al 35% la venta
de vehículos nuevos y se desploman aceleradamente las ventas en el comercio
general y en los restaurantes.
El turismo internacional que venía creciendo, se paró casi en su totalidad y el
nacional también cayó un 70%.
Las exportaciones colombianas se desplomaron y lo mismo las importaciones
grandes como vehículos y maquinaria.
Los puertos marítimos, lucen hoy vacíos.
Y llegaron las quiebras y liquidaciones como una pandemia.
El daño que Petro le hizo al sistema de salud, va a traer consigo más de 500
empresas en quiebra y el despido de más de 60 mil personas.
Un gobierno que persigue, sataniza y marchita la industria de extracción minera
y de hidrocarburos, la tiene que pagar muy caro.
Los ingresos del gobierno
naturalmente se fueron al suelo.
El famoso “Mr. Taxes”, que era el director de la DIAN, fue despedido por que sus
recaudos se cayeron un 20%.
¡Nunca antes había pasado eso!
Esa espiral descendente que describen los economistas y estamos ya transitando,
llevará muy pronto al Estado colombiano a la quiebra.
Pero como los Estados no se quiebran, vendrá el “default”, que es la cesación de
pago de la deuda externa y también de la interna.
El servicio de la deuda total
(intereses) del país, nos cuesta hoy $200 billones en un presupuesto general de
la nación de $550 billones.
Todos los daños que estamos padeciendo en seguridad, salud, desempleo, inflación
y pensiones son una pandemia.
Pero la quiebra del Estado
colombiano es otra cosa.
Ya el Ministro de Hacienda
Bonilla, está acorralado y desesperado sin recursos y buscando un endeudamiento
adicional de US$16.000 millones, para tapar huecos fiscales.
Y los recortes a los proyectos
de inversión son totales.
Las vías 5G y los metros de Bogotá y de la 80 en Medellín, ya comprometidos y
firmados, no tienen hoy un centavo en el presupuesto general de la nación.
Petro no tiene hoy recursos para montar esa dictadura que tiene en el
imaginario.
“La revolución necesita al menos dos períodos presidenciales más para hacer las
transformaciones sociales!” anunció Petro.
La diferencia pues entre la dictadura larga y sólida de Venezuela y el remedo
que pretende montar Petro en Colombia, son los miles de millones de dólares que
en el hermano país sobraban y en el nuestro no existen.
El tiempo de duración de una dictadura se me parece hoy a mí, al tiempo de
duración de un viaje.
¡Depende estrictamente del dinero en el bolsillo!
¡Y al Estado colombiano, se le terminó!
Sobremesa
Será la pobreza, la razón que nos va a salvar de la dictadura Petro.
¡Con esa descomunal impopularidad, y sin dinero, Petro y su revolución, no van
para ningún Pereira!
CARTA DE UN ALCOHÓLICO
A SU FAMILIA
Por: Oscar Suarez
Hola.
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Quiero escribirles después de haber roto las
defensas tan fuertes que impedían ver mi realidad: Soy ALCOHÓLICO.
Ha sido duro aceptarlo porque
la palabra alcohólico está cargada de muchos prejuicios que hasta mi mismo me
lastimaba.
Y, he aprendido que soy un enfermo, ni yo mismo lo sabía y menos que no soy
responsable de serlo así como no lo son los diabéticos, los hipertensos ni menos
los que padecen cáncer. Tampoco sabía que existía una solución.
Tengo una enfermedad por la que he sufrido y he hecho sufrir a las personas que
más amo y cuya característica principal es negarla. Les he negado a todos
ustedes que tenia esta enfermedad, pero sobre todo me lo negaba a mí mismo.
Esta enfermedad se afianza en el descontrol de mis emociones las cuales me
dominaban tanto que si me entristecía o alegraba demasiado ya me veía impelido a
caer en la más angustiosa borrachera dejándome luego sumido en una depresión tan
profunda que la ideas de suicido asomaron muchas veces por mi mente.
Pido la ayuda de ustedes porque mi condición que será permanente me hace decir
mentiras y hacer promesas que difícilmente cumpliré sino estoy amarrado a un
programa de recuperación de doce pasos.
Por esa razón cuando ustedes inician acciones como llevarme a una comisaria de
familia, no pagar mis cuentas ni mentir por mí, estarán haciendo que me enfrente
a mi realidad y experimente por mí mismo las consecuencias de mis acciones.
Ayudarme a no darme cuenta de mis actos se suma a la actitud de evasión
constante que mantengo de la realidad y me proporciona un falso sentido de la
misma que me hace creer que todo está bien. No protegerme ni ayudarme es lo que
necesito para evitar que me siga destruyendo en el alcohol y que siga
destruyéndolos a ustedes.
Espero obtener el perdón de ustedes por todo aquello, que en mi estado de
embriaguez, pude causarles. A medida que avance en mi recuperación en AA y haga
el octavo y noveno paso lo retomare. Necesito perdonarme a mi mismo y sanar las
heridas que permitan liberarme de las culpas que me agobian y me llevan como un
circulo vicioso a la depresión y la tristeza
Entérense lo más que puedan asistiendo a las reuniones abiertas de AA y AL ANON,
porque yo a ustedes los he contagiado y por eso también tienen la enfermedad que
respalda mi adicción requiriendo un proceso de recuperación en estos grupos de
doce pasos.
La adicción al alcoholo es una cárcel de la que no puedo salir con la llamada
fuerza de voluntad porque excede mi capacidad de autodeterminación y el libre
albedrío ya explicado por los expertos.
He aprendido que las lagunas mentales existen y que después de haber cometido
actos reprochables en estado de alicoramiento mi mente no las recuerda y no son
marrullas ni mentiras mías para autojustificarme.
En AA he aprendido que no soy vicioso, débil ni irresponsable sino un enfermo.
Que asistiendo a las reuniones y llevando el programa con los doce pasos,
leyendo la literatura, aportando a la septima y teniendo mi padrino podré
manejar mi enfermedad por un día a la vez.
Que esa enfermedad solo es en una esfera de mi existencia y no me obstaculiza
para ser, un buen profesional, una excelente persona, padre o madre de familia y
llevar mi vida sintiéndome libre, útil y feliz.
Por ahora lo que necesito es que crean en mí,
Los ama.
Su enfermo(a) Alcohólico.
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